Hoy en día hay tantas
ofertas en el mundo para “ser alguien”, que muchos cristianos terminan
convenciéndose que Dios no es un Dios de oportunidades, sino de obligaciones.
Tienes cientos de
carreras universitarias para elegir, otros tantos de distintos empleos que
puedes tomar, y al final a uno le cuesta tomar una decisión.
Es hoy que me atrevo a
decir, que la dificultad a la hora de tomar una decisión es por falta de una
cosa: VISIÓN.
El problema es que nos
excusamos.
Decimos que:
·
Las iglesias no nos apoyan.
·
Nuestras familias no nos apoyan.
·
Nuestros hermanos en la iglesia no nos apoyan.
·
El líder no nos apoya,
Pero… ¿Y Dios qué? Hay
cristianos que temen más a sus pastores, que a Dios; están más preocupados por
encajar en el molde, que por honrar a Dios.
Pero déjame decirte algo: Dios te
creó con un propósito, con una visión, con dones y talentos, con sueños.
Si en tu corazón sabes
que tienes el apoyo de Dios, toma las decisiones pensando en Él y no en el “qué
dirán” los demás.
Hay 3 cosas que debes
saber sobre tu visión.
1. Dios tiene una visión para ti, sin importar tu contexto.
Pablo era un perseguidor
y asesino de cristianos. Él aborrecía a Dios con cada cosa que hacía, pero Dios
desde antes de la creación tenía un propósito con Pablo.
Uno, en su mente, creerá
que Dios estaba fuera de sus cabales o completamente loco, ¿Cómo usaría a
alguien que lo aborrecía, para honrarlo? Habiendo tantos cristianos que
buscaban lo mismo.
Esto quiere decir que
Dios no mira tu contexto a la hora de encomendarte una misión. (Lee sobre la visión de Pablo en Hechos
26:12-19)
No importa de dónde vienes o cuántos errores has
cometido en el pasado, éste no determina tu futuro.
El hecho de tener un
Dios atemporal (que está en todo tiempo), tiene que darte la seguridad de que
si has sido creado, es para planes de bien.
“Mis planes para
ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a
darles un futuro lleno de bienestar.” (Jeremías 29:11)
Si has tenido miedo de
comenzar un proyecto que Dios ha puesto en tu corazón, por temor a que no eres
digno o a que no funcionará, ¡olvídate de eso y ponlo en marcha!
2. Toda visión tiene su precio.
Tu vida no se convertirá
en color de rosas inmediatamente cuando Dios te de una visión.
·
Nos costará obedecer a Dios.
·
Nos costará ser probados.
·
Nos costará que nos critiquen.
¿Crees que esto a Pablo
no le sucedió?
“Ahora debo ir a
Jerusalén, pues el Espíritu Santo me lo ordena. No sé lo que me va a pasar allá.”
(Hechos 20:22)
Pablo iba a Jerusalén
sólo porque Dios se lo ordenaba, no porque él quisiera. Simplemente obedecía,
sin saber qué era lo que lo esperaba o con qué se encontraría.
Nosotros, hoy en día,
debemos avanzar en el nombre de Jesús confiando en que Él sabe lo
mejor para nosotros.
“He visto asimismo
que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre
contra su prójimo.” (Eclesiastés 4:4)
A Pablo lo trataban de
loco cuando Cristo cambió su corazón; así mismo, a nosotros, cuando emprendamos
algo para el Señor, nos lloverán críticas de incrédulos y también de
cristianos.
Si haces con excelencia
Su voluntad, Él callará por sí mismo esas voces.
No temamos al futuro, ni
a que no tendremos los recursos necesarios para cumplir nuestros sueños. Si ese
sueño, se ha forjado en el corazón de Dios, te aseguro que Él te dará más de lo
que necesitas para cumplirlos.
No escuches las voces
que te dicen lo contrario, porque éstas no provienen de Dios. No dejes que
derrumben aquello que Dios ha impulsado en tu vida.
3. Toda visión acarrea bendición.
Debemos aprender de
tantos hombres y mujeres de la Biblia que han sido visionarios y triunfadores.
Abraham, Moisés, José, Ester, David, Pablo, María, etc.
¿Eres tú uno de ellos?
¿Eres tú una de ellas?
Todas esas personas han
tenido su bendición: Han libertado pueblos, han vencido gigantes, han liderado
naciones, etc. Lo mismo ocurrirá contigo si tu fe está puesta en aquel que Todo
lo puede.
Dios no busca gente que se crea perfecta para hacer todo lo que se le
ordene. Él busca adoradores en Espíritu y en Verdad (Juan 4:19): Hombres y mujeres visionarios, dispuestos a
ir por más, decididos a honrarlo con cada parte de su ser.
¿Quién te dice que Dios
hoy no puede hacer cosas grandes como las que hizo con las personas de la
Biblia? Dios hoy sigue haciendo cosas maravillosas.
Recuerda:
Si eres millonario en
visión, serás billonario en bendición.
Dios siempre recompensa
con la bendición de conocerle más a Él, y todo lo que eso conlleva (Mateo
6:33). Que Dios te bendiga.
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