miércoles, 30 de noviembre de 2011

Dios te bendigo


Y dijo: “Nada he traído a este mundo, y nada me voy a llevar. ¡Bendigo a Dios cuando da! ¡Bendigo a Dios cuando quita!”. Job 1:21

“Había una vez, en cierto país llamado Uz, un hombre muy bueno y honrado. Siempre obedecía a Dios en todo y evitaba hacer lo malo. Se llamaba Job, y era el hombre más rico en la región del este. Tenía siete hijos y tres hijas, y muchos esclavos a su servicio. Además, era dueño de siete mil ovejas, tres mil camellos, mil bueyes y quinientas burras. (...) Se levantaba muy temprano y le presentaba a Dios una ofrenda por cada uno de sus hijos. Job hacía esto pensando que tal vez sus hijos podrían haber ofendido a Dios o pecado contra él. Para Job, esto era una costumbre de todos los días”. (Job 1:1-5)

Así empieza una de las más increíbles historias de la Biblia, la historia de Job. Como leímos, Dios había bendecido grandemente a Job. Tenía una familia, cuidaba de ellos, tenía riquezas, tenía servidores. Para Job era costumbre de todos los días hacerle ofrendas a Dios por si se había cometido un pecado contra Él en su familia. En verdad que su conducta era admirable.

La historia continúa diciendo que llegó un ángel acusador y se presentó ante Dios. El ángel le dijo a Dios que Job le servía por interés. Desafió a Dios diciéndole “El ángel acusador respondió: “¡Por supuesto! ¡Pero si Job te obedece, es por puro interés! Tú siempre lo proteges a él y a su familia; cuidas todo lo que tiene, y bendices lo que hace. ¡Sus vacas y ovejas llenan la región! Pero yo te aseguro que si lo maltratas y le quitas todo lo que tiene, ¡te maldecirá en tu propia cara!” (Job 1:9-11)

Y he aquí lo hermoso de la historia: Dios conocía el corazón de Job. Aceptó que el ángel le quitara todo. Job en un mismo día perdió sus animales, perdió sus esclavos y sus hijos murieron. El ángel creyó que esto era batalla ganada, pero no. Job, aún con su dolor, proclamó el versículo de este devocional: “Nada he traído a este mundo, y nada me voy a llevar. ¡Bendigo a Dios cuando da! ¡Bendigo a Dios cuando quita!”. ¡Cuánto amor y confianza le tenía a su Dios! Este hombre es de admirar.

Sé que muchos de los que están leyendo esto, e incluso yo, nos sentiríamos perdidos al encontrarnos ante una situación como la de Job. Nosotros ante una tormenta tememos, le cuestionamos a Dios sus decisiones, le exigimos que nos saque de ese mal momento. Pero no sabemos bendecir a Dios. No sabemos tomar la actitud de Job.

Hoy quiero que aprendamos a tomar la actitud de Job de bendecir a Dios. Como si fuera poco, luego Job continuó siendo probado, continuó siendo herido, pero él solamente decía “Si aceptamos todo lo bueno que Dios nos da, también debemos aceptar lo malo” (Job 2:10). No tratemos de entender siempre las decisiones de Dios, sino aceptémoslas. 

Él en Su perfecta voluntad y a Su tiempo, te mostrará los propósitos que tiene para tu vida. Él te ama y jamás te dejará solo. Estas no son frases trilladas o de películas, son verdades bíblicas. Dios sabe cómo y cuándo sucederán las cosas en tu vida. Entrégale tu confianza, bendícelo en todo momento.

Siempre dale las gracias por lo que tienes. Job con esa actitud fue bendecido en sobreabundancia luego de las pruebas que superó. Job terminó más bendecido por el simple hecho de bendecir a Dios. Dios conoce tu corazón, si ha puesto una prueba en tu camino, créeme que es porque sabe que puedes superarla. No desmayes, bendice a tu Señor en todo momento y verás cómo su mano siempre está sosteniénote.



martes, 29 de noviembre de 2011

¿Por qué a mí?


