sábado, 9 de julio de 2011

¡¡¿Por qué no me oyes?!!

 
Mis seguidores me conocen, y yo también los conozco a ellos. Son como las ovejas, que reconocen la voz de su pastor, y él las conoce a ellas. Mis seguidores me obedecen. Juan 10:27 (TLA)

“Cerca del poblado de Gevas, al este de Turquía, mientras los pastores tomaban su desayuno, una de sus ovejas saltó por un  precipicio de casi 14 metros y se mató. Luego, ante la mirada de asombró de sus pastores, el resto del rebaño la siguió. En total, 1.500 ovejas se lanzaron ciegamente  por el precipicio. La única buena noticia, es que la caída de las últimas mil ovejas, fue amortiguada por la creciente pila de lana de aquellas que habían saltado primero. 450 ovejas murieron según el diario The Washington post.”

La pregunta es: ¿Estás escuchando la voz de tu pastor? ¿Reconoces la voz de tu pastor? ¿Sigues la voluntad de tu pastor?  

En  la noticia vemos como por una oveja descarriada, una oveja distraída, una oveja que no obedeció o que no prestó atención, se fueron todas las demás. Por una pagaron muchas, y es que pareciera que el Pastor las dejo solas pero no es así. El pastor se fue por un momento. Tomó un receso. Lo mismo sucede cuando pareciera que Dios toma un receso. Un descanso. Nos preguntamos ¿A dónde se fue Dios cuando estaba pasando por esta situación? Rezongamos. Inclusive hasta le reclamamos. Dios no nos abandona. Nunca nos deja solos.

¿Cómo pues escucho su voz?

Jóvenes, la clave está en la palabra  INTEGRIDAD. ¿Lo leíste bien? Lo volveré a repetir… I-N-T-E-G-R-I-D-A-D

Para escuchar su voz tenemos que tener integridad. Si no hay integridad nunca podremos escuchar su voz. La integridad solamente lo alcanzamos a través de la palabra  El que no está en la Palabra, por mucho que luche, nunca será íntegro y por lo tanto nunca escuchará la voz del pastor que la llama. Tú debes de saber si en verdad estás escuchando la voz de Jesús. La voz del Pastor es tierna, dulce y apacible.

“Las ovejas tienen algo muy especial, todos sabemos que cuando se juntan varios rebaños de ovejas, cada una puede distinguir la voz de su pastor. Esa es una manera que tienen las ovejas para cuidarse y protegerse mutuamente. Cualquiera que intente hacerse pasar por el pastor del rebaño será desoída por ellas, ya que ellas están acostumbradas a escuchar la voz de su pastor día a día.”

Así mismo los hijos de Dios no caeremos en el engaño de ir tras otras voces si estamos acostumbrados a pasar tiempo oyendo la voz de nuestro amado pastor.

El Señor nos pide y nos invita a que pasemos toda la vida escuchando su voz. Muchos de nosotros cuando dejamos de escuchar la voz de Dios pensamos que nos abandonó, que nos dejó para siempre ¿Dónde está Él cuándo me encuentro en esta situación? ¿Acaso se ha olvidado de mi?

“Dios nunca se olvida de nosotros…nosotros somos los que nos olvidamos de Él” "No tengas miedo. Yo te he liberado; te he llamado por tu nombre y tú me perteneces. Aunque tengas graves problemas, yo siempre estaré contigo; cruzaras ríos y no te ahogarás, caminarás en el fuego y no te quemarás." Isaías 43:1-2 (TLA).

Dios no se ha olvidado de ti, Él no te ha abandonado. Te tiene presente, quizás pienses que Dios ya no te tiene en cuenta, que hace mucho que ya no habla en tu vida, por más que busques y que anheles escuchar su voz jamás lo recibes, las bendiciones que antes solías tener ahora pareciera que poco a poco se están esfumando, pensamientos de soledad llegan a tu cabeza, “el Señor me olvidó, veo como otros sienten de ti, veo como otros sienten tu toque ¿Acaso no me tienes en cuenta?”  Pero… ¿Será que es verdad?  ¿Dios nos olvida?

Hay un poema muy interesante que quiero compartirles; el autor lo desconozco pero sé que alguno de ustedes ya lo habrá escuchado alguna vez…

Las huellas en la arena

"Una noche en mis sueños vi que con Jesús caminaba junto a la orilla del mar bajo una luna plateada. Soñé que veía en los cielos mi vida representada en una serie de escenas que en silencio contemplaba. Dos pares de firmes huellas en la arena iban quedando, mientras con Jesús andaba como amigos conversando. Miré atento esas huellas reflejadas en el suelo, pero algo extraño observé y sentí grande desconsuelo. Observé que algunas veces al reparar en las huellas. En vez de ver los dos pares veía solo un par de ellas. Observaba también yo que aquel solo par de huellas se advertía mayormente en mis noches sin estrellas, en los días de mi vida llena de angustia y tristeza, cuando el alma necesita más consuelo y fortaleza. Pregunté triste a Jesús ¿Señor tú no has prometido que en mis horas de aflicción siempre estarías conmigo para mostrarme tu amor? Pero noto con tristeza que en medio de mis querellas, cuando más siento el dolor solo veo un par de ellas. ¿Dónde están las otras dos que indican tu compañía, cuando la tormenta azota sin piedad la vida mía? Y Jesús me contestó: Escucha bien hijo mío, comprendo tu confusión; siempre te amé y te amaré. Y en tus horas de aflicción siempre a tu lado estaré. Más si ves solo dos huellas y no ves las otras dos, es que en tu hora afligida cuando flaquean tus pasos, no hay huellas en tus pisadas porque te llevo en mis brazos."

El Señor Jesús es el buen pastor Él nunca nos dejará… tal vez hayan momentos en donde no podamos escuchar su voz, en donde pareciera que su voz se escucha a lo lejos. Es en esos momentos cuando debemos de acercarnos más a su llamado. Tal vez pasa que nos sentimos olvidados o solos, pero recuerda que Dios está contigo Él nunca te abandonará.

Punto de reflexión:

¿Has dejado de escuchar la voz de Dios?
¿La voz de Dios que un día escuchamos cerca ahora la escuchas demasiado lejos?
¿Te sientes solo?
¿Sientes que ya no puedes con tus cargas o con tus aflicciones?


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