“Te
alabaré con todo mi corazón; delante de los dioses te cantaré salmos. Me
postraré hacia tu santo templo, y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu
fidelidad; Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las
cosas. El día que clamé, me respondiste; me fortaleciste con vigor en mi alma.”
(Salmo 138:1-3)
Muchas veces le hacemos algunas cosas a ciertas personas
para “Caer bien”, es decir para agradarlas y tenerlas contentas con nosotros. Qué bueno sería que hiciéramos algo para
agradar a Dios, es decir para hacerlo sentirse contento y así ganarnos Su favor.
Por tanto, he aquí estos acertados consejos:
1) Alábalo y Él responderá (v. 1-3)
Porque Él es bueno y Su misericordia es para siempre.
Hazlo con todo tu corazón; cántale, no hay nada como Su misericordia y Su
fidelidad. Aprende a hablar, a clamarle.
Él responderá, te fortalecerá en tu alma. Dios busca adoradores en Espíritu y en
Verdad; que lo busquen humildemente.
“Porque Jehová es
excelso, y atiende al humilde, más al altivo mira de lejos.” (V.6)
Hoy en día lo que más les cuesta a las personas es
hablar con Dios, adorarle. Nos cuesta expresar cuánto Él significa para
nuestras vidas, no nos gusta levantar las manos y darle gracias por lo que Él
hace por nosotros; probablemente porque pensamos que Él no nos escucha o que
está muy lejos en el cielo y que no se da cuenta.
Pero debemos entender que Él habita en las alabanzas de
su pueblo. “Pero tú eres Santo, tú que
habitas entre las alabanzas de Israel. En ti esperaron nuestros padres;
esperaron, y tú los libraste. Clamaron a ti, y fueron librados; confiaron en
ti, y no fueron avergonzados.” (Salmo 22:3-5)
Cuando tú lo
adoras con todas tus fuerzas, Él se mueve en medio de tu alabanza y empieza a
obrar en tu vida de una manera muy especial. Cuando
menos lo esperas, Él hace milagros. Sólo adora y verás Su mano poderosa; te
reto a que lo intentes y verás.
2) Al final, Él hará lo que tiene que hacer
En Dios tienes un propósito en esta vida, atrévete a
descubrirlo. “Jehová cumplirá su
propósito en mi; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la
obra de tus manos.” (v.8)
No dudes, aunque todo sea contrario, Él terminará una
obra en ti. “Estando persuadidos de
esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el
día de Jesucristo.” (Filipenses 1:6)
Así comprobarás Su misericordia, que te ama y que nunca
te desamparará.
“Oídme, oh casa
de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel, los que sois traídos por mí desde el vientre, los que sois llevados
desde la matriz, y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo;
yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré.” (Isaías 46:3-4)
El favor de Dios es para ti, sólo abre tu corazón y
acepta el reto. ¡Ve a Él!
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