lunes, 30 de enero de 2012

La esperanza que Dios da


No se turbe vuestro corazón, creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuere, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os prepare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Y sabéis a donde voy, y si sabéis el camino. Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿Cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nade viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis  y le habéis visto. Juan 14:1-7

¿Te has sentido atribulado e inseguro acerca de tu futuro? ¿Te has preguntado si Dios sabe que tu mundo se ha trastornado por completo? Los discípulos quizá experimentaban estos sentimientos cuando Jesús les dijo este mensaje. Él les había terminado de comunicar que pronto los dejaría, y ellos se quedaron muy preocupados. Pero les dijo que no se atribularan, y enseguida les dio tres razones por las cuales tendrían paz en sus corazones.

1) Podemos confiar en la palabra de Dios. Cuando Jesús dijo a sus discípulos: “Confíen en Dios y confíen también en mí”, les estaba recordando que debían confiar en la Palabra de Dios (Versículo 1).

La palabra de Dios no sólo habla de la inminente crucifixión de Jesús, sino también de su resurrección. De algún modo habían pasado por alto esa parte, a veces, cuando nuestras circunstancias parecen demasiado agobiantes, olvidamos mirar el plan completo de nuestro Dios. Pero debemos recordarnos que las palabras halladas en estas páginas “no desaparecerán jamás” (Mateo 24:35). No hay duda, siempre podemos confiar en las promesas de nuestro Dios.

2) Nosotros vamos al cielo. La próxima vez que enfrentes alguna dificultad, problema, adversidad, sea enfermedad, problema familiar o un cambio inesperado en tu vida, recuerda que irás al cielo (versículo 2). Claro, si tienes a Jesús en tu corazón y en tu vida. Esto te ayudará a mantener todo en la perspectiva correcta. Tus pruebas son sólo temporales. Algún día estarás, en la presencia del Señor y allí no habrá temor, muerte, sufrimiento, ni dolor.

3) Jesús regresará por nosotros. Observa que Jesús nos dice: “Volveré para llevarlos” (Versículo 3). El Señor no enviará a alguien a buscarnos, Él vendrá personalmente para escoltarnos hasta la casa del Padre. La Biblia nos dice también  “Así que anímense unos a otros con estas palabas” (1 Tesalonicenses 4:18). En medio de tus pruebas, de tu dificultad, de tu adversidad, de todo lo que sea que estés pasando, recuerda que Dios se preocupa tanto por ti, que volverá a buscarte para que estés con él para siempre.

Dios da esperanza a nuestros corazones atribulados.

http://www.facebook.com/pages/Tu-Unica-Alternativa/194021963941574
http://www.facebook.com/Tuunicaalternativa


No hay comentarios:

Publicar un comentario