Y después de que hayan sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que los llamó a su gloria eterna en Cristo, Él mismo los perfeccionará, afirmará, fortalecerá, y establecerá. 1 Pedro 5:10

Cuántas veces no nos hemos quejado por lo que sucede en nuestra vida. Cuántas veces hemos dicho que ya no soportamos más. Pero, sobre todo cuántas veces hemos dicho ¿Por qué a mí? Me encantaría imaginar a Dios respondiendo: ¿Y por qué no a ti?

El mayor problema por lo cual nosotros preguntamos a Dios eso, es porque desconocemos la palabra de Dios, no oramos, no tenemos una comunión con nuestro Padre.

Lastimosamente, como seres humanos, tenemos una mente retorcida. Tenemos una mente que en lugar de buscar a Dios primero, preferimos hacer las cosas por nuestras fuerzas. Hasta el final nosotros decimos “No me queda más que confiar en Dios”. Eso es lo que tendríamos que hacer desde el inicio. No decir que sólo Dios queda porque ya hicimos todo humanamente, sino decir que sólo Dios puede ayudarme, sólo Dios puede sacarme, sólo Dios es el único capaz de sanarme.

La misma palabra de Dios dice “Después que hayan sufrido por un poco de tiempo”. O sea que sí vamos a sufrir, es así de fácil. No se necesita mayor estudio teológico para entender eso. Sólo se necesita tener al Espíritu Santo en nosotros para poder entender esto.

Pero, el problema es que preferimos hacer cualquier cosa antes que crecer en nuestra comunión con Dios.

El mensaje principal de la Biblia es la gloria de Dios. No es el amor, no es el ayudar, es la gloria de Dios. ¿Por qué? Porque no podremos ayudar con amor si no conocemos primero a Dios. No podremos ayudar con amor si no conocemos primero al verdadero amor. No podremos mejorar si no lo hacemos para la gloria de Dios. Debemos entender que todo, pero todo, en nuestra vida es para la gloria de Dios. No hay nada que no debamos hacer para la gloria de Dios.

Dios en su eterna gloria nos ha amado tanto que hasta entregó a su hijo para perdón de nuestros pecados. ¿Qué más necesitamos?

Todos los pensamientos de Dios, para nosotros, son de bien. Todos los que amamos a Dios, todo nos ayuda para bien a los que conforme a su propósito somos llamados, dice la Biblia. ¿Por qué nos quejamos? Paremos de quejarnos, porque todo es para que nosotros al final le demos la gloria a Dios con todo lo que sucede en nuestra vida.

Debemos entender de una vez por todas que la soberanía de Dios nunca la vamos a poder entender. La soberanía de Dios, es eso justamente, la soberanía de Dios.

En lugar de estarnos quejando digámosle a Dios que cumpla a cabalidad su propósito en nosotros. Independientemente de lo que te suceda, nunca, pero nunca, tomes justicia con tus propias manos en tus problemas. Deja que Dios sea el que te perfeccione. Deja que Dios sea el que se glorifique en tu vida. Deja que Dios sea quién cumpla su propósito perfecto. Recuerda: La Biblia hay que leerla, creerla y vivirla.



lunes, 28 de noviembre de 2011

La confianza en Dios


Por tanto, no tengan miedo, pues yo soy su Dios y estoy con ustedes. Mi mano victoriosa les dará fuerza y ayuda; mi mano victoriosa siempre les dará su apoyo. Isaías  41:10

Dios prometió estar siempre con nosotros, él nos dice “Estoy con ustedes”. Sí, contigo, conmigo. Él nunca se ha apartado de nosotros, siempre ha estado y siempre estará.

Muchas veces llegamos a dudar del Poder de Dios, incluso nos apartamos, como si en verdad valiera más el orgullo que la bendición que Dios tiene preparada para nosotros. Hay una frase que dice “Si te enojas, ¡pierdes!” es muy cierta, si nos enojamos con Dios, él no deja de ser quien es por nosotros, Él sigue siendo soberano sobre todo, no cambia, nosotros cambiamos.

