viernes, 21 de diciembre de 2012

Comiendo lo que sembraste


Martha Facio
Juarez/Mexico



“Pon guarda a mi boca, oh Jehova; guarda la puerta de mis labios.”  (Salmos 141: 3)


Cuando yo leí por primera vez este salmo, me impacte al leer el versículo tres, en especial, el salmista pide a Dios que guarde sus labios. 

David sin duda sabía que el sujetar la lengua no era fácil, por eso exclama a Dios que ponga guarda de su boca. Esto que mencionare, lo puedo asegurar, pero ¿Cuantos de nosotros cuando oramos, lo hacemos a sí?  La respuesta es casi nadie tristemente, muchas veces nos ponemos en nuestras oraciones a pedir y pedir, pero muy pocos se toman el tiempo de decirle a Dios ¡Ayúdame! A refrenar mi lengua, cuando la misma palabra de Dios nos dice que la lengua es un miembro pequeño, pero que puede llegar a incendiar grandes bosques (Santiago 3) y es verdad la lengua es tan peligrosa, porque nadie puede sujetarla humanamente solo Dios. 

A menudo el ser humanó tiende a airarse fácilmente, y hacer uso de ese pequeño miembro (lengua) para atacar o simplemente para defenderse, y es ahí cuando comienza la siembra... ¡Lengua! Un miembro aparentemente inofensivo pero realmente peligroso, con ella se calumnia, se miente, se insulta, se reprocha, se grita, con ella puedes dar vida, o contribuir a una muerte.  Y quizás piensas que exagero, pero es una realidad, aún en cosas tan pequeñas que tú puedas pensar que no afecta o que a nadie daña, lo hace.

Cuando usas ese pequeño miembro para calumniar, causas daños realmente grandes.

 En (Génesis 39) nos cuenta la historia de José, y la esposa de Potifar.  José un hombre con el cual Jehová estaba con El, era prosperado en lo que hacia, pero se encontró con la esposa de Potifar. Mujer que nos cuenta la Biblia que fijó sus ojos en José, y le propuso que durmiera con ella (versículo 7) pero José se negó, más delante nos sigue contando que ella insistió y él nunca accedió, una ocasión se encuentran en una escena algo incómoda pues estaban solos, y la mujer de Potifar una vez más le propone que duerman juntos, José vuelve a negarse y huye; pero dejo su ropa en manos de ella, de ahí ella inventa una historia en venganza y viene la calumnia hacia José, lo acusa de que quiso abusar de ella, mientras tanto él es enviado a la cárcel por la calumnia. 


¿Ahora puedes ver con más claridad las consecuencias de calumniar? A José le costó mucho, más sin embargo él fue puesto en libertad después de un tiempo preso, ¿Qué acontecería de esa mujer? No lo se, pero puedo decirte a ti, que el que calumnies a alguien te traerá "consecuencias" realmente grandes, en un futuro, podrás sembrar y sembrar maldad, y cosecharás lo que no gusta: ¡Consecuencias! Que luego querrás quitar y volver el tiempo a atrás para evitar ese momento amargo. 

Proverbios 15: 4 nos dice: “La lengua apacible es árbol de vida; Más la PERVERSIDAD de ella es QUEBRANTAMIENTO DE ESPÍRITU”.

Toma muy enserió cada parte de la Biblia que te hable de las consecuencias de hablar de más, aquí te dice que tendrás "quebrantamiento de espíritu" quiere decir que serás destrozado en dolor y en tus consecuencias. 

¡Varón! Si tú como hombre has puesto en mal a una mujer, ten mucho cuidado, o mejor dicho prepárate para que tu espíritu pronto sea quebrantado, lo mismo para ti mujer.

Lo que yo te hablo es porque yo lo hice y hoy en día puedo decirte que el que tu espíritu sea quebrantado es realmente doloroso, y sabes comer lo que un día sembraste es ¡Terrible! Por eso me atreví a titular a sí este "Devocional" (Comiendo lo que sembraste) y no vengó a aquí a contarte las bendiciones que puedes obtener cuando usas la lengua para bien, porque realmente las consecuencias de maldecir, de mentir y calumniar son grandes, si has usado tu lengua para mal, te doy un consejo, ¡Arrepiéntete! No es nada bueno lo que pronto comerás. 



¿Has mentido? Mira lo que pasó a Ananías y Safira: (Hechos 5) 

“Pero cierto hombre llamado Ananías, juntamente con Safira su mujer, vendió una posesión. Con el conocimiento de su mujer, sustrajo del precio; y llevando una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y Pedro dijo: —Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para mentir al Espíritu Santo y sustraer del precio del campo? Reteniéndolo, ¿acaso no seguía siendo tuyo? Y una vez vendido, ¿no estaba bajo tu autoridad? ¿Por qué propusiste en tu corazón hacer esto? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Entonces Ananías, oyendo estas palabras, cayó y expiró. Y gran temor sobrevino a todos los que lo oían. Luego se levantaron los jóvenes y le envolvieron. Y sacándole fuera, lo sepultaron. Después de un intervalo de unas tres horas, sucedió que entró su mujer, sin saber lo que había acontecido. Entonces Pedro le preguntó: —Dime, ¿vendisteis en tanto el campo? Ella dijo: —Sí, en tanto. Y Pedro le dijo: — ¿Por qué os pusisteis de acuerdo para tentar al Espíritu del Señor? He aquí los pies de los que han sepultado a tu marido están a la puerta, y te sacarán a ti. De inmediato, ella cayó a los pies de él y expiró. Cuando los jóvenes entraron, la hallaron muerta; la sacaron y la sepultaron junto a su marido. Y gran temor sobrevino a la iglesia entera y a todos los que oían de estas cosas. 

Ahora después de leer esto ¿Crees que la mentira no trae consecuencias? ¿Crees aún que existen las mentiras "piadosas”? La respuesta es no, como podrás darte cuenta les costó la vida. Pues cualquier pecado aunque tú lo llames pequeño es grande, pues es contra un Dios ¡Santo!.

Mira luego de que uses tu pequeña lengua para mentir, tendrás que comer algo terrible, ¡Tu realidad! cuando entrés en ella "desmentirás todo de lo cual hablaste"  lo cual será vergonzoso, y muy duro. La lengua un miembro pequeño pero muy peligroso. Hay un dicho por ahí muy popular que dice: "Procura que tus palabras sean dulces y suaves por sí algún día tienes que tragártelas" 

Algo tan cierto en esa frase, pues tarde o temprano uno comerá de su siembra y una vez más te lo repito: la cosecha no será tan dulce a tu paladar, ni tan suave a tu espíritu, será quebranto y dolor a tu vida, por algo David, en (Salmos 141:3) pedía a Dios que pusiera guarda a su boca, pues sabía que usarla para mal era peligroso. 

Te puedo asegurar que cuando comenzaste a leer este Devocional, pensaste que exageraba, y ahora que leíste espero hayas cambiado de opinión, y no porque yo te lo pida, si no porque el Espíritu Santo poco a poco fue trayendo convicción a tu vida.

Hace tiempo que cambie mi Oracion porque aún como de lo que hace tiempo sembré, a pesar de que he obtenido el perdón de Dios, siempre te quedara un bocado (consecuencias) que comer. Y si lo hiciste, una vez más te ánimo, a pedir perdón a Dios, con un arrepentimiento ¡Genuino! Y créeme te perdonara y te ayudara a vencer, luego tu tendrás que  encargarte de enmendar todo lo que tu pequeña arma peligrosa causo. 



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