“Dios los salvó por su gracia cuando creyeron.
Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un
premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros
puede jactarse de ser salvo. Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó
de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó
para nosotros tiempo atrás.” (Efesios 2:8-10)
Muchas
veces hemos hablado y escuchado sobre este texto bíblico. Pero pocas veces
entendemos todo lo que acá está plasmado.
Muchos
cristianos han olvidado que la razón de ser de nuestras vidas no somos nosotros
mismos, es Dios. Por ende, la gloria de todo se la lleva Dios. En este mundo no
hay nada que no se rija bajo la poderosa mano de Dios. Todo pero todo Dios lo
ordena.
La
soberana voluntad de Dios es la que dirige nuestra vida. No puedes jactarte de
haber logrado algo por tus medios, si te jactas de ello, estás pecando. Dios es
el único que permite todo lo que en tu vida sucede. Como hijos de Dios, tenemos
un gran reto por delante y es vivir para Su gloria eterna.
Desde
el momento en que somos llamados por el Padre para vivir para su gloria,
nosotros tenemos muchos derechos, sí, pero también tenemos muchos deberes que
cumplir. Se nos olvida que nosotros dependemos completamente de la soberanía de
Dios. Debemos entender que Dios no está para hacer nuestra voluntad, nosotros
estamos para hacer la voluntad de Dios.
El
sacrificio de nuestro Señor Jesús, lo dejamos muchas veces por el suelo cuando
nosotros, prepotentemente, nos jactamos de haber logrado una meta en nuestra
vida. Cuando nuestra cabeza se va sobre las nubes cuando somos líderes,
predicadores o pastores, lo único que estamos haciendo es dejar de lado el
sacrificio de nuestro Señor Jesús.
Quiero
hablar claro, si eres pastor y estás
leyendo esto, quiero que seas maduro con las palabras que diré: El pastorado no
lo da un título de seminario, eso te ayuda a predicar mejor. El pastorado es
cuidar de las ovejas, apacentar, conocer a las ovejas, amar a las ovejas. Pero,
si solo pasas sentado tras un escritorio y cuando te piden ayuda dices que estás
ocupado, que no tienes tiempo; puedes ser cualquier cosa, menos pastor.
Lamentablemente,
se ha olvidado que la gracia de Dios es por lo que nosotros vivimos. Si no
tuviésemos la gracia, el Padre ya nos hubiese fulminado. Pero, la gracia
otorgada con el sacrificio de nuestro Señor Jesús, es lo que hace que nosotros
podamos llegar delante del Padre a hablar con Él.
No se
nos olvide que en quien el Padre tiene complacencia es en su hijo Jesús, no es
en nosotros. Nosotros somos pecadores arrepentidos, pero seguimos pecando. Es
ahí cuando la gracia es tan hermosa. Si no fuese por gracia todos estaríamos
muertos.
“Y
descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y fue
hecha una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti me he
complacido.” (Lucas 3:22)
“Y he aquí, se
oyó una voz de los cielos
que decía: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido.” (Mateo 3:17)
“Mientras estaba aún hablando, he aquí, una nube luminosa
los cubrió; y una voz salió de la nube, diciendo: Este es
mi Hijo amado en quien me he complacido; a El oíd.” (Mateo 17:5)
“Y vino una
voz de los cielos, que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti me he
complacido.” (Marcos 1:11)
“Entonces se
formó una nube, cubriéndolos, y una voz salió de la nube: Este es mi Hijo
amado; a El oíd.” (Marcos 9:7)
“Y una voz salió de la nube, que decía: Este es mi Hijo, mi
Escogido; a El oíd.” (Lucas 9:35)
Pero este versículo es el más bello de los
que hablan sobre la complacencia del Padre en el hijo 2 Pedro 1:17: “Pues cuando Él recibió
honor y gloria de Dios Padre, la majestuosa Gloria le hizo esta declaración: Este
es mi Hijo amado en quien me he complacido.”
Ya olvidemos esas falsas palabras que nosotros
podemos lograr algo por nuestros medios o capacidades. Todo lo que hemos hecho
es por la bendita misericordia de Dios. Para Él tiene que ser toda la gloria.
Si Dios se complace es por lo que Jesús hace en nuestra vida. Es porque ve a Su
hijo en nosotros, cuando vivimos para la gloria de Él.
Recuerda que la Biblia hay que leerla, creerla
y vivirla.
http://www.facebook.com/pages/Tu-Unica-Alternativa/194021963941574
http://www.facebook.com/Tuunicaalternativa
No hay comentarios:
Publicar un comentario