viernes, 1 de febrero de 2013

Cuidando lo que esta dentro y fuera de la puerta



Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;  pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?  Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. (Génesis 4:4-7)

El pecado está a la puerta. Cuando leemos este pasaje hay personas que piensan que Dios hace acepción de personas, algunos dicen que quería más a Abel y no a Caín, pero esto es incorrecto ya que Dios ama a todos por igual, la diferencia es lograr la aceptación de Dios y lo que hay dentro de nuestro corazón. 

Dios es el único que conoce las intenciones de nuestro corazón, todo lo que guardamos y no decimos, cuando Dios rechazo la ofrenda de Caín lo hizo porque esa ofrenda era el reflejo del corazón de él.

Caín se enojó con Dios y cómo no se pudo desquitar con el Creador lo hizo con su hermano, pero antes de esto Dios le advierte a él que el pecado está acechándonos a diario a pecar; pero así mismo Dios le recuerda a Caín que nosotros podemos dominar y ser libres del pecado, solamente tenemos que reconciliarnos, arrepentirnos de nuestros pecados y poner por obra la Palabra de Dios, para poder ser una ofrenda agradable a nuestro Creador.

Algunos beneficios si dominamos lo que hay en la puerta:

1.   El pecado no nos alcanzara y tendremos largura de días en esta tierra

Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres. Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tú Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; (Deuteronomio 6:3-6)

Cuando pecamos lo hacemos en nuestra propia concupiscencia, pecamos por la rebeldía que hay en nuestro corazones, el Señor quiere darte una vida prospera, llena de bendiciones, el mundo está contaminado, sin Cristo nuestros corazones están de igual manera, pero Dios quiere cambiar tu vida, pero debes empezar por reconocer que Jehová es Dios y amarlo con todo tu corazón, para que puedas ser feliz y solo así el pecado no te destruirá tu vida ni la de tus hijos, ni de toda tu familia. Debes vivir para amar a Dios. 

2.    Cierra la puerta del pecado y Dios te guardara

Y ellos respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot, y se acercaron para romper la puerta.  Entonces los varones alargaron la mano, y metieron a Lot en casa con ellos, y cerraron la puerta. Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se fatigaban buscando la puerta. (Génesis 19:9-11)

A Lot lo presionaron, a estos hombres los  ataba el pecado. A veces te ata el internet, la tv, la pornografía, las personas, tu noviazgo, etc. Es importante cerrar la puerta a estas cosas. Cuando venga el pecado cierra la puerta. El mundo ejerce una presión muy fuerte hoy en día, induce al pecado, pero debemos soportar la presión y no ceder, cierra la puerta a todo pecado porque solamente así Dios guardara tu vida y la vida de tus hijos en medio de un mundo contaminado, Dios te salvara.

Cuando venga el pecado ¡Cierra la puerta!

3.    serás prosperado

Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos. Y Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite. Él le dijo: Ve y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas. Entra luego, y enciérrate tú y tus hijos; y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte. Y se fue la mujer, y cerró la puerta encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite. (2 Reyes 4:1-5)

Eliseo le dijo a la mujer que le dijera con sinceridad que cosas ella tenía en su casa y la mujer le mostro que era una mujer consagrada para Dios, esto es lo que conmueve el corazón de Dios TU CONSAGRACIÓN.

A Dios no lo va a mover tu lastima, lo moverá tu consagración, pero debes cuidar lo que tienes dentro de tu casa y el deseo de Dios es prosperarte pero debes santificarte. 

Dios desea bendecir tu vida pero debes cerrar toda puerta abierta al pecado y guardar tu corazón “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.” (Proverbios 4:23) Para que su bendición fluya, entrégale tu corazón hoy.



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