El Semáforo

Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza luz, y camino de vida las reprensiones de la instrucción. (Proverbios 6:23)

Las situaciones que atravesamos en la vida son muy diversas y son en gran cantidad, que muchas veces no encontramos qué hacer. Podrás preguntarte ¿Qué tipo de situaciones? En seguida te lo respondo:

Una de ellas, de las más comunes, es si esa persona que te gusta es la que Dios tiene preparada/o para ti. Creo que esa inquietud la hemos tenido todos alguna vez en nuestra vida. Pero, ¿Cómo responderla? En el semáforo tienes tres luces, una verde, una amarilla y una roja.

Al momento que tú le consultas a Dios sobre qué hacer, el semáforo te mostrará una luz. ¿Qué luz será? Eso sólo en tu relación con Dios lo puedes identificar. Pero, cuidado, no confundas la luz amarilla con la luz roja. La luz roja es “detente, no lo hagas”. En cambio la luz amarilla es “peligro, disminuye la velocidad”.

Yo no te diré cómo identificar las luces, puesto que yo no soy Dios y no sé cuál es Su voluntad para tu vida. Pero, algo que sí te puedo decir, es que debes aprender a identificar las luces en tu vida.

Las luces las sabrás identificar en el momento que inicies a conocer los mandamientos de nuestro Dios. Esa lámpara es la que guiará tu camino. Esa lámpara es la que te mostrará las luces en tu vida.

Ahora bien, tenemos todavía la luz verde, esa es un tanto obvia, significa “avanza”. Pero para tener esa luz en tu vida, debes esperar, debes de tener paciencia y saber identificar el momento en el que Dios te diga “avanza”.

Las enseñanzas que Dios nos ha dejado en la Biblia, son la instrucción de cómo de debemos cumplir esas tres señales de tránsito. Son tal cual debemos saber esperar en Él.

Las reprensiones te mostrarán el camino de la vida para que tú sepas cómo poner en práctica las instrucciones. No corras, espera en Dios. Solamente te he dado una pregunta, creo, que una de las más comunes en la vida de todo cristiano. Pero todas las que tengas, debes de saber identificar las luces en tu vida.

En ningún momento la luz verde, es la misma que la luz amarilla y mucho menos confundas la luz roja, con la amarilla. ¿Te confundes? ¿No sabes qué hacer? Ora más, lee más la Biblia, ora, ora, ora y ora. Si aún no tienes claro qué hacer. Pues sigue orando y sigue leyendo la Biblia. Pero nunca hagas algo que no tienes claro. Detente, no corras, espera en Dios.

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