miércoles, 19 de octubre de 2011

Pasos de fe


Como dice la Biblia: Para aquellos que lo aman, Dios ha preparado cosas que nadie jamás pudo ver, ni escuchar ni imaginar. 1 Corintios 2:9

Cuenta la Biblia, que el mismo día que Jesús resucitó, dos de sus seguidores iban camino hacia Emaús. El pueblo era cercano a Jerusalén por lo que los hombres emprendieron su camino a pie. En el camino, se les unió Jesús, pero ellos no lo reconocieron. Jesús preguntaba de qué hablaban y justo era de Él de quien estos hombres estaban platicando.

Los hombres estaban tristes, desesperanzados, desconsolados por la muerte de Jesús. Le explicaban al mismo Cristo que esperaban que Él fuera el libertador de Israel pero lo consideraban muerto. No creían que Él resucitaría, pensaban que su líder y pastor Jesús los había abandonado, los había dejado solos. Estos hombres sabían que el cuerpo del Señor ya no estaba en la tumba, pero no creía que era quien los acompañaba en su viaje a Emaús.

Jesús, algo molesto, les explicó que era necesario que Él sufriera y muriera para reinar en los cielos. Como ya era tarde, los hombres lo invitaron a pasar donde ellos se hospedaban. Y ahí sucedió. Jesús actuó, hizo algo visible ante los ojos de estos hombres que fue partir el pan y dar gracias a Dios. Recién allí, por haber VISTO lo que Jesús hizo, lo reconocieron.

Pero ¿Qué dijeron? “Los dos se dijeron: ¿No es verdad que, cuando él nos hablaba en el camino y nos explicaba la Biblia, sentíamos como que un fuego ardía en nuestros corazones?” Lucas 24:32.

Jesús estuvo en todo momento con ellos. Jesús no los había abandonado a pesar de que ellos no lo veían como quien era. Esos seguidores, tendrían que haber seguido ese fuego de su interior, esa fe que les decía “Jesús está caminando junto a ustedes aunque no lo vean” y no su actitud farisea de esperar ver un milagro con los ojos.

¿Dónde está Jesús cuando todo sale mal? Él está arriba, abajo, a tu izquierda, a tu derecha y dentro de ti, Él está aunque no lo veas. ¿Dónde está cuando te sientes solo/a? Él está ahí mismo, aunque no lo reconozcas. Sé que sientes su fuego, sé que sabes que no te abandonará. Llegará el momento, en que se siente en la mesa contigo y te comparta de su pan, llegará el momento en que te llene de bendiciones, pero debes de saber reconocerlo en el camino.

No dejes que ese fuego se apague, no camines por vista, camina por fe. Cuando todo parezca oscuro y no puedas ver la luz, será difícil caminar por vista, pero por fe siempre es posible. Dios tiene para ti cosas que ojo no vio, ni oído escuchó, ni mente imaginó, ni persona que lo sepa. A donde Él te está llevando es un lugar único, déjalo ir contigo y siempre sigue adelante dando pasos de fe.



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