miércoles, 12 de enero de 2011

Los sueños










Ya vienen los días en que se cumplirán las visiones. Ezequiel 12:23


Es muy sencillo minimizar nuestros sueños. Si no les damos la mínima importancia, perderán su poder y potencial. Muchas voces alrededor de nosotros nos van a sugerir que lo más acertado es prestar oídos a la gente realista y más pragmática.

Los soñadores o visionarios suelen ser personas que incomodan a los demás cuando deciden hablar de sus sueños y mucho más cuando esos sueños se cumplen. Es por eso que demasiadas personas prefieren anular las visiones de los soñadores. Todos los que cumplieron sus sueños debieron acallar las voces que los invitaban a pensar que no eran algo serio. Por eso, la clave para que los sueños no se deshagan es tomarlos muy en serio.
Un sueño bien concebido es capaz de desencadenar una potente fuerza  creadora en otras personas y así, sueño a sueño, se pueden transformar mil realidades. De todas las características que poseemos, la que más se asemeja a una de las de Dios es la de Soñar. No somos solo un cúmulo de moléculas ni de células; tampoco una suma de instintos innatos repetibles. Podemos soñar y eso es algo seriamente planeado por Dios. Él nos dio esa capacidad como rasgo fundamental de nuestra esencia.
Soñar equivale a CRECER, CONQUISTAR, CREAR, ARREGLAR y MEJORAR. Los sueños son una energía necesaria para mantener y renovar la creación alrededor de nosotros. Ellos nos permiten ver lo invisible, creer lo increíble y lograr lo imposible. Por eso es que cuando soñamos podemos sentirnos completos en el señor. Muchas veces los sueños son revelaciones de Dios, por eso hay que encararlos con pasión, compromiso y esfuerzo. Si así lo hacemos, vendrán los días en que se cumplirán estas visiones.


Punto de reflexión:

Cuando sueñas despierto, ¿qué es lo que más anhelas?
¿Por qué a Dios le gusta que soñemos?
¿Qué sueños aún no has podido alcanzar? ¿Cuáles ya has alcanzado?
Muchas personas se han olvidado de soñar y crear pensamientos positivos acerca de un futuro con éxito y victorias


¿A quién podrías ayudar a despertar al anhelo de soñar con Jesús?

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