Así
que ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es
decir, fruto de labios que confiesan su nombre. (Hebreos 13:15)
Como cristianos se nos ha enseñado una forma
de alabar y adorar a Dios y esto es a través de la alabanza; esto lo podemos
ver en el Salmo 150:3 “Todo lo que
respire alabe a Jehová”.
Como hijos de Dios tenemos que rendir
alabanza a Dios para honrar su nombre.
Pero el adorar a Dios va mucho más allá de
entonar a Él. A través de este versículo nos podemos dar cuenta que Dios
demanda de nosotros también un buen testimonio. Que cada palabra que salga de
nuestros labios glorifiquen su nombre y de esa manera las personas puedan ver
que nuestra vida también es un reflejo de la adoración a nuestro Dios.
Nosotros no solamente adoramos a Dios a
través de lo que sale de nuestros labios sino que también adoramos a Dios por
medio de nuestros actos.
“Mas
la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adoraran al Padre
en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores buscan que le
adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran en espíritu y en verdad es
necesario que adoren.” (Juan 4:23-24)
Al leer estos versículos Dios nos dice que
para ser unos verdaderos adoradores lo tenemos que adorar en espíritu y en
verdad.
¿Y qué implica adorar a Dios de esa manera? Conlleva a que nuestras acciones, nuestro
testimonio debe también exaltar el nombre de Jehová. Dios quiere que
nuestra adoración sea íntegra, que le adoremos con nuestros labios así también
como con nuestro testimonio.
Bien es cierto que Dios se goza con nuestra
alabanza, pero a través de nuestro caminar es donde estamos adorando Su nombre,
glorificándolo a Él con nuestras acciones.
Debemos
luchar día a día por ser verdaderos adoradores, que adoren a Dios en espíritu y
en verdad.
http://www.facebook.com/pages/Tu-Unica-Alternativa/194021963941574
http://www.facebook.com/Tuunicaalternativa
No hay comentarios:
Publicar un comentario