viernes, 14 de junio de 2013

La paternidad de Dios









"Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!" (Romanos 8:14-15)

Uno de los propósitos de Jesús cuando vino a la tierra fue mostrarnos la paternidad de Dios, revelarnos a Jehová Dios como el padre, revelarnos a un Dios personal  y familiar, revelarnos al padre que nos predestino desde antes de la fundación del mundo.

Muchos de nosotros crecimos en un hogar disfuncional, en donde la imagen de un padre nunca existió o si alguna vez existió fue totalmente incorrecta para poder guiar y bendecir nuestras vidas; pero este día conoceremos un poco más acerca de esta faceta de Dios, Su Paternidad y cómo podemos vivir bajo este cuidado lleno de amor, seguridad e identidad que solo la paternidad de Dios nos brinda.

I.            Si queremos llegar al Padre, hay un solo camino:

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi” (Juan 14:6) en primer lugar, Jesucristo nos revela que solamente hay una sola forma o un solo camino, para ir al cielo, acercarnos confiadamente a su presencia y poder recibir la paternidad de Dios en nuestras vidas, y es a través del único intermediario Jesucristo el Hijo de Dios, Él es el único camino al Padre. Si tú quieres experimentar el cuidado del padre celestial, Jesús tiene que morar en tu vida.

II.         La voluntad del Padre es que nadie se pierda

“Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en Él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero” (Juan 6:40)
El anhelo de Dios es que tu vida sea rescatada de la tinieblas que el enemigo ha levantado en contra de ti, Dios quiere mostrarte Su Amor y Su propósito divino; ese deseo por parte de nuestro Padre Celestial está condicionado a que si tú crees en Su Hijo Jesucristo tendrás vida eterna y salvación.

Quizás tú nunca tuviste un padre que cuidara de ti, que se interesara por ti, que velara por tus necesidades, déjame decirte que hay un Padre celestial a quien tú le importas mucho, Él trata de hablarte de muchas maneras, levanta ángeles a tu alrededor para acercarte a ti y su deseo es que tú puedas a través de Su hijo Jesús, experimentar una nueva vida libre de cadenas de pecado, libre de tinieblas, llena de identidad para que puedas salir adelante, para que puedas desarrollar tus sueños y que puedas sentirte amado por Él.

III.         Su paternidad nos brinda un hogar

“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros”. (Juan 14:2)

Toda persona nace en un lugar sin poder escoger en cual, hoy tú y yo tenemos la oportunidad de poder ser parte de esta familia, que somos el pueblo de Dios y que tenemos un hogar eterno en el reino de los cielos.

IV.         Cuando somos hijos tenemos acceso directo al Padre

Todo miembro de la familia de Dios cuando tiene una aflicción o necesidad tiene acceso directo al Padre “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16), en la vida hemos sido decepcionados muchas veces por nuestros padres terrenales; cuando los necesitamos no están o nunca nos han escuchado y mucho menos interesado en nuestras vidas, pero hay un padre que siempre nos está esperando todo el tiempo con los brazos abiertos; para atendernos, amarnos, consolarnos, ayudarnos, proveernos, entendemos si nos acercamos a Él y lo mejor es que Su amor es Incondicional. 

Tú y yo tenemos la oportunidad, gracias al sacrificio de Jesús en la cruz del calvario, de poder llamar a nuestro papito Dios (¡Abba Padre!), lo que el ser humano necesita en su vida es tener la identidad de hijo de Dios; para sí poder disfrutar con alegría, felicidad, paz y amor el regalo de la vida y no solo la vida terrenal, sino también la vida eterna.

Si tú quieres realmente experimentar esta paternidad de Dios en tu vida entrégale el control total a Dios de tu corazón, y podrás conocer el verdadero amor de un padre hacia su hijo.

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