lunes, 7 de noviembre de 2011

Todos los pedazos


Sólo en Dios halla descanso mi alma, de él viene mi esperanza. Salmos 62:5

Para reparar algo que se ha roto es necesario tener todos los pedazos. Muchos quieren que Dios les sane un corazón herido pero no están dispuestos a darle ciertas partes a Él.

Muchas veces hay cosas en nuestra vida que no queremos soltar por nada del mundo. Le decimos a Dios que lo adoramos y confiamos en Él, pero no tenemos paz con respecto a algunas situaciones, como por ejemplo, si no podemos encontrar la persona adecuada para entablar una relación, o qué hacer para salir adelante en la vida.

Cuando le entregamos el corazón a Dios tenemos que asegurarnos que cada pedazo sea puesto en Sus manos. Eso incluye pensamientos, sentimientos, emociones, esperanzas, proyectos, rencores, personas, relaciones y todo lo que se nos venga a la mente en ese momento.

Dios es experto en reparar vidas, y cambiar corazones. Él puede hacer de lo quebrado algo perfecto, y puede reconstruir un montón de piezas rotas y hacerla una sola pieza otra vez.

Como cristianos, debemos estar completos y con todas las piezas en su lugar para ser un testimonio de que con Dios es posible ser personas sanas. Debemos revisar para ver si hay alguna parte de nuestra vida que no le hayamos entregado.

¿Habrá algún pedazo de tu vida que todavía no le hayas entregado a Dios? ¿Qué harás? Debes de estar dispuesto a componer esa cosa que en tu vida esté rota o esté a punto de quebrarse. Dile a Él que quieres darle cada trozo de tu corazón para que sea Él quien lo arregle.



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