viernes, 30 de agosto de 2013

Disciplina Espiritual



¿Quieres cambiar y revolucionar tu vida? Entonces, conviértete en una persona de oración. Quiero que entiendas que, no estoy hablando de revolucionar “tu vida de oración” sino tu vida entera.

Como notaste en los últimos dos devocionales, hay una oración para hacer. Son oraciones que pueden ayudarte a sellar un compromiso con Dios que te anima a buscar a Dios. Pero sucede algo que no podemos negar: Puedes hablarle a Dios todo lo que quieras pero al mismo tiempo sentirte desconectado; y eso es porque en su mayoría de veces nuestra oración es solo de “dame, dame”; “Ayúdame, ayúdame”; “quiero, quiero” y porque la verdadera conexión es cuando tienes intimidad con Dios, cuando cierras la puerta.

Jesús enseña a los discípulos cómo orar, definitivamente no hay espacio para que vayamos por todos los versículos de la oración del Padrenuestro, pero te quiero aclarar algo muy importante; Antes de llegar a la sección “famosa” de Mateo 6, leemos algo de importancia y valor. Jesús allí comienza diciendo: 

No ores como los hipócritas, a quienes les gusta orar en público para que la gente los vea… ellos ya han obtenido su recompensa “(paráfrasis mía) y luego continúa:

Cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.” (Mateo 6.6 NVI)

A Dios le interesa más lo que eres y haces en secreto que tu vida pública. A Dios no le sorprende las palabras sofisticadas o rebuscadas (v 7ª) así es, a Dios no lo mueven las cantidades, calidades o volumen de tus palabras. 

Y luego sigue diciendo:

“No sean como ellos porque su Padre sabe lo que necesitan antes de que se lo pidan” (v.7).

En este punto, estoy convencido, más de uno tiene estas preguntas: ¿Dios está en todos lados? Claro que sí. ¿Podemos orar en cualquier lugar? ¡Por supuesto que sí.

Entonces, “¿Por qué debo ir a mi cuarto y cerrar la puerta? Y….Si Dios ya sabe lo que necesito desde antes que se lo pida, ¿Qué voy a hacer cuando cierre la puerta en mi cuarto para orar?” ¡No sabes cuánto gusto me da que hagas esas preguntas! La respuesta es sencilla, pero profunda: Dios quiere tener intimidad y conexión contigo.

Si te tomas el tiempo y te apartas para él, reconociendo su grandeza (“Santificado sea tu nombre”), dejándole hacer su voluntad (“Venga tu reino, hágase tu voluntad) y practicando lo que dice Mateo 6, podrás notar que la oración no es sólo una lista de necesidades y urgencias; Púes él las conoce desde antes que salgan de tu boca, sino que la oración es tener esa comunión especial  y genuina con Jesucristo.

PARA QUE PRACTIQUES HOY:

Entra a tú recamara: sí, se puede orar a Dios cuando caminas, si vas en el auto… en cualquier lugar puedes hacerlo, pero hay algo especial e íntimo cuando el centro de tu atención es él. Eso se alcanza entrando en tu cuarto (si no tienes un propio, sé creativo. Por ejemplo: puedes usar el baño de tu casa).

Cierra la puerta: aparta un tiempo del día en donde el enfoque sea ver su grandeza, majestad, reino, y su Gloria. De rodillas y disfruta tu relación con el dueño de todo.

¿Cuánto tiempo? El necesario, el tiempo de oración dependerá de tu nivel de intimidad con Él, puede ser que un día sean 10 minutos y otro día una hora o más, te sugiero que comiences con 5 minutos y ve aumentándolo según vayas profundizando tu relación con Él.

Haz a Jesús tu amigo: Jesús es el redentor, Rey, Jesús es Señor, Salvador, pero también y sobre todo él quiere ser tu amigo íntimo, ábrele tú corazón y lo verás trabajar en ti como nunca antes.

Has esta oración conmigo y repítela durante el día; Jesús, que privilegio es conocerte y amarte, gracias por ser mi amigo fiel. El amigo que nunca deja ni traiciona, a partir de hoy quiero ser una persona que tenga intimidad contigo; ahora sé que tú conoces mis necesidades mucho antes que yo pueda pronunciarlas, por eso quiero acercarme a ti para disfrutarte, amarte y que me conozcas. ¡Te amo!

miércoles, 28 de agosto de 2013

Agradecimiento









En alguna ocasión, ¿Te has sentido mal porque regalarle algo a un amigo te hizo una cara de “no me gustó”, o dijo: “mmm…está bonito, pero me hubiera gustado más de otro color”? o “¿Tienes el recibo para cambiarlo?” pueda que alguna vez te paso, y lo más probable es que ésa haya sido la última vez que regalaste algo a esa persona, ¿Cierto? Si al contrario, ves que la persona se llenó de alegría y se mostró agradecido, la probabilidad de que vuelvas a regalarle algo será muy grande.

