viernes, 24 de junio de 2011

Si quieren qué bien y si no pues también


Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 1ª de Timoteo 4:12

Ahí que vean ellos que hacen de su vida, yo ya les hablé. Ya cumplí con mi misión de hablarles de Dios, si ya no quieren pues es problema de ellos.

Cuántas veces hemos escuchado decir eso dentro de las iglesias. Tantas excusas puestas a lo largo de la historia. Tantos “peros” para no hacer lo que Dios manda. 

En las habitaciones de las personas hay fotos del Che Guevara, de Fidel Castro, de Bob Marley y de muchos más. Es fácil decir que son idólatras, que no conocen a Dios, que no quieren darse cuenta de lo errados que están y más. Pero, ellos tienen esos afiches pegados en sus cuartos porque han visto un ejemplo, errado, pero han visto un modelo de vivir que les gusta. Ernesto “El Che” Guevara, de niño asistía a una biblioteca creada por un misionero cristiano. A sus veinte años, “El che” Ya había leído a los filósofos más reconocidos en el mundo. Luego de que Guevara se levantara en armas, entrevistaron a este misionero y él dijo: “Me arrepiento de nunca haberle hablado de Dios”. Yo soy más atrevido y digo: El gran problema es que no se instruyó a Ernesto como debía ser. El ejemplo que Guevara siguió fue de personas que pensaban, que analizaba, que luchaban por sus metas, erradas pero lucharon. Pero, nosotros como hijos de Dios pasamos más tiempo levantando nuestras manos en las iglesias y cerrando los ojos. Se nos olvida bajarlas y extenderlas al necesitado, abrir los ojos y darnos cuenta todo el trabajo que hay por hacer.

Insisto, si como hijos de Dios lucháramos por dar ese ejemplo que dice en Timoteo, otra historia sería en nuestros países e iglesias. No basta con sólo llegar a congregarte, no basta con saludar a tu hermano de la iglesia, con ese saludo monótono de Dios le bendiga. ¿Por qué no le preguntamos cómo está? ¿Por qué no le preguntamos el nombre? Creemos que con sólo pronunciar ese saludo, vuelto ya religioso y ritualista, vamos a marcar la diferencia. 

Si así somos con los de adentro, no quiero ni pensar cómo seremos con los de afuera. Dios nos manda a ser ejemplo, con todo lo que nosotros somos. Nos manda a que amemos, no que critiquemos. La iglesia evangélica durante los años nos hemos caracterizado por sacar a luz lo malo, pero poco o nada hemos hecho por influir en todas las plataformas de nuestro país, porque no tenemos buenas bases. Dios nos manda a ser ejemplo, bueno, es hora de ser ejemplo.



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