Son más que palabras

“Temer a los hombres resulta una trampa, pero el que confía en el SEÑOR sale bien librado.” (Proverbios 29:25 NVI)

El que confía en el Señor sale bien librado, el que confía en el Señor sale bien librado, el que confía en el Señor sale bien librado. Parece que se me rayó el disco, como se solía decir, pero no es así. Simplemente es que tantas veces hemos escuchado eso y tan pocas que lo hemos puesto en práctica.

Si nosotros tenemos una lectura bíblica constante, nos vamos a dar cuenta que las batallas que libraron los personajes de la Biblia, cuando se encomendaban a Dios y esperaban en Él, de todas salieron victoriosos.

En la actualidad tenemos un grave problema, nosotros decimos “Señor en ti confío, ayúdame a librar esta batalla” pero sólo lo decimos del diente al labio, porque si en realidad confiáramos en Dios no actuaríamos precipitadamente y esperaríamos en Él.

“Porque amaban más el reconocimiento de los hombres que el reconocimiento de Dios.” (Juan 12:43).

La iglesia cristiana se está viendo en graves y grandes problemas, debido a que está confiando más en sabiduría de hombres que en la sabiduría que viene de Dios. No estoy diciendo que esté mal que estudiemos, que nos preparemos, que investiguemos, eso está muy bien. Pero la palabra de Dios debe de ser predicada con la guía y orientación del Espíritu Santo, no con fábulas humanas. Ahora se tiene más la esperanza en un conocimiento superfluo que en un conocimiento de la palabra de Dios.

“Sostenme, para estar seguro, y que continuamente preste atención a tus estatutos.” (Salmos 119:117)

Al único que debemos pedirle que nos sostenga, que nos ayude, al único que debemos implorar misericordia es a Dios.

Pero el punto que más me encanta de este texto es la súplica que se hace, ésta se realiza para que el conocimiento esté puesto únicamente en la palabra de Dios, ya que la Biblia debe de ser nuestro código de conducta.

Cuando inicies a estudiar la Biblia, ten cuidado, no te enaltezcas, siempre mantén tu humildad en Dios. El conocimiento de la Biblia no te debe llevar a que te creas más que otros. El conocimiento de La Biblia te debe llevar a ser más humilde y ayudar a los demás con amor y misericordia.

Ya no confíes más en palabras de hombres, es momento que inicies a creerle a la soberana voluntad de Dios. Cuando Dios te inicia a mostrar el camino para alabarle, te das cuenta que va mucho más allá de estar “habla que habla”.

La verdadera adoración a Dios inicia cuando tenemos intimidad con Él y eso se ve reflejado en nuestro ejemplo en el diario vivir. Lucha por agradar a Dios con toda tu vida y no te pierdas más de ese maravilloso amor que sólo Dios tiene para ti.

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