El amor de Dios

"El que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo.” (1 Corintios 13:7)

Hoy es un día más en el calendario, quizá otro día más para trabajar. Y nuestra vida cotidiana sigue normal. Pero hay algo que en nuestras mentes debe resonar siempre. Y esta pregunta:

 ¿Cuál fue la razón por la que Jesús vino a este mundo?

No se nos puede olvidar cual fue la razón por la que Jesús vino a la tierra. Realmente tenemos que considerar que estábamos irremediablemente perdidos, irremediablemente enfermos, desamparados, sentenciados a muerte“Mientras Dios miraba desde su palacio celestial, se fijó en la tierra; al escuchar los lamentos de los presos condenados a muerte, los puso en libertad.”(Salmo 102:19-20)  y porque estábamos así, perdidos, es la razón por la cual Dios mandara a Jesús, para que Él fuera nuestro sustituto en la cruz. 

No existía ofrenda más grande ni sacrificio alguno que pudiera quitar la mancha de maldad que había en nosotros. Solo alguien SANTO, SIN PECADO. Tenía que ser el propicio para nuestro pecado.

"… porque miro desde lo alto de su santuario, Jehová miro desde los cielos a la tierra, para oír el gemido de los presos, para soltar los sentenciados a muerte." (Salmo 102:19-20)

En ese sentido quisiera recordar un pasaje muy conocido por nosotros. Y está en la primera carta de Pablo a los Corintios.

"… Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta." (1 Corintios 13:7)

¿Por qué el amor de Dios todo lo sufre?

Jesús desde el principio vino a esta tierra a una situación menos que ideal, Jesús nació en un pueblo que no era el suyo, lejos de los cuidados de su familia más cercana, no estaban los tíos, la abuelita, los amigos, no había nadie, los únicos que estaban eran los animalitos. Y desde que nace es amenazado de muerte. 

Muy mal comienzo para nuestro Salvador. Pero es que Jesús desde el principio logra identificarse con nosotros, pareciera que Jesús hubiera dicho: “yo me voy a identificar contigo, para que no haya ni una sola lagrima de tus ojos que no pueda ser enjugada por mi misericordia y por la compasión que yo te he tenido, desde el primer momento que yo vine a esta tierra.”

Vemos al hijo de Dios naciendo de la manera más humilde que alguien pudo haber nacido, y al final esa es uno de los motivos por lo cual los estudiosos de aquel tiempo no lograban entender como un Salvador y Libertador tenía que nacer entre burros y vacas.

¿Por qué el amor de Dios todo lo cree?

“Aunque Cristo siempre fue igual a Dios, no insistió en esa igualdad. Al contrario, renunció a esa igualdad, y se hizo igual a nosotros, haciéndose esclavo de todos. Como hombre, se humilló a sí mismo y obedeció a Dios hasta la muerte: ¡Murió clavado en una cruz!”(Filipenses 2:6-8)

Jesús vino a este mundo como un representante de DIOS, y vino a sentir lo que es ser tentado, lo que es sufrir, lo que es estar en una situación adversa.

 (Hebreos 2:14-18) dice que Jesús vino a participar de este cuerpo de sangre y carne para identificarse plenamente con nosotros, y vino a implantar una nueva raza, una raza con nuevos genes, con la capacidad de obedecer a Dios, con la capacidad de ser fieles a Dios, así que el que CREE en Jesús, no solamente aspira a que su vida se alineé completamente con Dios, sino que también está recibiendo los genes de Dios, los genes de una nueva raza.

Por eso dice el amor todo lo cree, porque tú también puedes declarar, yo Creo que puedo ser de esa raza que es integra, que dice la verdad, que cree en las promesas de Dios, porque soy hecho conforme a la imagen del hijo de Dios.

¿Por qué el amor de Dios todo lo espera?

Porque todavía no vemos lo que queremos ver en su totalidad, todavía estamos encerrados en limitaciones humanas, aun estamos en un tiempo en el que aún tenemos que clamar, como decía Pablo: “¡Miserable de mí! Quien me librara de este cuerpo de muerte”, pero unos versos más adelante el triunfante puede decir: “porque la ley del espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte,” (Romanos 7 y 8)

Y el también declaraba; “no es que lo hayamos alcanzado ni que ya sea perfecto, sino que olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome hacia adelante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” (Filipenses 3:12-14)

¿Por qué el amor de Dios todo lo soporta?

Jesús se identifico con las incomodidades de este mundo, su cunita estaba en un establo, desde que nació sufrió incomodidades, imagínate, el creador del universo se vino a limitar a un cuerpo, que ni siquiera el mismo podía nutrirse, no podía alimentarse, tenía que depender de otro, todo lo soporto por NOSOTROS.

A veces nosotros no podemos estar felices si no tenemos esto, o aquello, pero ¡imagínate!! El creador mismo vino a este mundo a limitarse, por eso declara el apóstol Pablo:”…He aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación.” (Filipenses 4:11 b)

Jesús lo hizo por nosotros, él nos salvó de la depresión, de la codicia, de las adicciones, nos salvo de todo aquellos que nos hacia merecedores de la sentencia de muerte. (Salmos 102:20)

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