jueves, 15 de diciembre de 2011

No nos dejemos moldear por NADIE más que Jesús.



No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. Romanos 12.2 NVI

Si pudieras cambiar algo en tu vida, ¿qué cambiarías?

Muchas veces yo me hice esta pregunta, y se las he hecho a mis amigos, algún me dicen que quisieran cambiar su cuerpo, o ciertos amigos, si situación económica, el lugar donde viven, algo de su pasado, o incluso de su familia.

Hay demasiadas cosas que tal vez quisieras cambiar y, si somos sinceros, quizás la mayoría de ellas no dependen de ti. Tal vez no podamos cambiarlas; tal no debamos cambiarlas.

Si le preguntas a Jesús qué cambiaría él de tu vida, ¿Qué crees que respondería?
Quizá y es muy probable que la respuesta de Jesús no se enfoque en cuestiones externas. Su respuesta seguramente iría algo que tú puedes controlar: tu mente.

“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.“

El enemigo de Dios está usando la cultura del mundo actual para tratar de apoderarse de tu mente. Él sabe que si logra controlar tu forma de pensar, no sólo podrá dominarte, sino que será la mejor manera de mantener alejado la voluntad de Dios.

Si tu mente es renovada, transformada, reprogramada por Dios, quizás tus circunstancias no cambien, pero sí tu manera de responder a la vida. Podrás ver tu vida como Dios la ve,  podrás obedecer porque estarás en sintonía con Dios.

Jesús nos enseña cómo llevar una vida de santidad. Si diariamente imitamos su forma de pensar, su manera de hablar y su estilo de vivir, entonces serás moldeado a su carácter. Él será tu principal influencia, y no el mundo. Más bien, ¡Tú serás una gran influencia para el mundo que te rodea! Todas las cosas a las que le dedicas tiempo son una influencia para ti.

¿A quién le darás el privilegio de afectar tu mente? ¿En qué te hace pensar la música que escuchas, los programas de TV que miras, las páginas de internet que visitas, las revistas que lees? Aprovecha estos medios para que transformen tu mente hacia la voluntad de Dios.
 
Tu lectura y estudio diario de la Biblia no debe ser un hábito religioso sino una fuente de conocimiento de Dios, ¿Qué te parece si propones leer el evangelio de Juan este mes para conocer mejor a Jesús?

No nos dejemos moldear por NADIE más que Jesús.



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