Soberano Señor

”¡Así que eres rey! -le dijo Pilato. -Eres tú quien dice que soy rey. Yo para esto nací, y para esto vine al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz.” (Juan 18:37)

¿Quieres escuchar la voz de Dios? ¿No encuentras dirección en Dios? ¿No sabes qué hacer para agradar a Dios? ¿No sabes cuál es el plan de Dios para tu vida? No te compliques más, lee la Biblia y encontrarás respuesta.

Cuando Pilato tenía cara a cara a nuestro Señor, le hizo una pregunta que demuestra si somos hijos de Dios o no. La respuesta que nuestro Señor le dio fue clara “Sólo los que son de la verdad escuchan mi voz”. ¿Quiénes somos los de la verdad? ¿Cómo sabemos si somos de la verdad?

“y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:32) La verdad es una sola. No hay más. Sólo hay una forma de conocer la verdad, sólo hay una verdad: Jesús. No puedes aceptar que alguien más te llegue predicando otro “dios” diciéndote que te ofrecen salvación, eso es mentira. Ojo, pero debes tener cuidado, porque ninguno de ellos te hablará mal de Dios, todos te dirán cosas bonitas. Pero, es fácil identificar si te hablan la verdad o no.

“Para los puros todo es puro, pero para los corruptos e incrédulos no hay nada puro. Al contrario, tienen corrompidas la mente y la conciencia. Profesan conocer a Dios, pero con sus acciones lo niegan; son abominables, desobedientes e incapaces de hacer nada bueno” (Tito 1:15-16) Lo más preocupante no es que ellos lleguen hablando charlatanerías, lo más preocupante es nuestro desconocimiento de la Palabra de Dios.

Jesús fue muy claro al predicar sobre la verdad. Jesús fue muy claro al decir cómo somos salvos. Jesús no anduvo con medias tintas a la hora de pedir santidad. Jesús, en la Palabra de Dios, nos mostró muy claro la forma de identificar a los falsos maestros.

Mis amados hermanos, la santidad no es moda, la santidad no es opcional. La santidad es lo que Jesús pide en la Biblia. Lamentablemente, los seres humanos hemos humanizado a Dios creyendo que Él es como nosotros, cosa que es una herejía. “Mi reino no es de este mundo -contestó Jesús-. Si lo fuera, mis propios guardias pelearían para impedir que los judíos me arrestaran. Pero mi reino no es de este mundo.” (Juan18:36) No podemos decir que Dios es como nosotros, no podemos decir que Dios tiene nuestros gustos. Dios es Dios y Él es Santo, Justo y Perfecto.

Si alguien te llega hablando herejías sobre Jesús y no sabes identificarlo, debes preguntarte si en realidad conoces a Jesús o no. Porque Jesús es la verdad. Al momento de hacer a Jesús nuestro Señor, el Espíritu Santo mora en nosotros y la Biblia dice al respecto en Juan 14:26: “Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho”.

¿Cuáles son todas esas cosas? ¿Cómo recordarlas? Lee la Biblia y conocerás a Dios. Sin lectura bíblica no existe relación con Dios. Sólo hay un nombre dado para salvación: Jesús.

“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo del cielo, dado a los hombres, en que debamos ser salvos.” (Hechos 4:12)

“De éste dan testimonio todos los profetas, de que por su nombre, todo el que cree en Él recibe el perdón de los pecados.” (Hechos 10:43)

“Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre.” (1 Timoteo 2:5)

“Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados.” (Mateo 1:21)

“Sin embargo, para nosotros hay un sólo Dios, el Padre, de quien proceden todas las cosas y nosotros somos para Él; y un Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por medio del cual existimos nosotros.” (1 Corintios 8:6)

“Y por eso Él es el mediador de un nuevo pacto, a fin de que habiendo tenido lugar una muerte para la redención de las transgresiones que se cometieron bajo el primer pacto, los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna.” (Hebreos 9:15)

“Y a Jesús, el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la sangre de Abel.” (Hebreos 12:24)

“Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no pequéis. Y si alguno peca, Abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.” (1 Juan 2:1)

Recuerda que la Biblia hay que leerla, creerla y vivirla. Dios te bendiga.

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