viernes, 6 de mayo de 2011

Parecido pero no igual.


Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados. Hebreos 11:29

En toda nuestra vida nos encontraremos con situaciones que nos van a confundir, porque no sabremos qué hacer, qué decisión tomar. Sin embargo, durante mucho tiempo se nos ha dicho que sepamos identificar la respuesta en nuestro corazón. Pero debes de tener cuidado con lo que escuchas. En tu proceder debes saber identificar tres voces: La de Dios, la tuya y la del enemigo.

Si en tu corazón hay paz a la hora de tomar una decisión, puedes estar seguro que Dios te respalda. Si en tu corazón hay duda, es tu voz. Si en tu corazón no tienes nada de paz, es el enemigo. La realidad en la vida, muchas veces, es tan increíble que no la entendemos. Habrá miles de cosas que serán parecidas, pero no iguales.

Cuando nuestro Señor Jesucristo estaba en el desierto ayunando, Satanás se presentó ante Él y lo tentó. (Mateo 4:1-12) Satanás le presentó a Jesús, en ese momento, lo que nos presenta a nosotros en estos tiempos.

El mundo te va ofrecer: seguridad, riqueza y fama. Estas tres cosas son las que más buscamos. Lastimosamente, son en las que más caemos en la tentación. Debemos comenzar a tener una relación más íntima con Dios para discernir correctamente lo que Dios quiere y no quiere para nosotros.

Debemos recordar que éxito, no siempre, es sinónimo de integridad. El mundo nos ofrecerá cosas parecidas a las de Dios pero no serán lo mismo. Nunca dejes a Dios de lado al momento de tomar tus decisiones. Nunca te hagas el sordo al momento de ejecutar algún proyecto en tu vida.
Dios nos habla todos los días. Nosotros decimos que no nos responde. El detalle es que no nos parece correcta la forma en la que Dios obra, por eso nos hacemos los que no escuchamos. En ese momento, es cuando Satanás llegará y te ofrecerá las cosas tal cual tus las pensaste. Pero Dios ya vio más allá y sabe que de esa forma no es lo mejor para tu vida.

Debemos tener claro que Dios no quiere nada malo para nosotros. Dios siempre busca que sus hijos estemos viviendo como lo dice la Biblia, como más que vencedores. Las promesas, verdaderas, por parte de Dios están en la Biblia. Ahora depende de nosotros hacer las nuestras. Recordemos: Sepamos identificar la voz de Dios, la única forma de estar seguros es: orando, leyendo su palabra; o sea tener una verdadera amistad con nuestro Señor. ¡Atrévete a conocerlo!

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