Tu milagro es hoy

Una de esas barcas era de Simón Pedro. Jesús subió a ella y le pidió a Pedro que la alejara un poco de la orilla. Luego se sentó en la barca, y desde allí comenzó a enseñar a la gente. Cuando Jesús terminó de enseñarles, le dijo a Pedro: “Lleva la barca a la parte honda del lago, y lanza las redes para pescar.” Pedro respondió: “Maestro, toda la noche estuvimos trabajando muy duro y no pescamos nada. Pero, si tú lo mandas, voy a echar las redes.” Hicieron lo que Jesús les dijo, y fueron tantos los pescados que recogieron, que las redes estaban a punto de romperse. (Lucas 5:3-6)

Sabemos en la vida cotidiana que todos necesitamos un milagro, ya sea financiero, de sanidad física o espiritual, la respuesta de una petición especial para nuestro corazón; pero no queremos el compromiso, no queremos obedecer la voz de Dios que nos habla, no queremos desgastarnos para poder ver el cumplimiento de nuestros sueños. Tenemos temor y a veces no avanzamos, nos afanamos, nos desesperamos y cansamos, y es ese momento el cual el enemigo utiliza para apartarnos del propósito de Dios para nuestras vidas, robarnos nuestros sueños y quitarnos la bendición que nos pertenece. Pero este día, Él quiere que nos comprometamos con Él y, sobre todo, si tú crees, un milagro puede suceder en tu vida.

Boga mar adentro y haz lo que Jesús te dice. “Ustedes, sus ángeles poderosos,

que cumplen sus mandatos y llevan a cabo sus órdenes, ¡alaben a mi Dios! Y ustedes, sus ejércitos, que están a su servicio y cumplen su voluntad, ¡alaben a mi Dios!” (Salmo 103:20-21)

Si quieres ver un milagro en tu vida, primero debes iniciar por el principio, dejarte guiar por el Espíritu de Dios que te habla a tu vida. Pero tú puedes preguntarte ¿Y cómo me habla Dios? Bueno, a través de esta palabra, a través de un amigo, a través de cada situación que estés viviendo…

Cuando obedeces a lo que Dios te dice, te conviertes en alguien poderoso en el Reino de los cielos, te conviertes en un ministro de Dios que está a punto de ver la manifestación de la Gloria en su vida.

Solamente déjate guiar, debes disponer tu corazón, tus emociones, tu vida, para que la presencia de Dios descienda sobre ti y te bendiga sobrenaturalmente, sobre todo que te muestre cuál es Su perfecta voluntad.

Si Jesús está en tu barca, no temas. Simón le dijo a Jesús: “Hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada”. Si Jesús no está en tu corazón y en tu vida, te cansarás, te frustrarás y te desgastarás por tratar de cambiar tu vida y nada podrás hacer, pero si Él está contigo, no temas.

Si tú eres un hombre o una mujer que sirves a Dios incansablemente, de día y de noche y le has prestado tu barca, de cierto te digo que Él habrá de recompensarte grandemente. Sólo tienes que dejarte guiar por lo que Él te dice, boga más adentro, comprométete más con Dios y echa la red, porque la manifestación de los peces se verá en tu vida.

Dios es un Dios justo que no se queda con nada y que sabe compensar a todos sus hijos. Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. (Hebreos 6:10)

Ponle demanda a esa promesa y arrebata hoy tu milagro, recuérdale a Dios el trabajo que con AMOR y DILIGENCIA HAS HECHO PARA SU OBRA y Él habrá de responderte. Si has estado trabajando a medio compromiso o muy poco compromiso con el Señor, este es el día en que te puedes comprometer. Es tiempo de tirar la red, tu milagro es hoy.

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