Él nos prometió estar con nosotros todos los días, no debemos temer al mal, no debemos afligirnos, no debemos turbarnos y abatirnos, porque Dios está a cuidado de nosotros, Él siempre ha permanecido fiel, y nunca dejará de serlo, aunque nosotros sí, porque en medio de las dificultades tendemos a dudar, a preocuparnos más por el problema o por lo que sucederá, que por lo que Dios está haciendo en nuestra vida.

Dios corrige a sus hijos, las pruebas no son en vano, son para moldearte en cualquier área de tu vida. Nosotros tendemos a decirle a Dios “Señor dame paciencia,” “Señor dame paz”, “Señor dame sabiduría”, “Señor dame tolerancia para soportar a los demás”. Y es allí donde Dios toca más en tu vida, te prueba la paciencia, te prueba en cualquier cosa que sea, y quizás en la más mínima para probar si por alguna cosa o alguien puedes perder la paz. Él pone las cosas no para llevarte a la miseria sino a la bendición, cuesta, el ser Cristiano no es fácil, pero sí es felicidad, ya que la felicidad sólo te la puede dar Dios, pues es Él quien te muestra con su humilde corazón todo lo maravilloso que Él creó para ti y para mí.

No es tiempo de dudar, ya no es tiempo de vivir de falsas esperanzas, es momento de confiar plenamente en Dios y decir con autoridad “Aunque sienta desvanecerme, se que Dios conmigo está”. Dios está trabajando en tu confianza, está trabajando en tu vida, en tu corazón, porque cosas grandes vienen para ti y debes aprender a descubrirlas, como un tesoro, al cual debes buscar, no dejes de comunicarte con Él diariamente, y si sientes que no sucede nada, es cuanto más debes buscarle, y decirle “Señor muéstrame tus propósitos, porque yo quiero conocerte” No temas, Él está en cuidado de ti. 

domingo, 27 de noviembre de 2011

Cambia preocupación por oración


La bendición de Dios es riqueza que viene libre de preocupaciones. Proverbios 10:22

Si estás preocupado es porque tal vez has perdido el enfoque de la situación que estás atravesando.

Nosotros, como hijos de Dios, atravesaremos por muchas pruebas a lo largo de nuestra vida. Pero Dios nos dijo que en ninguna de ellas estaríamos solos. Él en su Palabra nos prometió “estar con nosotros donde quiera que vayamos”. (Josué 1:9)

Tenemos que aprender a no perder el enfoque. ¿Qué significa esto? Significa no olvidarnos que nuestra meta es Jesús. Cuando ponemos nuestros ojos en Él, todas las cosas que atravesemos serán insignificantes comparadas con lo que nos espera.

Pero si perdemos a Jesús de nuestra vista, las preocupaciones empezarán a hacerse más y más grandes.

¿Has perdido el enfoque? ¿Estás preocupado? Vuelve a fijar tu mirada en Dios. Dice el proverbio que su bendición es riqueza. Cuando nosotros nos alineamos con el propósito que Dios tiene en nuestras vidas, Él comienza a bendecirnos.

Y es allí cuando sucede que las preocupaciones que antes teníamos nos comienzan a resultar pequeñas. Y es que nosotros como humanos, ¡nos preocupamos por cosas que no merecen preocupación sino oración! “Ay esta chica no me devolvió la camisa que le presté hace una semana”, “Pues este hermano me debe tanto dinero si vieras…”, “Sí, he estado con gripe toda la semana ore por mí hermano, hermana”.

Las cosas merecen oración, no preocupación para así conseguir la bendición de Dios. Nuestro Señor siempre está dispuesto a bendecirnos, pero debemos fijar nuestros ojos en Él. Vamos, tú puedes hacerlo. Si has estado preocupado o preocupada por algo, pon tus ojos en el cielo y deja que Dios te llene de la única riqueza que vale: Su bendición.



sábado, 26 de noviembre de 2011

Soy útil para el Señor


Pero el Señor me dijo: "No digas: SOY MUY JOVEN, porque vas a ir adondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene. " Jeremías1:7

Cierta vez en la que fuimos invitados para tocar en un concierto, se acercaron unos periodistas de radio para hacernos algunas preguntas acerca de nuestro grupo de música. Estábamos muy contentos por la entrevista y obviamente queríamos responder muy bien a cada pregunta. 

