No nos preocupemos por el mañana

“Por tanto os digo: no os afanéis por vuestra vida, que habéis de comer o que habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, que habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento; y el cuerpo más que el vestido?” (Mateo 6:25)

En nuestra vida hay tantas cosas por la que nos preocupamos. Que hay problemas en la familia, no hay trabajo, la situación económica está mal, no nos alcanza el dinero para las cosas que necesitamos diariamente o que tenemos muchas deudas y no le encontramos salida.

Siempre vivimos preocupados por lo que va a pasar mañana e incluso ni hemos resuelto los problemas que tenemos en nuestro presente.

Vivimos afanados que tenemos que trabajar porque si no vamos a tener dinero para pagar todas las cosas que necesitamos y no lograremos cancelar nuestras deudas.

Cuando todas estas preocupaciones llegan a nuestra vida, nos descuidamos de las personas que están a nuestro alrededor, descuidamos a nuestra familia y no pasamos tiempo de calidad con ellos.

Por estar más pendientes de las demás cosas descuidamos lo que realmente es importante, hasta llegamos a descuidarnos de nosotros mismos porque no tenemos suficiente tiempo para darnos un descanso y relajarnos un rato.

Los afanes y las preocupaciones de la vida no solo nos separan de nuestra familia y de nuestro cuidado personal, sino que también nos aleja de Dios. Nos aleja de nuestra comunión con Dios por estar más pendiente de los problemas que tenemos que resolver y todas aquellas necesidades que debemos suplir.

Y se nos olvida que solamente Dios puede dar solución a nuestros problemas y suplir nuestras necesidades. Por medio de este versículo Dios nos recuerda que no debemos preocuparnos por las cosas de mañana, ya que hay cosas mucho más importante de que preocuparse. Como por ejemplo estar bien con Dios, mantener nuestra comunión con Él y también mantenernos pendiente de nosotros mismo y de nuestra familia y amigos.

“no os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o que beberemos, o que vestiremos?. Porque los gentiles buscan todas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas” (Mateo 6: 31­-32)

Sabemos que hoy en día la situación económica y la seguridad son factores que son bastante alarmantes en nuestro país y muchos nos preocupamos por mantenernos al día con nuestras cuentas, que nunca falte comida en nuestro hogar y que nuestra familia tenga lo necesario.

Con tantas cosas de las que tenemos que estar pendiente se nos olvida que solo en las manos de Dios las cosas están bajo control.

Dios en estos dos versículos nos recuerda que como hijos de Él recordemos que Él sabe cuáles son las cosas que necesitamos y que va a suplir cada necesidad que hay en nuestra vida.

Nos manda a que no seamos como los incrédulos que creen que solo por sus propios medios pueden solucionar las cosas y que no lo toman en cuenta a Él por estar preocupados de todos los problemas y necesidades que surgen en sus vidas.

Cuando situaciones difíciles llegan a nuestra vida nos desconcentran de nuestra relación con Dios, nos enfocamos en cuáles son las cosas que tenemos que resolver, cuando esto pasa nos olvidamos que nada pasa sin que Dios no lo permita.

Si estamos pasando por circunstancias críticas es porque Dios nos está preparando para una bendición pero debemos ser obedientes ante Él.

No debemos dejarnos atrapara por los afanes, preocupación y aflicciones que trae cada día ya que es Dios quien vela por nuestro bienestar.

“mirad las aves del cielo, que no siembran, si siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? (Mateo 6:26)

Dios siempre tiene cuidado de sus hijos por lo tanto no debemos preocuparnos por lo que haremos el día de mañana o lo que no hace falta hoy, ya que Dios nuestro Padre sabe que cosas son las que necesitamos y sabe que situaciones abaten nuestro corazón.

Solamente debemos permanecer y confiar en Él. Dios nunca nos va a dejar desamparados su mano siempre está de nuestro lado, cualquier dificulta o necesidad Él la va a resolver.

No nos afanemos con el trabajo; porque descuidamos a nuestra familia e hijos, no nos afanemos con los estudios; porque descuidamos nuestro tiempo con nuestros padres, no nos afanemos en los deportes; si bien es cierto es importante pero el dedicarle mucho tiempo a esto nos roba tiempo con la familia y seres queridos que están a nuestro alrededor.

Aprendamos a vivir el día a día, hagamos las cosas que tenemos que hacer, cumplir con nuestras responsabilidades, siempre y cuando no nos robe el tiempo que Dios se merece y no nos aleje de nuestra familia y amigos.

Debemos reconocer cuales son las prioridades en nuestra vida si hacemos esto no tenemos por qué preocuparnos que haremos el día de mañana ya que será Dios quien tendrá el control total de nuestros días.

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