viernes, 2 de agosto de 2013

De aquí en adelante veréis el cielo abierto










El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme.  Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro.  Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.  Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve.  Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño.  Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.  Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel. Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás. Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre. (Juan 1:43-51)


Con un corazón sincero, Natanael había confesado a Jesús como el Mesías, y esto era sin lugar a dudas un gran paso hacia adelante. Pero el Señor le hace la promesa de que llegaría a ver y a entender quién era él de una forma mucho más completa; este es un principio del reino de los cielos en recompensa a la fe, el Señor revela siempre cosas mayores de Él mismo y de Su Gloria, a todos aquellos que creemos como niños en Él.

I.            Si crees cosas mayores veras

Esta es una verdad invariable: Con Cristo siempre hay más y mejor en el futuro. Sobre cada bendición que recibimos de su parte, él siempre nos dice: cosas mayores que éstas verás.
Cuando decidimos caminar de la mano de Dios toda nuestra vida cambia completamente, pasamos de ser esclavos del pecado y enemigos de Dios, nos convertimos en: Hijos adoptados a través de la sangre redentora, y si hijos también herederos, como herederos somos llamados a reinar con Cristo en lugares celestiales.

“Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con Él, para que juntamente con él seamos glorificados” (Romanos 8:17)

A través de estas palabras Jesús estaba diciéndole a Natanael que si creemos nuestro estilo de vida será diferente, ya que repetitivamente podemos ver el poder de Dios manifestarse en nuestra vida; si tenemos fe todo es posible. Si tú vida está llena de incredulidad, temor y ausencia de fe, hoy puedes decidir creer en Jesús y verás cosas grandes y maravillosas en ti.

II.          De aquí en adelante veréis el cielo abierto y ángeles

La gran verdad que Jesús estaba anunciando, es que él era el eslabón de unión entre Dios y el hombre, en Cristo, el cielo se abre para la vida del hombre. 

El Señor enseñaba esta gran verdad por medio de una referencia a la historia de Jacob que encontramos en Génesis 28:12-15Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella.  Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente.  He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho. “

Ahora el Señor les dice a sus discípulos que ellos también compartirían la experiencia que había tenido Jacob. Ellos también verían abrirse los cielos y los ángeles de Dios descendiendo sobre el Hijo del hombre; Cristo mismo es el vínculo de comunión entre el cielo y la tierra, entre Dios y el hombre, por cuanto Jesús es a la vez, “El hijo de Dios”. 

Como había dicho Natanael, para poder ver cielos abiertos debe de haber un vínculo entre tu vida y Jesús.

Es necesario que hoy decidas creer y ejercitar tu fe, hay una recompensa para todos aquellos que decidimos creer, servir y amar a Jesús; veremos cosas grandes en nuestra vida y tendremos cielos abiertos, amén.

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