¡Mirad
cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! Es como
el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de
Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras; como el rocío de Hermón, que desciende
sobre los montes de Sion; porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna.
(Salmo 133:1-3)
“Mirad cuando bueno y cuan delicioso es habitar los
hermanos juntos en armonía”. A lo largo de la vida buscamos la clave para
obtener bendición, una buena familia, un buen trabajo, una buena posición
social o financiera, etc.
Y somos escépticos cuando se nos habla de que es el
conocer y recibir a Jesús como nuestro Salvador, porque muchos nos hemos
desarrollado en una familia disfuncional de violencia, gritos, abandono y
muchos hemos sido traicionados, los chismes, las críticas y huimos; y no
creemos en que verdaderamente la familia de Cristo puede ser real en nuestras
vidas.
Debemos entender que es ahí donde obtenemos la verdadera
bendición, la cual no añade tristeza. Cuando todos nosotros nos reunimos en el
nombre de Jesús y compartimos el pan (la palabra de Dios), aquí es donde Jehová
envía Su bendición a Su pueblo.
Entiende que tú eres necesario: “Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a
los pies: No tengo necesidad de vosotros. Antes bien los miembros del cuerpo
que parecen más débiles, son los más necesarios; y aquellos del cuerpo que nos
parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y a los que en nosotros
son menos decorosos, se tratan con más decoro. Porque los que en nosotros son
más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más
abundante honor al que faltaba, para que no haya desavenencia en el cuerpo,
sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. De manera que
si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro
recibe honra, todos los miembros con él se gozan”. (1 Corintios 12:21-26)
Generalmente tendemos a pensar que no somos útiles, que
somos rechazados, relegados y no tenemos una función a realizar; pero todo ello
es una artimaña del enemigo, pues tú eres vital del cuerpo de CRISTO; tú eres
necesario, por tanto debes unirte hoy a Él.
Sufrimos de rechazo, abandono, tenemos complejos, baja
autoestima, soledad, tristeza, falta de amor, nos sentimos solos todo esto es
mentira del enemigo; Jesús quiere hacerte libre de todo esto, por eso murió por
ti y por mí, y nos compró con Su sangre para que de toda lengua, nación, pueblo,
la sangre del cordero nos una y nos convierta en una familia con algo grande en
común lo que nos une se llama Jesús.
Tú eres parte del cuerpo de Cristo; “Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y
miembros cada uno en particular”. (1 Corintios 12:27)
Jesús quiere que comprendas que Él te escogió para
cumplir una función y un propósito especial en el cuerpo de Cristo; por lo
tanto ya no tienes que estar aislado, solo, sin la bendición que Dios desea
darte, únete hoy para recibirla.
Muchas veces nuestra propia familia no nos entiende, nos
dan la espalda, nos traicionan y muchas veces no creen en nosotros, piensan que
somos fracasados o locos que nunca saldremos adelante.
Tú debes entender que Dios te creó para que seas parte
del cuerpo de Cristo, necesitas estar unido a Jesús para que recibas la
verdadera bendición y la vida eterna. Él ha preparado grandes cosas para ti,
abre tu corazón y recíbele, Él llama hoy a tu puerta... a tu corazón.
La bendición de Jehová vendrá a tu vida HOY, solo
créelo.
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hola bendiciones desde El Salvador, les visito desde mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com
ResponderEliminarMI TESTIMONIO DE SANIDAD PARA LA GLORIA DE DIOS.