Pueda que sea verdad decirlo, y es triste pero vivimos en un mundo en donde las personas nos volvemos cada vez más exigentes y somos muy poco agradecidas (Por no decir “malagradecidas”)

En verdad, siendo muy sincero, se necesita de mucha humildad de nuestra parte para reconocer realmente a diario que somos bendecidos o “beneficiados” por Dios mismo o por alguna persona que Él usa en nuestro camino. 

Nuestra gratitud, hacía el Señor o hacia los demás habla mucho sobre la calidad de persona que somos.

Muchos hoy en día han perdido la capacidad de agradecimiento, y  encierran puertas que probablemente jamás se abrirán y alimentan su egoísmo, al pensar que “todo lo que hacemos es porque lo merecen”. La palabra de Dios nos enseña que nuestro diario caminar debe ser en actitud de agradecimiento (que todo lo que hagamos, lo hagamos dando gracias).

Si sabemos ser agradecidos con nuestro Dios, lo seremos también con los demás.
La Biblia nos dice:

“Alaben a Dios el Padre de todo corazón, y denle siempre gracias por todo” (Efesios 5.20 TLA)

Pero tal vez alguien preguntaría “¿Cómo agradecer a Dios si tengo situaciones difíciles?” no quiero sonar simplista, te explico: El ser agradecido con Dios es la clave y vital, pues es el espíritu de agradecimiento (es decir, el deseo, las ganas, la confianza en Dios) lo que hace la diferencia.

Son nuestras palabras de nuestro corazón, y no tanto las palabras que salen de nuestra boca, lo que realmente importa.

“Den gracias a Dios en cualquier circunstancia. Esto es lo que Dios espera como cristianos que son. “(1 Tesalonicenses 5.18 TLA)

El apóstol Pablo no está diciendo que demos gracias a Dios por todo, sino  que nos invita a que demos gracias a pesar de todo. ¿Por qué? ¡Porque podemos descansar totalmente en nuestro papá perfecto, el Dios del universo, nunca nos dejará ni nos soltará!

Debemos ser agradecidos por todo lo que recibimos de su mano, la vida que tenemos, las fuerzas, la oportunidad maravillosa de vivir en donde vivimos, el sustento que no falta, son todos milagros por los cuales debemos ser abiertamente agradecidos. 

Es tiempo de dejar de actuar como si todo lo que somos o tenemos fuera consecuencia de nuestro propio esfuerzo, pues todo lo debemos a Dios que es amor y que nos busca y nos enamora cada día.

El Salmista David asoció el ser agradecido con Dios, como una forma de darle alabanza solo a Él. Debemos el mérito completo al Señor, vivamos agradecidos y veremos aún cosas más poderosas en nuestro diario vivir.

“Cuán bueno, Señor, es darte gracias y entonar, oh Altísimo, salmos a tu nombre” (Salmos 92.1 NVI)

PARA QUE PRACTIQUES HOY:

Comienza agradecer ahora mismo por las oportunidades de estar con vida este día, hazlo todas las veces que puedas y en donde quiera que estés.

Empieza a hacer una lista de agradecimiento y escribe todo lo que quieras agradecer a diario. Esto te ayudará a recordarte todo lo que eres y lo que Dios te ha dado, aquí te doy un ejemplo (pero escribe tu propia lista):

-      Gracias por cada día en que me despierto y veo el sol brillar.
-      Gracias por mi familia, mis amigos, por su bienestar, su salud y sus progresos.
-      Gracias porque puedo respirar, caminar, sentir, ver y disfrutar todo a mi alrededor.
-      Gracias por mi salud.
-      Gracias por que me permites disfrutar lo que hago.
-      Gracias por lo que tengo y por lo que aún no tengo.
-      Gracias por el país en que vivo.
-      Gracias por mis líderes y pastor.

