“Porque todo aquel
que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y
hermana, y madre”. (Mateo 12:50)
¿Voluntad
del Padre? ¿Cuál es la voluntad del Padre? Preguntas que diariamente nos
hacemos, en reiteradas ocasiones en las decisiones que debemos tomar durante el
día.
Hay
una frase que ha sido ocupada muchas veces “¿Qué haría Jesús?”, esa pregunta es
de las más hermosas, pero las menos ocupadas y menos creídas.
Lastimosamente,
la relatividad se ha apoderado de nuestras iglesias y ministerios. En nuestros
días todo está basado en lo que para nosotros parece bien o lo que a la
sociedad le agrada. Duramente nos hemos dejado contaminar por corrientes de
pensamiento que no agradan a Dios.
Pablo
defendió muchas veces el evangelio de todas esas filosofías humanas que lo
único que hacen es alejarnos de Dios. ¿Por qué? Te daré un ejemplo claro.
El
humanismo, en el cual la razón humana adquiere valor supremo, ¿Los humanos
tenemos valor supremo? Claro que no. ¿Los hijos de Dios tenemos valor supremo?
Por supuesto que no. Nosotros, como hijos de Dios, sabemos que debemos vivir
con forme a la palabra de Dios. Nosotros no tenemos “depende” o “tal vez”,
nosotros tenemos la pregunta más hermosa de todas ¿Glorifica a Dios lo que haré? Esa es la pregunta que nosotros
debemos hacernos.
No
permitamos que las corrientes de pensamiento que estén de moda se metan en el
cristianismo, no podemos permitir eso. Nuestra forma de vivir debe estar
apegada a la palabra Santa de Dios. ¿Qué
haría Jesús? Detente un momento y pregúntatelo con respecto a la
incertidumbre que tienes en este momento, ¿Qué haría Jesús?
Así como la religiosidad ha sacado de contexto al
cristianismo; el ocupar la frase "no seas religioso" ha sido sacada
de contexto para justificar acciones que no glorifican el nombre de Dios. Cuidado,
no permitas que tu ministerio o tu vida se contaminen.
No estoy diciendo que esté mal pensar, claro que no. No estoy
diciendo que esté mal analizar o escudriñar las diversas situaciones que nos
suceden en nuestra vida, claro que no. Al contrario, está muy bien que lo
hagamos, pero debemos escudriñar todas esas situaciones con la palabra de Dios,
no con nuestra experiencia.
“Examinadlo todo; retened
lo bueno” (1 Tesalonicenses 5:21).
La Biblia misma nos manda a analizar lo que escuchamos, vemos
o aprendemos, eso no lo podemos negar. Pero, si lo vamos a hacer, hagámoslo con
la palabra de Dios.
Todo lo que hagamos debe estar dentro de la voluntad de Dios,
¿Cómo lo hago? “¿Con qué podrá el joven
limpiar su camino?, con guardar Su palabra” (Salmos 119:9).
“Yo dije: “Guardaré
mis caminos, para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca como con mordaza,
mientras el impío esté en mi presencia”.” (Salmos 39:1)
Nunca olvides que la pregunta que tenemos que vivir es: ¿Qué haría Jesús? Y nunca olvides que la Biblia hay que leerla,
creerla y vivirla. Dios te bendiga.
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