miércoles, 14 de septiembre de 2011

El desafío de brillar


La vida de los buenos es luz que llena de alegría; la vida de los malvados es una lámpara apagada. Proverbios 13:9

El otro día leía este capítulo de los proverbios. El versículo que está acá arriba, llamó mi atención. No sólo porque es totalmente cierto lo que dice, sino porque no dice “Predicar el mensaje de Cristo es luz que llena de alegría…”, sino que dice “La VIDA de los buenos es luz que llena de alegría”. Tu vida, mi vida, nuestra vida y la de todos los hijos de Dios, es luz que llena de alegría a un mundo muy apagado.

Jesús nos dijo, que nosotros éramos luz, y ahora la Palabra nos afirma que no sólo somos una luz, sino que llenamos de alegría. Imagina una casa en donde están todas las luces eléctricas encendidas, y allí en medio hay una vela prendida. Esa vela, no tiene mucha funcionalidad allí. Si hay tanta luz, ¿qué hace allí? Nosotros no sólo debemos de ser velas en medio de donde ya hay luz, por sobre todas las cosas debemos de ser luz en donde está todo oscuro, en donde hay dolor y tristeza.

Enciérrate en un cuarto con la luz apagada y enciende una vela, allí esa vela hace la diferencia. Esa vela permite encontrar cosas gracias a su luz. Esa vela te hace sentir menos solo, ya que sin ella estarías en plena oscuridad y silencio, en cambio esa vela, esa simple vela hace la diferencia. Tú eres igual. En medio de tanta tristeza, tú haces la diferencia, tu vida marca una diferencia, tú para Dios eres una vela que lo ayuda a encontrar a quienes están perdidos en tanta oscuridad. Empieza a creer con todo tu corazón, que a pesar de tus dificultades, eres luz y no debes apagarte.

Cierta frase dice “Siempre hay dos maneras de regar luz: siendo la lámpara o el espejo que la refleja”. Tú eres luz, pero si Cristo es LA luz, tú tienes por amor a Él el deber de reflejarla. Me es triste ver cómo mucha gente va perdiendo poco a poco su brillo. Los temores, las dudas y muchas veces las traiciones de personas cercanas a ellos, hacen que se resientan con Dios. Esas raíces de amargura les impiden acercarse al Padre perfecto para pedir perdón y renovar sus fuerzas, su brillo.

En la canción “Brillaré” del grupo Rojo, dice “Si algo sucede en lo vertical, debe verse en lo horizontal. Lo que yo quiero es brillar. Brillaré, porque ya te encontré; brillaré, porque vives en mí. Para Ti lo oscuro no es oscuro, brillas mucho más que el mismo sol. Sin palabras quiero hablar y que tu luz alumbre toda mi ciudad”.

Si algo sucede en lo vertical, debe verse en lo horizontal. Esto significa, que si Cristo realmente vive en ti, si realmente tienes una relación con Dios, eso debe reflejarse en tu vida terrenal, tu vida debe brillar y alegrar a quienes tanta falta les hace. La canción afirma que sin palabras hay que hablar, hay que hablar con nuestra misma vida, con nuestro testimonio, con nuestras actitudes, busquemos agradar a Dios día a día. Brilla con la luz que eres, con tu alegría eres capaz de cambiar tanta tristeza, y no olvides que no estás solo, la luz de Cristo brilla contigo.

Si Cristo les ha dado a ustedes poder para animar a los demás, y si el amor que ustedes tienen los lleva a consolar a otros, y si todos ustedes tienen el mismo Espíritu y son compasivos, les pido que vivan en armonía y que se amen unos a otros. Así me harán muy feliz. Pónganse de acuerdo en lo que piensan, deseen las mismas cosas y no hagan nada por orgullo o sólo por pelear. Al contrario, hagan todo con humildad, y vean a los demás como mejores a ustedes mismos. Nadie busque el bien sólo para sí mismo, sino para todos. Filipenses 2:1-4

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