Has esta oración conmigo y repítela durante el día; Jesús, te agradezco tanto por la vida que me has dado, muchas gracias por darme el privilegio de vivir en estos tiempos. También te agradezco por mi familia, por mis hermanos, por mi escuela, simplemente por ser UN DIOS TAN BUENO, nunca me cansaré de agradecer tu amor y fidelidad. En tu nombre, Amén.

martes, 27 de agosto de 2013

Disciplina espiritual Part. I









Creer en Jesucristo es una cosa, ser su discípulo de él es otra. En Juan 8:31 LHH podemos ver lo que Jesús le dijo a sus seguidores: “Si ustedes se mantienen fieles a mi Palabra, serán de veras mis discípulos”.

No sé si te ha pasado que vez televisión dos horas, pero “no hay tiempo” (sino dos minutos) para leer La Biblia antes de ir a dormir. Por ende nos hacen falta desarrollar las disciplinas espirituales básicas. 

Hay personas que no salen de su casa sin leer el horóscopo, y hay gente que ponen toda su energía en ver lo que pasa con su equipo favorito o en el chisme del momento de la farándula, ¿Te podes imaginar qué sería del mundo si pusiéramos esa misma constancia en buscar la dirección de Dios en Su Palabra?

La Palabra, es tan poderosa que puedes escuchar a Su autor al leerla y estudiarla, (Así como escuchas a tus amigos cuando hablas con ellos), ¡Es real y funciona! Yo nunca escuche a Dios con mis oídos, pero muchas veces lo he escuchado al Leer Su Palabra.

El Apóstol Pablo escribió a Timoteo:

“Tú sigue firme en todo aquello que aprendiste, de lo cual estás convencido. Ya sabes quiénes te lo enseñaron. Recuerda que desde niño conoces Las Sagradas Escrituras, que pueden instruirte y llevarte a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús. Toda escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud, para que el hombre de Dios esté capacitado y completamente preparado para hacer toda clase de bien.” (2 Timoteo 3.14-1) (Énfasis agregado)

Hay disciplinas las cuales puedes desarrollar para disfrutar aún más tu relación con Dios, (Orar, meditar, etc.) y una valiosa es Estudiar Las Escrituras. Aunque es imposible formar un hábito en un espacio tan pequeño como este devocional, a continuación te quiero enseñar una de las maneras que a mí me gusta realmente (y espero que sea el inicio de una nueva vida en La Palabra para ti).

Empieza tu día leyendo un Proverbio (Hay uno para cada día del mes) ¡Fantástico! Subraya lo que te impacta, y si es necesario deja de leer por un momento para pensar en algún versículo que resalte y que te hable directamente.

Cuando acabes el capítulo, regresa al principio y comienza a orar (con los ojos abiertos) La Palabra. Es decir, aprópiate de lo que estás leyendo y decláralo en tu vida, en la de tu familia, haz pactos con Dios. Esto se puede hacer en el autobús cuando vas rumbo a la escuela, o el trabajo, o si estás en casa.

PARA PRACTICAR HOY (y hacerlo oración):

Te doy un ejemplo con los primeros versos de Proverbios 2 y lo puedes terminar tú solo como parte de tu práctica del día (pero no te detengas, mañana y el resto del mes sigue practicándolo)

(v.1-2) “Querido jovencito, grábate bien mis enseñanzas; memoriza mis mandamientos. Así te irá bien por el resto de tu vida

Allí me detengo y oro lo siguiente: “Dios, quiero que mi mayor tesoro sea oír tu voz cada día, lo que enseñas, lo que quieres verdaderamente para mí, si escucho tu voz, no tengo por qué temer al futuro”.

(v.3-4) “Ama siempre a Dios y sé sincero con tus amigos; así estarás bien con Dios y con tus semejantes.” 

Me detengo y de nuevo oro: “Jesús, quiero amarte por encima de todo lo que tengo y quiero tener, y por encima de lo que soy y quiero ser. También ayúdame a poder ser más como tú y ser un canal de bendición a mis amigos, y a las personas que tengo cerca”.

(v.5-6) “Pon toda tu confianza en Dios y no en lo mucho que sabes. Toma en cuenta a Dios en todas tus acciones, y él te ayudará en todo.

Oro de nuevo: “Jesús, ayúdame a nunca, confiar en mí o en mis capacidades, QUIERO tomarte en cuenta en TODO lo que haga, pues así sabré que estoy caminando en tu plan.”
Y así continua el resto del capítulo, y sigues practicando este método, notarás que escucharás a Dios todos los días.