Primero tuvieron lugar las clásicas preguntas de cómo se había formado la banda y cómo nos llamábamos.Casi nos peleábamos por hablar. Luego por alguna razón una pregunta nos hizo quedar en silencio. La verdad es que la pregunta tenía una respuesta bastante rápida para cualquiera de la banda, excepto para uno de nosotros. Pero justo este amigo que llevaba muy poco tiempo dentro de la iglesia decidió responderla antes que ninguno. 

La pregunta fue: ¿Cuál es el propósito para tocar y qué sientes cuando lo estás haciendo en el grupo? Su respuesta fue simple: "Quiero ser útil para el Señor y así es como me siento cuando toco". Nosotros mismos nos quedamos sorprendidos de lo apropiada que había sido su respuesta. Nos alegramos por su entendimiento de lo que estaba sucediendo en su interior y de lo que estábamos haciendo en la realidad.

¡Qué genial es sentirse útil para el Señor! Fuimos creados por Dios con un propósito. Párte de ese plan divino es permitirnos disfrutar de la vida en una forma útil al prójimo, a nuestra familia y a nuestros amigos.

No vivamos pensando en ser útiles algún día cuando seamos adultos. Hoy podemos serlo. Somos útiles porque Dios nos hizo así. ¡Hay tanto que podemos hacer si nos podemos a Su disposición! No esperemos hasta "Ser grandes". Tampoco esperemos siempre de los demás. Seamos útiles para el Señor y la humanidad estará agradecida.

Yo te invito hoy a que compartas este devocional con tus amigos, seamos una cadena de bendición y seamos útiles para el Reino, ayúdanos a llevar a más a los pies de Cristo.


viernes, 25 de noviembre de 2011

Inmensa Fidelidad


Si somos infieles, él sigue siendo fiel, ya que no puede negarse a sí mismo. 1 Timoteo 2:13

Los jóvenes casi siempre tenemos una canción favorita y yo no soy la excepción. Quizás la letra no es extensa, y resulte muy conocida para todos, pero el significado es importante para mí. Esta canción me habla de la grandeza de nuestro Padre Dios en un sentido muy especial. La letra dice lo siguiente:

Tu fidelidad es grande,
Tu fidelidad incomparable es.
Nadie como tú, bendito Dios.
Grande es tu fidelidad.

Cuando pasamos por alguna situación que nos agobia, lo que queremos es escapar y desaparecernos de este planeta. Pero afortunadamente no es así de fácil. Si lo hiciéramos, no tendríamos tiempo de descubrir la increíble fidelidad del Señor. Aunque alguna vez olvidemos que sólo junto a Él podemos avanzar, aunque no recordemos agradecerle por nuestra vida cada día, aunque cierto día dudemos o le fallemos; Él nunca va a ser infiel.

Su amor no tiene límites ni barreras y Él me lo ha demostrado de mil maneras. El tiempo en que mi papá estaba enfermo y murió fue en el que más crecí espiritualmente. Estaba lleno de dudas. El último día que mi papá pudo hablar me pidió que le cantara. Le canté varias de las canciones que recién estaba aprendiendo en la iglesia, pero la última que entoné fue Tu fidelidad.

Él ya no podía respirar, ni hablar, pero en su rostro se reflejaba tranquilidad y paz, mientras yo cantaba. Pude ver como mi papá tenía gozo del Señor a pesar de eso tan terrible que estaba sucediendo.

Cómo no tener paz si Jesús estaba ahí con Él, presente hasta el último momento de su vida terrenal. La fidelidad de Jesús se extiende más allá de las circunstancias más adversas de este mundo.

¿En este momento de tu vida, eres fiel a Dios? Demos gracias a Jesús por su fidelidad, porque a pesar de que le somos infieles, Él nos ama y nos perdona, pídele a Él que seas siempre fiel, como lo es Él contigo.


jueves, 24 de noviembre de 2011

Filtros


“Todo me está permitido”, pero no todo es para mí bien. “Todo me está permitido”, pero no dejaré que nada me domine. 1 Corintios 6:12

Muy pocos se levantan un día y dicen: Hoy voy a hacer un desastre con mi vida y voy a darle rienda suelta al pecado aunque me arruine. Más bien, el proceso que envuelve a una persona en el pecado es lento, susurra al oído, y no pone fechas. Este proceso de ruina tiene que ver con olvidarse de usar algunos filtros que nos permiten diferenciar lo que nos conviene de lo que no nos conviene.

