martes, 31 de julio de 2012

La gloria sólo a Dios


“Pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios.” (Juan 1:12-13)

Hay tantas religiones que hoy en día siguen pensando que nosotros, los seres humanos, podemos hacer algo para lograr ser salvos. Pero la Biblia es muy clara y enseña que el que nos escoge para salvación es Dios, no somos nosotros los que escogemos ser salvos.

Si comenzamos a plantear que nosotros escogemos ser salvos, que podemos hacer algo para ser salvos, es cuando la altivez llega a nuestra vida porque pensamos que, por buenos, Dios nos ha regalado la salvación.

No hay nadie sobre este mundo que pueda decir “Yo soy lo suficiente bueno para ser salvo”, nadie. Todos en este mundo, como seres humanos, lo único que merecemos es la muerte y por ende la condenación. No podemos ser capaces de jactarnos de algo bueno delante de Dios.

Debemos entender que nosotros, antes de conocer a Dios, estábamos destinados a la perdición, a la muerte, a la condenación, no éramos nada: el mundo nos tenía de menos, despreciados, ignorados, hechos a un lado, a pocos o nadie le interesábamos. Pero ahora que Dios nos ha llamado a salvación, somos hijos del gran Rey. Somos hijos de Dios, hijos de Dios y como tales debemos de vivir. Algo que debe de quedar claro, es que Dios nos ha llamado a salvación, nosotros no hemos hecho nada para merecer esa salvación.

Así que no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. (Romanos 9:16)

Creemos más bien que somos salvos por la gracia del Señor Jesús, de la misma manera que ellos también lo son.” (Hechos 15:11)

Siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús”. (Romanos 3:24)

Aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados).” (Efesios 2:5)

Podría citarte más versículos para que entendieras que la salvación no es por obras, ni tan siquiera la merecemos. La salvación es por la gracia soberana de nuestro Dios. No hay más que darle la gloria a Dios por la salvación que nos ha regalado.

Ya no nos jactemos por algo que nosotros no hemos hecho, ni podemos hacer nada. La salvación es gracias al sacrificio de nuestro Señor Jesús en la cruz. Estudia la Biblia, cree la Biblia y vive la Biblia. Dios te bendiga.


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