sábado, 3 de diciembre de 2011

Yo soy el Señor tu Dios


Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de Egipto, país donde eras esclavo. No tengas otros dioses además de mí. Deuteronomio 5:6-7

Todo el mundo sabe cuales son los diez mandamientos, ¿Cierto? Veamos: Hay algo acerca de no matar, no robar, no mentir. ….Sería bueno repasar algunos otros también ¿no?

Arriba podemos leer el primero. Para muchos el principal. Es que si conocemos la identidad de Dios vamos a obedecer y confiar en todo lo que nos diga. Conociendo quién es nuestro Dios debemos experimentar seguridad, gracia y paz. Jamás en la presencia de Dios nos sentiremos incómodos, tristes o insatisfechos. Si sabemos cómo es su carácter nos vamos a sentir bienvenidos en su presencia.  

El segundo de los mandamientos dice: “No tendrás otros dioses además de mi” (Deuteronomio 5:7), y es parte de la misma verdad. Si tenemos una idea clara de quién es Dios, cómo vamos a poner otra cosa o persona en su lugar. Con el mismo empeño se nos dice “No pronuncies el nombre del Señor tu Dios a la ligera” (Deuteronomio 5:11). No podemos decir conocer a Dios y usarlo en expresiones sin sentido como “¡Dios mío!” o “Dios guarde”. Usar el nombre del Señor en vano es igual a no darle ninguna importancia a Dios. 

Él es el creador de las galaxias, de lo que vemos y de lo que no vemos. De lo que gustamos y de lo que olemos. De lo diminuto y de lo gigante. No podemos tomarlo a la ligera. No podemos saber lo inmenso que es y decidir ponerlo en segundo lugar cuando Él merece siempre el primero. Debes de poner en tu corazón el deseo de conocerlo, amarlo y darle el lugar que merece. Es la mejor decisión que podrás tomar.

Dios no puede ocupar ningún otro lugar en nuestra vida que el que tiene en el universo. Él debe ser el centro de nuestras vidas. Dios es exactamente como Jesús porque Jesús es Dios. Dios lloraba por lo mismo que Jesús lloraba en la tierra y se alegraba y se enojaba por las mismas cosas que Jesús se alegraba y se enojaba. Dios no nos creó y nos dejó olvidado como "creaciones". Él nos llamó HIJOS y no hay nada más que desee que tener una relación personal contigo, es tiempo que le des el primer lugar en tu vida.

¿Cómo es tu Dios? Espero que sea como el verdadero Jesús de Nazaret. Él nos saca de la esclavitud (Egipto) para llevarnos a la verdadera libertad. Y esa libertad no olvides que no sólo es una vida en sobreabundancia en la tierra, sino una vida eterna a su lado.



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