miércoles, 19 de enero de 2011

El amigo que hiere





Más confiable es el amigo que hiere que el enemigo que besa. Proverbio 27:6

No nos causa gracia escuchar que estamos equivocados. La verdad a veces molesta y es incómoda. Cuando alguien intenta corregirnos solemos fastidiarnos. Lo sé porque a mí me pasa muy a menudo. Hace meses en un campamento cristiano, se me acerco una de mis amigas más cercanas para hablar en privado. Ambos estábamos allí en el  liderazgo. Ella me miró directamente a los ojos y me señaló un par de errores que había cometido como líder de la actividad que estábamos realizando. Mi  primera reacción fue de sorpresa y justificación. Me resultaba muy incomodo que fuera ella la que hubiese visto estos detalles.  Luego comencé a enojarme. Parecía que mis justificativos no funcionaban. Ninguna de mis excusas la satisfacía, así que terminé hirviendo de rabia. A la mañana siguiente me crucé con otro líder del campamento; yo sabía que él no tenía intenciones conmigo ni con mi ministerio. Le pregunté qué le había parecido lo que habíamos hecho y él me respondió que le había parecido de maravilla.

Todas sus palabras fueron de halago y sus ojos chispeantes no  paraban de saltar mientras me sonreía. Me quedé satisfecho. Ahora me sentía mejor con respecto a lo que me había dicho mi amiga. Evidentemente ella estaba equivocada.

Esa misma tarde tuve una reunión con mi supervisor y, no me debería haber  sorprendido, él tampoco estaba feliz por lo que había ocurrido. Pero lo que sí me sorprendió fue que en sus reclamos citó lo que este otro líder, que tan solo unas horas antes me había halagado, había dicho en una reunión de evaluación general. No lo podía creer. Hacia un rato había ponderado mi desempeño en privado; sin embargo, al estar con otros fue el que más quejas con respecto  a mis errores había presentado. Luego de escuchar a mi supervisor pude darme cuenta que lo que había dicho mi amiga era verdad, ella tenía razón. Pero también aprendí otra lección. Es bueno escuchar a las personas que nos AMAN aun cuando nos digan cosas que no nos gusta escuchar; las personas que verdaderamente nos aman serán las que siempre nos digan la verdad


Punto de reflexión:
¿Cómo reacciono ante la crítica?
¿Cuál es mi criterio para decidir a quién escuchar?

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