martes, 20 de marzo de 2012

Dios se encarga de todo


Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él los exalte a su debido tiempo.” (1ª de Pedro 5:6)

Todos deseamos salir adelante y triunfar en la vida. El sueño de cada uno de nosotros es llegar a tener una linda casa, un automóvil y una linda familia.

¿Alguna vez te has preguntado cuándo es el tiempo en el qué tienes que hacer las cosas?

Como seres humanos es normal que queramos las cosas inmediatamente. Pero, en Dios las cosas no se hacen de esa manera. En Dios, las cosas se hacen en paciencia y en tranquilidad.

No corras, tienes que aprender a esperar. En el momento que tengas que tomar una decisión debes entender que tienes que consultar a Dios. Si no consultamos a Dios, luego viene que nos arrepentimos de nuestras decisiones y las consecuencias, muchas veces, son duras.

Hay un detalle que debemos entender. Cuando nos humillamos bajo la mano de Dios, le estamos diciendo que haga con nosotros lo que Él quiera. Es así de sencillo. El problema es que no le hemos terminado de creer a Dios que todo lo que Él hace es para nuestro bien.

Sé que has orado mucho por tu bendición, pero sencillamente no es el tiempo de Dios o probablemente no será la voluntad de Dios. ¿Por qué? Eso no te lo puedo responder, eso sólo está en los pensamientos de Dios. Pero, una opinión te puedo brindar: No es la voluntad de Dios dártelo.

¿Cómo conozco su voluntad? ¿Cómo esperar? ¿Qué hacer? ¿Cuándo actuar?

Todas esas preguntas, las podrás responder en la medida que ores, leas la Biblia y le creas a Dios.

Debemos darnos cuenta que todo es en el tiempo de Dios, no en el nuestro. Paciencia es lo que Dios pide, debemos saber esperar. Te repito, no corras, espera en Dios.

Mi hermano, a Su tiempo todos daremos fruto. Pero, buenos frutos son los que debemos dar.

"Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego” (Mateo 7:19) Eso es lo que Dios hace si nosotros no nos preocupamos por nuestra vida espiritual. Si seguimos viendo únicamente lo material, no daremos buen fruto.

Jesús vino a predicar la promesa más hermosa, la salvación en la vida eterna. Jesús no vino a predicar carro, casa, trabajo, etc. No digo que Dios no te pueda bendecir o no te quiera bendecir, claro que sí y de forma sobreabundante. Pero, lo hará cuando lo primero sea única y exclusivamente Él. Lo hará a su tiempo, no cuando nosotros queramos.

Recuerda que la Biblia hay que leerla, creerla y vivirla.

http://www.facebook.com/pages/Tu-Unica-Alternativa/194021963941574
http://www.facebook.com/Tuunicaalternativa

No hay comentarios:

Publicar un comentario