“Ama a tu Dios con todo lo que piensas y con todo lo que eres.” Mateo 22:37
Quizá ya escuchaste esto o lo leíste alguna vez, sólo termina de leerlo:
Mi pueblo escúchame lo que voy a decirte, sólo será un minuto si tienes que irte, no
Quiero digas nada simplemente escucha, perdona si algún momento te interrumpa.
Hoy hace dos mil años fui crucificado, mi cuerpo escupido y ensangrentado, lleve todas tus
culpas sobre mi costado, para darte la vida eterna como un regalo. Y hoy surgen preguntas. ¿Por qué no me escuchas? ¿Por qué no me miras? ¿Por qué no me abrazas? La hipocresía ha cegado tu mente y dices que me amas. Te has hecho muy fuerte en tus razonamientos, has cambiado mi gloria por tus sentimientos, a veces por las noches vengo y te despierto, pero ya no te importa hablarme un momento. Te pasas todo el tiempo hablando cosas vanas, si en la televisión las modas o la fama, has perdido la santidad que en ti brillaba, sabes más de novelas que de mi Palabra.
Mi anhelo es usarte, que muestres mi gloria, llenarte de unción y que rebose tu copa, que cambies al mundo cada vez que hables pues el tiempo se agota, se agota. Recuerda cuando no estabas en mis brazos, llorabas como un niño hambriento y descalzo, en cámara lenta tú y yo nos juntamos, las lagrimas caían bailando en un charco. Te di una nueva vida, te abrí nuevas puertas, llené tu corazón borrando la tristeza. Hoy dices que ya tienes hechas tus maletas, te vas al mundo no importa que suceda. No puedes negarlo, siempre estuve contigo, ojalá que si vuelves yo no me haya ido, entonces será demasiado tarde y no podrás encontrarme.
No es Lilly Goodman, es Dios hablándonos a través de esta canción, quizás muchos no van a leer este devocional quizás otros solamente van a leer las primeras líneas porque ya se saben la canción pero es muy diferente a escucharla y otra a reflexionarla, es tan cierto, es una verdad, es triste ver como ahora muchos prefieren irse al mundo porque Dios no los escucha, otros lo juzgan, Dios no deja de ser amor por los pensamientos de ellos, ni mucho menos por lo que yo pueda tener.
Jesús nos dice: “Ama a tu Dios con todo lo que piensas y con todo lo que eres.”
Pero hoy es un ratito Dios y todo el tiempo lo que nos gusta, no me lo niegues, preferimos leer revistas, leer periódico, ver televisión o pasar más tiempo en la computadora, que hablar con Él. En el caso de los chicos, prefieren ver cosas que desagradan a Dios y les molesta, pero aún en su molestia lo siguen haciendo, yo me pregunto, ¿En qué pensaran en ese momento? Son emociones que realmente traen consecuencias, hombres golpeando a sus parejas, hombres viendo pornografía, hombres buscando sexo libre, mujeres buscando alguna manera para ser delgadas, mujeres queriendo ser la atención del mundo. Es triste, y no le hablo a los del mundo, les hablo a los cristianos, ¿HASTA CUANDO VAMOS A ESCUCHAR A DIOS? ¡HASTA CUANDO!
Hasta cuando, dejaremos de jugar a las escondidas, como si Dios no nos viera, yo pienso que quizá no han tomado la decisión definitiva de entregarle su vida a Dios o realmente no saben que Él bajó del CIELO para venir a morir por nosotros. Aún no entendemos, Él nos ama, pero Él tiene un celo que no se puede explicar por nosotros, que muchos cristianos no entienden, Dios es un Dios celoso (no es que sea egoísta), pero Él no quiere que sus hijos se pierdan y menos que vivan su eternidad la cual Él pagó para que tuviéramos vida eterna, no vida de sufrimiento.
Tomemos conciencia, analicémonos, examinémonos, ya no es tiempo de vivir en ignorancia como dice en su Palabra: “Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia”. 1 Pedro 1:14
Es tiempo de escuchar a Dios, de “Amar a Dios con todo lo que pensamos, con todo lo que somos.” Créele a Dios, no es momento de dudar, sueña, porque Dios va a cumplir Su propósito en ti, es tiempo de decir: Soy su iglesia.
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