“Quita las impurezas de la plata y quedará lista para el orfebre”. (Proverbios 25:4)
Duele,
yo sé. Me imagino que has llorado mucho. Supongo que te has sentido vacío.
También, me imagino que te has desesperado. Pero, tranquilo/a Dios tiene todo
el control.
Sé
que hay situaciones en la vida que te pueden parecer demasiado ilógicas y duras
de llevar. Hay momentos en los cuales, como humanos, ya no soportamos un día
más de esa situación que nos está agobiando.
En
nuestros días los problemas son similares a los que nuestros padres vivieron,
pero no son iguales. Tu corazón, es probable, que haya sufrido mucho a estas
alturas de la vida. Incluso, en este mismo momento te quieras rendir o quitar
la vida.
Si
estas pensando en quitarte la vida, no lo hagas, espera. Debes comenzar a
creerle a Dios todo lo que tiene para ti.
No escuches voces que sólo te están haciendo dudar de tu fe. Si en
realidad has nacido de nuevo, tu esperanza debe de estar puesta sólo en Dios.
Es
verdad que muchas veces necesitamos un abrazo de un amigo, necesitamos de
alguien que nos escuche o de alguien que seque nuestras lágrimas, es totalmente
cierto. Tampoco nos vamos a poner de mentirosos a decir cosas que, para
empezar, son antibíblicas.
Quiero
que me hagas un favor, detente en este momento, detente. Cierra tus ojos y dile
a Dios que quieres regresar a tu comunión con Él. Dile a Dios que te perdone,
Él está ahí esperando que hables con Él. ¿No te sientes merecedor? Es verdad,
ninguno somos merecedores de lo que tenemos. Pero por eso la salvación es por
gracia y no por obras, según Efesios 2:8.
No
quiero darte palabras de hombres o de mi sabiduría. Quiero que cierres tus ojos
y hables con Dios. Luego de haber hablado con Dios, ve y abre tu Biblia. Deja
que Dios hable a tu vida mediante Su palabra. Ya no sigas lejos de Dios,
regresa a tu comunión con Él. El vacío que tienes en tu corazón es por tu
lejanía con Dios.
Ahora
bien, el texto que tienes arriba, examínalo, léelo de nuevo. Ahora dile a Dios
que te muestre qué es lo que quiere para tu vida. Si lees la Biblia, a la
mayoría de personajes bíblicos Dios los llevó hasta el tope, pero no murieron,
ni negaron a Dios. Tal es el caso de Job, José y muchos más. Si decimos que
creemos en Dios, ¿Por qué renegamos? ¿Por qué dudamos? ¿Por qué nos queremos
rendir? Es sencillo: por la falta de comunión con Dios.
“Me deleito en tu HACER
Voluntad, Dios mío, tu Ley la llevo dentro de mi corazón.” (Salmos 40:8)
“La
ley de su Dios está en su corazón, no vacilan SUS Pasos.” (Salmos 37:31)
“En mi
corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.” (Salmos 119:11)
“Tus
leyes me agradan; me dan sabios consejos.” (Salmos 119:24)
“Estoy tirado en el polvo; revíveme con tu Palabra.” (Salmos 119:25)
“He aquí, anhelo tus preceptos;
vivifícame por tu justicia.” (Salmos 119:40)
“Bien has obrado con tu siervo, oh
SEÑOR, conforme a tu palabra.” (Salmos 119:65)
“Jamás me olvidaré de tus
preceptos, porque por ellos me has vivificado.” (Salmos 119:93)
“Estoy profundamente afligido;
SEÑOR, vivifícame conforme a tu palabra.” (Salmos 119:107)
“Oye mi voz conforme a tu
misericordia; vivifícame, oh SEÑOR, conforme a tus ordenanzas.” (Salmos
119:149)
“Mira cuánto amo tus preceptos;
vivifícame, SEÑOR, conforme a tu misericordia.” (Salmos 119:159)
Lee la Biblia, ten una relación verdadera con Dios. Porque recuerda que
la Biblia hay que leerla, creerla y vivirla. Dios te bendiga.
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Amen, gracias hermano, desde hace mucho tiempo me sentido solo, es porq me he alejado de Dios. He pensado cosas tontas pero este devocional me ayudo muchi!
ResponderEliminarAmén hermano! Una bendición saber que Dios habla y busca a sus hijos. Esperamos que el Señor te siga bendiciendo y pronto entiendas que no estás solo, sino que Dios está contigo siempre. Dios te bendiga.
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