jueves, 31 de marzo de 2011

No pierdas tiempo preguntándote


Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor. Efesios 5:17

La mayoría de veces los creyentes se retuercen las manos y se preocupan si están o no orando de acuerdo con la voluntad de Dios. “Qué lástima”, dice, “ciertamente no puedo esperar que Dios haga algo por mí que esté fuera de su voluntad.” Y están absolutamente en lo correcto. Pero no necesitan perder el tiempo andando por ahí perplejos. Necesitan tomar sus Biblias y averiguar cuál es la voluntad de Dios.

Dios ha hecho algunas promesas muy específicas en Su Palabra, y Su voluntad es cumplir cada una de ellas en tu vida. En efecto, esas promesas están divinamente garantizadas por un contrato, que ha sido firmado con la sangre de Jesucristo.

Piénsalo de esta manera. Tu Biblia es la última voluntad y testamento de Jesucristo. Es un registro de tu herencia. Todo lo que te pertenece ha sido registrado en ese libro, y la cosa más inteligente que puedes hacer, es investigar lo que hay en ella. No la dejes sobre la mesa, y luego te pongas a gritar: “¡OH, DIOS! ¡OH, DIOS! ESTOY BUSCANDO LA VERDAD. “¡Levanta La Biblia de la mesa, y busca en ella lo que le pertenece! Indague cómo necesitas cambiar para estar en conformidad con la voluntad de Dios.

Algunas personas no hacen eso. Al contrario, tratan de cambiar a Dios. Ellos siguen tratando de convencer a Dios de lo heridos que se sienten o de los pobres que están. Rogarán, suplicarán y se engañarán, actuando todo el tiempo como si tuvieran que cambiar, de algún modo, el parecer de Dios acerca de la situación. Esas personas se van a quedar esperando por mucho tiempo.

Dios nunca va a cambiar. La Biblia dice que El es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Su voluntad también lo es. Así que no pierdas tu tiempo preguntándote si tus oraciones están conforme a la voluntad de Dios. Agarre el Libro y fundamente sus oraciones en él.

¡Entonces podrá descansar seguro de que la respuesta está en camino!

Lee y medita: Proverbios 2:1-12

miércoles, 30 de marzo de 2011

Conocidos en el infierno


No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.  1ra Corintios 10:13

Junior Zapata escribió hace unos años un libro titulado Conocido en el infierno en el que habla sobre varios temas relacionados con la juventud. Una nota recurrente en el libro de este gracioso y a la vez inteligente guatemalteco, tiene que ver con cómo decirle NO a las tentaciones.

Es que lo más común en el mundo de hoy es justamente ceder cuando somos tentados. Es eso lo que hace un porcentaje muy alto de personas, incluso creyentes. Pero una alarma suena en el infierno cuando notan que alguien sabe decir que no a la tentación

El que es capaz de decir que NO, es alguien diferente. Tiene dominio propio. Es inteligente. Considera las consecuencias de sus acciones. No reacciona como una autómata. El apóstol Pablo nos dice que no sufrimos ninguna tentación que no sea común para nuestra raza. Que Dios conoce nuestros límites y siempre nos provee alguna salida para escapar de la tentación.

Miro mi vida y me doy cuenta de que, en mi caso, siempre es así. En todas las situaciones de tentación por las que he pasado tuve la posibilidad de decir que no. Algunas veces lo hice y otras no quise, pero siempre tuve la posibilidad de elegir y esquivar la tentación.Si somos fuertes, el infierno registrará nuestros nombres. Seremos peligrosos para el reino de las tinieblas, y en el camino evitaremos que otros caigan también.

