martes, 27 de noviembre de 2012

A full color


“Una mirada radiante alegra el corazón, y las buenas noticias renuevan las fuerzas. El que atiende a la crítica edificante habitará entre los sabios. Rechazar la corrección es despreciarse a sí mismo; atender a la reprensión es ganar entendimiento. El temor del Señor es corrección y sabiduría; la humildad precede a la honra”. (Proverbios 15:30-33)

Caminar de la mano con Dios, hablar cara a cara con Él, extrañar escuchar Su voz en tu corazón, extrañar que te saque una sonrisa cuando estás triste, etc. En fin, cada uno de esos detalles llena nuestra vida de alegría y plenitud.

Lastimosamente, se ha olvidado lo que Jesús vino a predicar: la promesa del Padre, la salvación. Se han mal interpretado las palabras de nuestro Señor.

Ahora en día hay tantas sectas y falsos profetas predicando un evangelio de prosperidad. Pero lo peor de todo es que la ignorancia de la palabra de Dios hace caer a muchos.

En este devocional, el objetivo principal no es resaltar lo que otros hacen, es resaltar lo que nosotros hacemos o hemos dejado de hacer. ¿Cómo? Fácil, a la luz de la palabra de Dios.

La vida con Dios está llena de colores, colmada de creatividad de parte de nuestro Padre. Pero cuando nos alejamos de la comunión, que como hijos de debemos tener, todo se vuelve insípido, amargo, aburrido, feo y monótono. Todo inicia cuando dejamos de orar, ya no leemos la Biblia y nos importa un ápice si pecamos o no.

Al no atender lo que la Biblia manda, nuestra vida está cayendo en desobediencia delante de Dios. Basta con escuchar las palabras que salen de nuestra boca, nuestros actos y lo que buscamos.

Ahora bien, cuando atendemos a la palabra de sabiduría, a esos consejos llenos de amor, nuestra vida cambia. Todo nuestro ser se alegra, se llena de gozo y paz. Es ahí cuando entendemos que la palabra de Dios no busca los bienes materiales para darte felicidad, Dios busca darte paz interna para que puedas vivir a plenitud.

De igual manera, hay una palabra que marca la diferencia delante de Dios: Humildad. Una palabra muy olvidada o tomada a conveniencia. ¿Qué es la humildad? Fácil, seguir los pasos de nuestro Señor Jesús. No te voy a dar un significado de diccionario, te diré lo que la Biblia manda.

Nuestra vida se llenará de colores, de sabor, de dulzura, a pesar de nuestros problemas, cuando entendamos que la paz de Dios debe reinar en nuestra vida y nosotros atender al llamado de nuestro Padre celestial. Dios te bendiga.



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