martes, 13 de noviembre de 2012

Conociendo a Dios


El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: Buen entendimiento tienen todos los que ponen por obra sus mandamientos: Su loor permanece para siempre”. (Salmos 111:10)

“Buen entendimiento tienen todos los que ponen por obra sus mandamientos”, una parte del texto que a muchos nos causa escozor, ya que pensamos que con el sólo hecho de ir a la iglesia y llevar la Biblia bajo el brazo, ya le cumplimos a Dios.

Es preocupante cómo los hijos de Dios nos hemos vuelto monótonos y simples en nuestra relación con Dios. Es duro cómo nuestra desobediencia nos lleva a situaciones que son fétidas y putrefactas delante de la presencia de Dios.

Sé que son duros los adjetivos que estoy ocupando, pero si los ocupo de esa manera es porque en mi vida ya lo experimenté por mi desobediencia, soberbia y prepotencia. Creer que nuestra comunión con Dios está por los cielos, porque oramos veinte minutos y leímos tres capítulos de la Biblia, no es más que soberbia.

Cuando nosotros leemos la Biblia, nos enteramos que todos los días pecamos y que todos los días debemos humillarnos bajo la poderosa mano de Dios. Él y sólo Él es el único que puede guiar nuestra vida con los mandamientos que ha dejado en Su palabra.

La exposición de tus palabras imparte luz; da entendimiento a los sencillos”. (Salmos 119:130)

El escudriñar la Biblia no es opcional en la vida de un hijo de Dios. Escudriñar la Biblia es algo que todos los días debemos hacer para aprender a vivir como Dios quiere. Por ende, al leer, creer y vivir la Biblia vamos a iniciar a vivir de la única forma que adora a Dios.

Sin lectura bíblica nuestra desobediencia aumenta, nuestra altivez crece, nuestros pasos se desvían, nos volvemos necios, humillamos el nombre de Dios con nuestras acciones. La lectura bíblica nunca debe faltar, sólo así conoceremos el temor de Dios.

De tus preceptos recibo entendimiento, por tanto aborrezco todo camino de mentira.” (Salmos 119:104)

De igual manera, al no estudiar la Biblia, vamos a creer cualquier cosa que se nos diga, vamos a decir “amén” a cualquier frase que se escuche bonita en un pulpito. No estoy diciendo que los predicadores hablan en contra de la Biblia. Sino que todo lo que se te predique debes examinarlo con la palabra de Dios.

Si no pasamos por la Biblia lo que se nos enseña, es porque desconocemos lo que la Biblia dice. De esa manera es como se han levantado muchas sectas y muchas personas han sido engañadas. Todo ello ha sido por la ignorancia de la palabra de Dios.

No podemos vivir tranquilamente y no podemos pensar que nuestra vida es grata a Dios si no estudiamos la Biblia. Si pensamos de esa forma, nos estamos engañando a nosotros mismos, por ende vivimos en ignorancia.  



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