Digamos con valentía y con honra ¡NO!  a la tentación. No le demos cabida a las tentaciones, pasaremos por ellas. Pero no ellas pasaran sobre nosotras, venzamos con el poder de Dios.

martes, 29 de marzo de 2011

Esperar en Dios


Tú debes saber que Dios no se cansa como nosotros; debes saber que su inteligencia es más de lo que imaginamos. Y debes saber que su poder ha creado todo lo que existe. Isaías 40:28

Los seres humanos tendemos a desesperarnos cuando no vemos la rápida solución a un problema. Tenemos ese defecto, la impaciencia. El hecho de querer que las situaciones difíciles se esfumen de un segundo a otro y querer volver a estar en paz con Dios.

Solemos <cansarnos>. David por ejemplo, en Salmos 13:1-3, le dijo a Dios <<Mi Señor y Dios, ¿vas a tenerme siempre olvidado? ¿Vas a negarte a mirarme? ¿Debe seguir mi corazón siempre angustiado, siempre sufriendo? ¿Hasta cuándo el enemigo me va a seguir dominando?>>. David no entendía los tiempos de Dios, él pensaba que Dios lo tenía olvidado. Estaba cansado de que su enemigo lo ataque, lo domine y quería una rápida respuesta de Dios.

Pero David luego recibió respuesta de Dios, porque Él es fiel. En muchos de sus salmos, agradece a Dios por su cuidado y por su misericordia. << Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones.>> Salmos 100:5. Aunque muchas veces no lo entendamos, la respuesta de Dios es Perfecta.

Otro ejemplo es Isaías. Cuando Isaías dice “como nosotros”, está aceptando que el muchas veces se ha cansado. ¿Pero qué nos dice? <DIOS NO SE CANSA>. Nuestro Señor tiene una paciencia superior a la nuestra, Él tiene sus tiempos y constantemente actúa en nuestras vidas.

Veamos más ejemplos. Pablo en Romanos 15:5 escribe <<Pero el Dios de la paciencia y de la consolación…>>. Pedro también nos dice <<El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.>> 2 Pedro 3:9.

Como éstos, podemos encontrar muchos versículos que mencionan la Grandeza, paciencia y misericordia de nuestro Señor. Así como su inteligencia, su sabiduría y su Poder. Dios ha creado todo sobre la tierra, con su inteligencia creó a los animales así como también creó hombres que los cuiden, creó plantas de las cuales puedan alimentarse, les dio agua para que tengan de beber; absolutamente TODO lo que creó tuvo un propósito. En su creación se ve su inteligencia y sabiduría, su Poder supera nuestro entendimiento.

Al final del capítulo leemos: <<Dios les da nuevas fuerzas a los débiles y cansados. Los jóvenes se cansan por más fuertes que sean, pero los que confían en Dios siempre tendrán nuevas fuerzas. Podrán volar como las águilas, podrán caminar sin cansarse y correr sin fatigarse.>> Isaías 40:29-31. Así que si estás cansado, impaciente: espera en Dios. Él te dará nuevas fuerzas. Su Poder es inmenso, su inteligencia es inimaginable y su paciencia es mucha para quienes en Él confían. ¡Espera en Dios, y podrás volar, caminar y correr nuevamente!.

Lee y medita: Isaías 40:25-31

lunes, 28 de marzo de 2011

Transformando Las Pérdidas


Pero la transgresión de Adán no puede compararse con la gracia de Dios. Pues si por la transgresión de un solo hombre murieron TODOS, ¡Cuánto más el don que vino por la gracia de un solo hombre, Jesucristo, abundó para todos! Romanos 5:15

Si necesitas alguna vez que alguien te diga cómo cambiar las cosas a su alrededor, acude a Dios. El es experto en la materia. Dios ha tenido más pérdidas que cualquier otra persona que haya vivido.

Piénsalo, el perdió a Lucifer, su ángel de mayor rango y el más ungido. Perdió por lo menos un tercio de los ángeles cuando Lucifer cayó. Luego perdió al hombre y a la mujer que Él había creado; y al haberle dado dominio sobre la tierra, cuando los perdió, también perdió la tierra.

