viernes, 13 de enero de 2012

Hoy es el momento


¿Qué haremos con estos hombres? Porque de cierto, un milagro notable ha sido hecho por ellos, manifiesto a todos los que moran en Jerusalén, y no lo podemos negar. Hechos 4:16

Este texto hace referencia a Pedro y a Juan. No me quiero detener explicando el milagro que realizaron. Quiero detenerme en el milagro que Dios hizo en Pedro y en Juan. Mismo milagro que ha hecho en nosotros.

Nosotros éramos personas que pocos o ningunos daban un sólo céntimo apostando a nuestro favor. Nadie se jugaba un sólo centavo por nosotros. Pero, hubo alguien que se jugó la vida por nosotros, ese es Jesús.

Si eso no es suficiente para arrancar nuestros motores de una vez por todas, la verdad no entiendo qué más necesitamos.

Nos hemos vuelto unos negociantes con Dios. Creemos que Dios es una casa de préstamos al instante. En la cual nosotros llegamos, depositamos algo y en seguida obtenemos lo que buscamos.

Hemos denigrado tanto a Dios, que ya ni cuenta nos damos que nos hemos vueltos unos usureros espirituales. Nosotros le queremos andar cobrando a Dios por lo que hace por nosotros. Los que le debemos muchísimo a Dios, que ni con toda nuestra vida logramos pagar, exacto, somos nosotros.

Le debemos tanto que no tenemos idea lo inmensa que puede llegar a ser nuestra deuda. Pero, lo bello de todo es que ya Jesús pagó por nuestra deuda ¿Él qué? ¡Sí! Ya Jesús pagó.

Nuestra vida es un milagro constante, que debe contar la vida y testimonio de nuestro Señor Jesús. Somos una Biblia abierta que la pueden leer las veinticuatro horas de los trescientos sesenta y cinco días del año.

Entendamos que no somos nosotros los que estamos en juego en el diario vivir, es el testimonio de nuestro Señor. Yo no digo que no nos equivoquemos. No me refiero a perfección, perfecto sólo Dios. Pero, mostremos el milagro de la salvación en nosotros. ¿Cómo? Demostrando frutos dignos de arrepentimiento.

No podemos decir que somos hijos de Dios y seguir siendo los mismos vulgares de antes. No podemos decir que somos hijos de Dios y en el trabajo somos los más irresponsables. No podemos decir que somos hijos de Dios y en el centro de estudios ser los peores estudiantes.

Demostrar que tenemos las mejores notas, somos los más responsables y mucho más; es lo que hará que se vea el milagro más lindo de todos, es lo que hará que se note en nosotros que somos hijos del gran Rey.

Recuerda que la Biblia hay que leerla, creerla y vivirla.


http://www.facebook.com/pages/Tu-Unica-Alternativa/194021963941574
http://www.facebook.com/Tuunicaalternativa

No hay comentarios:

Publicar un comentario