Pablo decía que todo nos está permitido, y es cierto. Aunque papá y mamá no te dejen, o la iglesia te ponga límites, si quieres hacer cosas malas a escondidas nadie podrá impedírtelo.

Al fin y al cabo tenemos libertad de hacer lo que queramos y nadie es capaz de evitarlo. Es por eso que somos nosotros los que tenemos que usar estos dos filtros:

Filtro de la moralidad: Este nos ayuda a no dejar pasar aquellas cosas que sabemos que Dios considera que no nos convienen. Quizás otros nos digan:
“No está mal”, tal vez para la sociedad sea algo “normal”, pero nosotros sabemos que la Biblia enseña que no está bien. Quizá no entendemos las razones, pero eso no importa ahora. Este filtro tiene que ver con poner nuestra fe en lo que Dios dice, y nos ayudará a considerar que Él es Dios y por eso sabe lo que es más conveniente para cada uno.

Filtro de la excelencia: Éste no sólo nos permite diferenciar lo bueno de lo malo, sino que separa lo bueno de lo “mejor”. Este filtro se usa pensando en el futuro. Los mediocres suelen pensar en el ya y en el ahora, pero si usamos el filtro de la excelencia nos encontraremos pensando en lo que podemos hacer para llegar más lejos. El filtro de la excelencia nos ayudará a realizar nuestros sueños y a no conformarnos con lo mediocre; recordemos que servimos a un Dios de excelencia en todo.

¿Cómo puedes usar estos filtros en tu vida diaria para decidir con quién andas y que haces? Pídele al Señor inteligencia y no dejarte arruinar. Cuida tu santidad y usa cada día estos filtros para no permitir que lo malo entre en tu vida.



miércoles, 23 de noviembre de 2011

Concierto celestial


Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad. Juan 4:23-24

Se acerca la hora. Ya pronto será el día en que Cristo venga por su iglesia. Pero ya no es tiempo para estar perdiéndolo, ya no es tiempo para ocuparnos de cosas vanas primero y luego darle el lugar a Dios, ya es tiempo de adorar de corazón a Dios. Adorar, no es lo mismo que alabar, y muchos cristianos tienden a confundir esos dos términos.

La alabanza no es lo mismo que la adoración. Alabar es elogiar, es expresarle cánticos o palabras a nuestro Dios, es gozarnos, es demostrar la alegría que nos produce Dios cuando le damos la gloria a Él. Pero adorar es muy distinto, adorar significa amar en extremo. Adorar es un acto del corazón que se refleja en el exterior. Dios está buscando adoradores, no alabadores.

Claro que alabar es algo hermoso. Cuando tú le cantas a Dios algo difícil de explicar sucede en tu corazón, ya que el Espíritu de Dios está alegre dentro de ti y lo sientes. Pero adorar es distinto. Veo cómo muchos cristianos alaban, pero no adoran. Hablan de Dios, pero en sus actos demuestran lo contrario.

Aprendamos a ser adoradores en espíritu y en verdad. Aprendamos a dar conciertos celestiales y no sólo terrenales. No nos acomodemos en esta tierra porque sólo será de paso, busquemos siempre a Dios porque Su morada es en donde estaremos eternamente. Ya no cantes sólo en la ducha o en tu casa o en la iglesia, canta en el cielo.

Haz que Dios se alegre por tus frutos. Haz que el sacrificio de Jesús valga la pena. ¿Cómo puedo adorar a Dios? Entrégale tus manos, tus pies y todo tu corazón. Cuando comes, adóralo, cuando cantas, adóralo, cuando oras, adóralo, cuando estudies o trabajes, adóralo. Algo inexplicable sucede cuando tomamos a Dios en cuenta en absolutamente todos los detalles de nuestra vida: empezamos a sentir paz y gozo.

