jueves, 20 de octubre de 2011

Ser como niños


Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos. Mateo 18:3

La palabra de Dios dice en varios pasajes que para entrar en el reino de los cielos debemos ser como niños. Pero, ¿Qué significa comportarse como niños? ¿Será que debemos adoptar las características hermosas que se tienen a esa edad (que luego muchos pierden)?

Para empezar, diremos que los niños son puros y sencillos. Esto quiere decir que son sinceros, expresivos y no tiene segundas intenciones ni esconden nada. ¿Cuántas veces escondemos sentimientos, aparentamos cosas o engañamos a la gente?

En segundo lugar, los niños son verdaderamente libres. A simple vista, esto no parece así, porque son absolutamente dependientes de sus padres. Pero por eso, porque saben que tienen padres que los protegen y que nunca los van a dejar solos, se sienten libres. Si se lastiman, papá los cura; si lloran, mamá los consuela. ¿Somos conscientes de la total libertad que tenemos por contar con el amparo de nuestro Padre Celestial?

En tercer lugar, los niños piden… ¡Y piden mucho!...  y  a veces, por tanto insistir, consiguen lo que quieren, según la voluntad de los padres de consentir a ese deseo.

Bueno nosotros no podemos esperar que el Señor conceda las peticiones de nuestro corazón si no le expresamos cuales son. Debemos pedirle mediante nuestras oraciones qué es lo que queremos (sea grande o pequeño), porque si es Su voluntad, Él va a responder.

¿Cuándo fue la última vez que le pedimos concretamente algo a Dios?

En cuarto lugar, los niños recuerdan las promesas que los padres les hacen. Personalmente, cuando mi papá me hacía una promesa, se la recordaba a cada rato porque sabía que la cumpliría.

Ahora bien, si no conocemos las hermosas promesas que el Señor nos ha hecho (están en la Biblia), ¿Cómo podremos pedirle que las cumpla en nuestra vida? Imitemos a los niños, para sentir a Dios como a un Papá cercano y personal.

¿Qué características de niño has perdido y deberías de recuperar?

¿Qué puedes hacer para recuperarlas?

Pídele al Señor, que no quieres perder nunca las buenas características de la niñez. Demos gracias porque podemos acercarnos a Él con simpleza y honestidad, y depender solo de Él. Él es un padre bueno, gocémonos de ser sus hijos.



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