viernes, 16 de agosto de 2013

¡INTENTALO OTRA VEZ!










¿Cuántas veces hemos fallado? tal  vez si contáramos las veces que hemos fracasado en una acción, arrasarían a las que hemos  acertado. 

La vida está llena de decisiones,  circunstancias en las que no podremos pasar fácilmente. Hay momentos en los que las fuerzas se necesitan, en los que las intenciones, tiempo, impulso son necesarios. Podremos nombrar a las ideas que nos hacen trazar una línea de eventos para lograr lo que queremos, pero es ahí el detalle, en que no siempre  sale como planeamos.

Podremos localizar sueños, situaciones, exámenes, intentos de pareja, eventos; en los cuales hemos fracasado. Y es que nos cansamos tanto, lo intentamos de muchas maneras, pero simplemente no sale.

En una ocasión un pescador  había intentado atrapar peces durante la tarde, la noche, la madrugada y el día siguiente; la situación ameritaba rendirse, las saladas aguas empapaban su ropa, sus callosas manos eran rojas por el forcejeo de las redes. Sus amigos decían: “Ya déjalo, no atraparemos hoy, ni mañana, volvemos después”, el inagotable pescador barbudo dijo: “Una vez más, quizá en esta ocasión se pueda, pondré todas mis fuerzas, mis enseñanzas desde cuando soy joven”. “Está loco” pensaban. El día floreció y éste grupo de hombres amaneció en la barca,  poco a poco descendieron por la orilla, el hombre barbudo venía cabizbajo, sin fuerzas con la red en las manos. Había fracasado, Lo había intentado, pero no lo logró. Una voz interrumpió sus funestos pensamientos  y le dijo: “Navega mar adentro, y hecha la red”, la biblia narra esto: "Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía."(Lucas 5: 5,6)

Quizá tu vida  haya sido  muy dura,  cada quien, cada uno, tiene una historia triste que contar, muchas veces hemos  trabajado por metas, hemos madrugado, hecho lo imposible, lo que no  sabíamos que podíamos hacer. Hemos estado echando la red  constantemente, y sin pescar,  no nos han importado los comentarios, el entorno, el tiempo. Tienes que resistir, un poco más. Si ya vienes de regreso del mar, sin fuerzas, cabizbajo, agotado; es porque lo has hecho con tus fueras, con tus anhelos, con tus sueños, con tu tiempo, con tus callosas y desgastadas manos de experiencia. Pero el Maestro dice: VE mar adentro y vuelve a echar la red. Para pedro quizá eso fue absurdo en momentos, pero mejor pensó y l e dijo a ese hombre, aún sin conocerlo: “más en tu palabra echaré la red” .Esa es la Fe, la fuerza que te hace falta, es la decisión, es la esperanza que buscabas. Echa la red otra vez y sobreabunda.

Quizá ya hayas pescado un tiempo, quizá en tu camino  hayas pisado y caminado sobre las aguas, pero miraste  los vientos, miraste tus fuerzas, miraste lo que “habías logrado”. Pero has caído, y ¿quién te levantará? Volvemos a lo mismo. No todo está acabado, no todo está perdido, Jesús dice: ECHA LA RED una vez más. Hazlo en su nombre, creyendo, pero creyendo e verdad.

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