Disfruta ese gozo, disfruta esa paz. ¡Se acerca la hora! Que cuando Cristo venga encuentre tu corazón saltando, bailando, gritando, y por sobre todo adorando a Dios; que no lo encuentre dormido, triste, solitario. Seamos rockstars y popstars celestiales. 

Hagamos que los ángeles y el mismísimo Dios disfruten de ver cada concierto que demos. Tú eliges cómo vivir tu testimonio, puedes frustrarte por tu pasado o puedes convertirte en un verdadero adorador. Rockea tu pasado, déjalo atrás, mira adelante y jamás quites tus ojos de Dios.



martes, 22 de noviembre de 2011

Espera, deja que Dios hable


No hablo de todos ustedes. Yo conozco a los que he escogido, pero es para que se cumpla la escritura. Juan 13:18

En la vida tenemos demasiados afanes, pero esto es resultado de dudar de Dios. Las dudas no provienen de Dios, provienen de Satanás.

Dios nos ha dicho que nos esforcemos, que creamos y nos ha dicho que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.

Pero, habrá momentos de prueba. Habrá momentos que pueda ser que lloremos. Habrá momentos que pueda ser que nos duela. Habrá momentos que vamos a querer tirar la toalla. Pero, nunca dejes que tu razonamiento humano te desvíe del propósito de Dios en tu vida.

Sé que tienes muchas peticiones. Sé que tienes muchos anhelos. Sé que tienes muchos sueños. Sé que tienes muchas metas en tu vida. Pero, debemos estar conscientes de que Dios buscará cumplir su propósito en nosotros. 

Como hijos de Dios debemos esperar en Dios. Debemos aprender a esperar en Dios. 

En este momento quiero que te detengas. Quiero que le preguntes a Dios si lo que estás haciendo es la voluntad de Dios. Quiero que ores y le preguntes a Dios qué es lo que quiere para tu vida. Quiero que ores y le digas a Dios que cumpla su voluntad en tu vida.

Es ahí donde tu corazón será contrito y humillado ante Dios. Es ahí donde tu adoración será en espíritu y en verdad. ¿Por qué? Porque estás diciéndole que Dios es primero que todo. Estás diciendo que la voluntad de Dios es sumamente perfecta. Estás diciendo que Dios es perfecto. Estás diciendo que aceptas a donde quiera que Dios te lleve.

Detente, ora de nuevo. Agradece a Dios lo que hará en tu vida. Quiero esta tarde que adoremos por completo. La adoración no es cantar una linda alabanza. La adoración inicia cuando empezamos a hacer lo que cantamos. 
Ahora quiero que abras un documento de Word en tu computadora, hagas el listado de lo que tú quieres y hagas el listado de lo que Dios te dijo que quiere para tu vida.

Cuando lo veas te darás cuenta que los planes de Dios, muchas veces, al inicio pueden parecer ilógicos. Pero, al final son hermosos, perfectos y grandiosos. Recuerda: La Biblia hay que leerla, creerla y vivirla.



lunes, 21 de noviembre de 2011

Debemos rendir nuestros sueños, y buscar la voluntad de Dios.


Luego Jesús les dijo a sus discípulos: "Si ustedes quieren ser mis discípulos, tienen que olvidarse de hacer su propia voluntad. Tienen que estar dispuestos a cargar su cruz y a hacer lo que yo les diga. Si sólo les preocupa salvar su vida, la van a perder. Pero si deciden dar su vida por mi causa, entonces se salvarán. De nada sirve que una persona gane en este mundo todo lo que quiera, si al fin de cuentas pierde su vida. Y nadie puede dar nada para salvarla". Mateo 16:24-26


Las palabras de Jesús en este pasaje parecen extremadamente duras. 


Pero en realidad son compasivas, porque señalan el camino de la vida verdadera. Cualquiera que desee esta vida auténtica debe adoptar una actitud de negación a uno mismo. Este texto señala 3 puntos sobre qué significa en verdad adoptar esta actitud y seguir a Jesús.


