lunes, 14 de marzo de 2011

Entre anhelos rotos y sueños olvidados







Por el simple hecho de ser humanos estamos atados a emociones, sentimientos y recuerdos. La realidad entre lo que sentimos y lo que expresamos es diferente a lo que las personas ven. Muchos piensan que porque te ven reír, no tienes problemas. Otros creen que porque eres una persona feliz, no lloras de tristeza

Sería una hipocresía pensar que soy el único que siento esto. Sería una tontería creer que soy el primero en querer rendirme. Sería un tonto en pensar que por estar triste soy un débil. La debilidad real del corazón consiste en querer ser algo que no soy  o algo que no pienso.

Poesía para desahogarme, no creo. Palabras para expresar, es seguro. El desahogo del corazón es la fortaleza que como seres humanos tenemos. La libertad de pensar, sentir, amar, anhelar, desear es lo que nos hace ser lo que somos. Cuando defines todo lo que en tu vida quieres o no, es cuando la madurez espiritual está creciendo en ti.

Las lágrimas que salen de nuestros ojos, en realidad salen del corazón. Son como pequeñas gotas de sangre que expresan los sentimientos tal cual son. Ver que el amor se  “extingue”, sentir que lo que ves no es más que una ilusión óptica, retraer tus verdaderos  sentimientos, querer mediar en el problema; eso es lo que hace a un verdadero hombre pensante.

Literatos ciegos, anhelos olvidados, sueños rotos, corazones hechos pedazos, mentes turbadas es todo lo que puedo expresar. Mis sentimientos no son más que cometas elevadas entre las nubes, pasando en medio de todas ellas, sin provocar un solo cambio. Como dijo una vez mí querido Einstein: “en tiempos de crisis es más importante la creatividad que la inteligencia”

No trates de ocultar tus sentimientos, no trates de ser fuerte cuando estás muriendo por dentro. Piensa y vive. He querido rendirme, he querido correr a ocultarme en una cueva yo solo. Pero cuando pienso que estoy solo, me doy cuenta que hay un Dios grande que está forjando mi carácter. Cuando mis anhelos están rotos y mis sueños olvidados, ahí me he dado cuenta que mí Dios ha levantado lo que yo creí por el suelo.

Pero hasta en el suelo hay seres que viven de comer de lo que ahí cae. No puedo saber que más decir, no puedo llegar a entender que pasa, no puedo es la palabra que va unida al no aguanto más, al acá no veo salida y al me rindo.


El desahogo de mis pensamientos y sentimientos, están plasmados en este momento, escritos en diversas personas ¿Por qué? Porque sé que va llegar el momento que yo ya lo he superado, pero tú estarás leyendo estás palabras y espero en Dios que sirvan para inspirarte a seguir y decirte: NUNCA DEJES DE SOÑAR.


Manríquez

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