Has esta oración conmigo y repítela durante el día; Toma algún verso del Proverbio de hoy que te haya impactado y agrégalo a tu curación de hoy: “Jesús, ¡Que impresionante es poder tener una relación contigo! El resto de este día quiero estar pensando y meditando lo que me has hablado este día, quiero colgar tus enseñanzas en mi cuello y así estar atento siempre para escucharte hasta irme a dormir, Te Amo y quiero conocerte cada día más; En tu nombre. Amén”.

lunes, 26 de agosto de 2013

Tu propósito

“Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.” (Salmo 138:8)

Hoy en día hay muchos creyentes que caminan por la vida, sin rumbo, sin entender el propósito que él tiene para ellos, Jesús tenía un propósito cuando vino a la tierra y fue salvarnos de la condenación, los cristianos de hoy viven atados a su pasado, a su manera de vivir, a sus pecados, a su rebeldía, su orgullo, y un sinfín de cosas en su corazón.

Debido a esto, no encuentra su llamado, su misión aquí en la tierra, están confundidos, sin esperanza, pero te digo hoy: Mientras hay vida, hay esperanza, y hay una sola y es Jesús.
Dios tiene un camino mejor para todos, quizá ahora no lo ves, y cada día miras a tu alrededor y no puedes ver quizá lo que deseas, lo que tanto has anhelado, pero más adelante si lo entenderás.

Tú prueba, tu tentación, tu confusión, Dios las convertirá en bendición  más adelante, pero si te mantienes con fe, recuerda que sin ella es imposible agradarle. No es necesario que te vayas al mundo para venir arrepentido sin una pierna, o manchado para saber qué es lo que Dios quiere para ti, debes mantenerte firme, aunque no lo sientas, aunque no lo escuches, aunque ahorita no veas NADA.

El salmo es muy claro, Es Su propósito, no el tuyo. Tú tienes un propósito más grande que el mundo. Pero es necesario que te mantengas, Dios es un Dios de procesos, él no creó la tierra en un solo día, al igual que al hombre y a la mujer, todo llevó su tiempo, para todo hay tiempo, pero nada absolutamente nada se sale del control de Dios.

Si hoy que no entiendes, te ves más atacado por el enemigo, mas tentado por el mundo, pídele a Dios fuerzas, no dejes que el pecado te haga perder lo grande y maravilloso que Dios tiene contigo, renuncia a TODO, muere a ti y a tu carne, para vivir espiritualmente vivo en Él.

Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.” (Mateo 9:35)

Cuatros cosas que hizo Jesús:
1-      Sanar
2-      Enseñar
3-      Echar fuera demonios
4-      Predicar

Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.” (Mateo 9:36)

Dios tuvo compasión de la gente, nosotros debemos tener compasión como Jesús. La gente necesita a Cristo en su corazón para sanar su alma.

El propósito de Dios, es que tú le sirvas, Dios está necesitando vidas, bocas, brazos, pies, para proclamar Su Palabra, no nacimos para vivir bajo la comodidad, cuando tuvimos un gran ejemplo del mismo Jesús que no tenía ni donde recostarse, tu propósito  no es ser famoso entre los hombres, es que todos conozcan lo maravilloso y glorioso que es Dios, para poder cambiar vidas y transformarlas en canal de bendición.

Cristo tiene la respuesta para nuestras vidas. “Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos.” (Mateo 9:37) la necesidad es mucha, pero son pocos los obreros. Tu propósito es cumplir los sueños de Dios.

Tú te tienes que convertir en una ayuda de Jesús, un pilar de luz para la oscuridad, un manantial de bendición a los que están bajo maldición, pero necesitas comprender la necesidad que tú tienes primero, de cambiar, de buscarlo, entregar tu vida a Él.

Tu propósito no es solo asistir a la iglesia y sentarte a escuchar, ¡No!, debes llevar la Palabra, a tu trabajo, a tu escuela, con tus amigos, los vecinos, y Dios será más que fiel en levantarte para cosas grandes. 

 Tu propósito en la tierra no es solamente tener lujos, una buena carrera, menospreciar al que es menos que tú, no, es todo lo contrario: Es hacer Su voluntad. Porque nuestra voluntad no nos llevará a la eternidad.

Es tiempo que si hoy, deseas ver su Mano, reconozcas su soberanía, su poder, su amor, la necesidad que tienes, el pecado que te está acabando por completo a conocer los propósitos hermosos que Él tiene para tu vida. 

¡Actívate! Dios  te ama, y Él quiere usarte.

Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.” (Jeremías 1:5)

El propósito de Dios es llevarte a otro nivel, sigue escalando. Y confiando en Él, que nada ni nadie te aparte de la bendición única que Él tiene para ti.