Debemos entregar nuestra vida. Hallamos vida no buscándola, sino llegando a una alineación correcta con Dios y su plan para nosotros. Conforme entregues tu vida, la hallarás. Esta “vida” de la que habla Jesús no significa solamente la vida después de la muerte, sino también “la vida durante la vida” Jesús dice que Él vino para darnos “una vida plena y abundante”. Juan 10:10. 


No debes tener miedo de confiar tu futuro desconocido a un Dios conocido. Su plan para ti es mejor que cualquier plan que puedes tener para ti mismo.
Debemos negarnos a nosotros mismos. “Negarse a sí mismo” significa poner la voluntad y los propósitos de Dios por encima de los nuestros. Descubrimos la voluntad de Dios para nosotros cuando escudriñamos, estudiamos y obedecemos la Palabra de Dios.


Debemos tomar nuestra propia cruz. Esto significa “morir” a nuestra propia voluntad y ambición egoísta. No permitas que este pasaje te asuste. A través de este morir a nosotros mismos es que hallamos el plan y el propósito de Dios para nuestra vida.


La vida cristiana no es una morbosa infelicidad ni un examen de conciencia excesivo. Es una vida de paz y gozo en tanto caminamos en armonía con el Dios que nos ha creado. Pablo resume esto perfectamente cuando Escribe Gálatas 2:20.


Sólo cuando el bulbo de un tulipán cae en tierra y muere, es que una bella flor puede crecer en su lugar. Entrégate voluntariamente al plan de Dios para tu vida. Nunca lo vas a lamentar.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Toy Story


Demuéstrale a Dios que para ti él es lo más importante. Dale de lo que tienes y de todo lo que ganes. Proverbios 3:9

El proverbio que está allí arriba me recuerda a la película Toy Story. Tal vez la hayas visto, y si no la has visto te contaré por qué relaciono aquel versículo con aquella película.

En la primera película, Andy, el protagonista, era tan sólo un niño. Le regalaron juguetes y fueron los que lo acompañaron durante toda su niñez. Estos muñecos, tenían vida cuando Andy no los veía. Siempre buscaban estar cerca de Andy, querían que él se sintiera en compañía.

En la segunda película Andy crece, pero aún disfruta de la compañía de estos juguetes. Sin embargo, en la tercera película, Andy debe empezar la universidad y decide regalar los juguetes ya que estaba crecido. Imagínate los sentimientos de los muñecos. Andy había sido su único amigo de toda la vida, lo habían visto crecer, llorar, lastimarse, reír, jugar. Es por eso que, cuando Andy los regala, ellos hacen lo imposible para volver a estar cerca de Andy. Este niño, era lo más importante que estos muñecos tenían.

Y tú me dirás “¿Qué tiene que ver eso conmigo?”. Déjame explicarte. Dios te ama desde antes que nacieras. Él mismo planeó toda tu vida y la escribió. Él te ha visto llorar, reír, crecer, madurar. Aún cuando tú creciste y por momentos te olvidaste de Él, Él siempre trató de que volvieras a su lado. Dios nos ha buscado desde el momento en que nacimos, así como los muñecos buscaban a Andy.

Somos Su especial tesoro ¿Cómo no nos va a amar? ¿Cómo no nos va a buscar?. Al final de la película, Andy se da cuenta que sus muñecos también habían sido lo más importante para él, y decide dejarle los juguetes a una niña que los iba a amar tanto como él lo hizo.

Nuestro Dios es un Dios celoso. Pero son celos de amor. Él quiere que le des todo de ti para darte todo de Él. Cuando aparecen cosas que le quitan a Él el primer lugar en nuestras vidas, hará que examines tu corazón para que vuelvas a ordenar tus prioridades en la vida.

Dios es lo más importante que tenemos. Por más que le fallemos, por más que pequemos, por más que nos alejemos, Él es lo más hermoso de nuestras vidas. Demuéstraselo. Demuestra su amor a quienes no lo conocen. Así como Dios te ama a ti, ama a cada ser de esta tierra. Dale todas las partes de tu corazón, Él siempre te ha buscado, es tiempo de que tú lo busques a Él.