No obstante, a pesar de todo eso, Dios no es un perdedor. El es el ganador más grande de todos los tiempos. ¿Sabes por qué? Porque El conoce cómo transformar las pérdidas. Sabe cómo usar la ley y dar y recibir para convertir las pérdidas en ganancias.

“Den, y se les dará: y se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante” (Lucas 6:38). ¿No es eso increíble? Dios tenía cada opción que existe para escoger al redimir las cosas que Él había perdido. Tenía toda la sabiduría y el poder a Su disposición. De todo eso, la que El eligió usar fue la ley de dar. Dios dio lo más grande que tenía: Su Único Hijo. Luego respaldó ese regalo con Su propia fe. Y cuando la ley de dar y recibir había cumplido su propósito, el Dios Padre Todopoderoso no sólo recibió a Su Hijo unigénito, sino también a millones de otros hijos.

No te desesperes por tus pérdidas. Redímelas del mismo modo que Dios redimió las suyas. Debes poner y dar el principio más poderoso del universo a trabajar a tu favor. ¡Dad y se os dará!

Lee y medita: Juan 3:12-21

domingo, 27 de marzo de 2011

Vivifícate hoy



Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! 2 Corintios 5:17 NVI

Resurrección. ¿En qué piensas cuando escuchas esa palabra?. La mayoría de las personas piensa en el pasado. En una piedra removida. Una tumba vacía. Y un Señor resucitado. ¡GLORIA A DIOS, JESUS VIVE! Lo que no comprendemos por completo es esto: El no es el único que ha resucitado. ¡Nosotros también hemos resucitado!

Resucitamos espiritualmente el día en que hicimos al Señor Jesucristo el Señor de nuestra vida. Ese día pasamos de muerte a vida. ¡La parte más grande de su resurrección ya sucedió! Medita en esto. Cuando tú hiciste a Jesucristo el Señor de tu vida, el espíritu de Dios reposó sobre ti.  La gloria del Señor vino a tu ser. Y esa gloria consumió al viejo hombre pecador que eras. Ese hombre viejo murió. Y en tu lugar nació una nueva criatura. 

Si, habrá un día cuando el cuerpo terrenal en que vives será levantado y glorificado, pero tú no tienes que esperar hasta entonces para ser libre del pecado, la enfermedad, la pobreza y el fracaso que acompaña a este mundo natural. ¡Tú eres libre de todo eso ahora!

Puedes estarte preguntando: Bueno, si soy tan libre, ¿Por qué no puedo dejar de fumar? ¿por qué no puedo rebajar de peso? ¿Por qué estoy siempre enfermo?. Por qué has dejado que Satanás te convenza de que tu todavía estas bajo su poder. ¡Permitió que lo persuadiera a vivir como si todavía estuviera espiritualmente muerto! ¡Por eso, quiero que comiences hoy a considerarte vivo! 

Comienza a pensar en ti mismo como alguien que ya tiene la vida de Dios en lugar de un ser terrenal que está esperando por la resurrección. Considerate muerto de pecado y vivo al por de Jesucristo. ¡Tu te encontraras viviendo una vida nueva hoy!

Lee y medita: Romanos 8:1-14

sábado, 26 de marzo de 2011

Aprovecha tus dones


Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. 1 Corintios 12:4-7

Desde pequeños hemos estado desarrollando algunas habilidades más que otras. Tal vez cuando ibas a la escuela notabas que eras más el más rápido corriendo, la que mejor cantaba, tal vez te destacabas en los deportes o en idiomas. 

Éstas habilidades, podemos llamarlas dones del Espíritu Santo. En la primer carta a los Corintios, capítulo 12 versículo 1 Pablo escribió <<No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales>>. A mi me resulta increíble cómo en tan pocas palabras, se nos dice MUCHO.

Pablo nos dice NO IGNOREN los dones que el Espíritu Santo les ha dado. Dios quiere que utilices esos dones. ¿Eres hábil para cantar? Házlo para el Señor. ¿Eres hábil para el arte, la literatura o la enseñanza? Házlo para el Señor. Él te ha dado esos dones por medio del Espíritu Santo y quiere que los uses.

Versículos más adelante, Pablo habla de los distintos dones. Palabra de sabiduría, palabra de ciencia, fe, sanidad, el hacer milagros, profecía, discernimiento de espíritus, diversos géneros de lenguas, interpretación de lenguas. (1 Corintios 12:8-10) 

Seguramente notarás en tu misma iglesia, personas que evangelizan con mayor habilidad, personas que forman parte del coro, personas que administran, pastores y líderes; a todos se les ha dado una capacidad especial, un don distinto.

¿Quieres saber algo? ¡A ti también el Espíritu Santo te ha dado un don! Si lo has descubierto, úsalo para Dios; si no lo has descubierto, piensa en qué eres más hábil, y busca la forma de usarlo para Dios, pues ese es tu don. <<Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.>> 1 Corintios 14:12

Debemos aprender a usar los dones que Dios nos ha dado para edificar. ¿Imaginas lo que pasaría si unes tus dones con otras personas? <<¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.>> 1 Corintios 14:26. 

Así que si te reúnes con hermanos, descubrirán que tienen dones en común, dones diferentes, y ¿Sabes qué? Úsenlos, únanlos y ayúdense a crecer espiritualmente. ¡Todo sea para Dios!

Y recuerda: Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. 1 Corintios 12:4-7

viernes, 25 de marzo de 2011

¡Obedece al Señor!



El hombre que reprendido endurece la cerviz, De repente será quebrantado, y no habrá para él medicina. Proverbios 29:1

Algunos tienen la idea equivocada de que cuando la dirección del Espíritu Santo viene a ellos, pueden ignorarla por un rato si así lo desean y luego obedecerle cuando crean apropiado.

Puede que piensen: “Sé que estoy haciendo mal, Sé que mi estilo de vida no está bien, solamente voy a hacerlo por un tiempo. Luego arreglaré las cosas con el Señor.” Déjame advertir, eso es algo sumamente peligroso. Dios dice que cuando tu rechazas su dirección, el corazón se endurece. No es que la gracia de Dios deje de extenderse hacia ti.

Tampoco es que Dios no lo perdona si tú decides volverte a Él. Simplemente significa que el pecado endurecerá tu corazón hasta el punto donde tú no podrás escuchar a Dios llamando.

Eso les sucedió a los hijos de Israel. Dios les decía qué hacer y ellos no lo hacían. Cuando intentó llevarlos a la Tierra Prometida y les dijo que entraran y la poseyeran, se negaron por completo. De hecho, ellos pensaban que tenían buenas razones para rehusar a hacerlo. Estaban tan llenos de temor e incredulidad que realmente pensaban que si hacían lo que Dios decía, serían destruidos.

No importa realmente cual sean las razones para desobedecer, esa desobediencia te costará. Inclusive, endurecerá tu corazón. El pueblo de Israel ignoraba la dirección de Dios tan a manudo, que finalmente El los envió al desierto. Eran tan obstinados que El no podía llevarlos a las bendiciones que había planificado para ellos y tuvo que dejarlos vagar hasta que todos, menos dos, murieran. Tuvo que levantar de nuevo una nueva generación de gente con un corazón dócil antes de que pudiera llevarlos a la Tierra Prometida.

Aprende una lección de eso y no juegues con el pecado. Cuando Dios te dice lo que necesitas hacer, no lo pospongas pensando que será más fácil hacerlo luego. No lo será ¡Sera más complicado! Cuando el Espíritu de Dios viene para corregirte, sigue sus instrucciones, y síguelas rápidamente. Mantén tu corazón susceptible. ¡Obedece al Señor!

Lee y medita: Nehemías 9:6-37