Saúl
vistió a David con sus ropas militares, le puso un yelmo de bronce en la cabeza
lo cubrió con una armadura. David se ciñó la espada sobre sus ropas
militares y trató de caminar, pues no se las
había probado antes. Entonces
David dijo a Saúl: No puedo caminar con esto, pues no tengo experiencia con ellas. David se las quitó. (1º Samuel 17:38-39)
En
1º Samuel 17 trata de la confrontación de David con Goliat, pero el
pasaje clave que nos ocupa trata de algo diferente: las estructuras tradicionales de Saúl frente a lo nuevo de Dios
manifestado en David.
¿Qué hace Saúl cuando entiende que David estaba decidido
a enfrentarse a Goliat? Le ofrece sus ropas, su propia armadura y sus armas de
guerra. ¡Y lo hace con la mejor de las intenciones! Saúl realmente quería
proteger a David equipándolo con lo que a él le había servido en cientos de
batallas.
Saúl
lo vistió con sus ropas. Eran “sus ropas”: su visión, su forma de interpretar
la realidad y de hacer las cosas. Eran sus métodos y formas del pasado. ¿Era malo? ¿Era
pecaminoso? ¿Era carnal? ¡No!. Sencillamente no servía para enfrentar esta
nueva amenaza. Lo que a Saúl le sirvió
en otros tiempos, a David hoy no le servía.
¿Por qué? Porque David nos habla de todo lo nuevo de
Dios. Y lo nuevo nunca heredará lo viejo.
¿Qué es una estructura? es algo que ya está construido.
¿Por qué hablamos de estructuras? Porque las estructuras
definen, dan forma, atraviesan cada una de las decisiones, gobiernan en todo lo
que se dice y se hace. Las estructuras atraviesan iglesias, familias y vidas
individuales. Y cuanto más viejas y arraigadas se encuentran más impiden
alcanzar lo nuevo de Dios.
Conociendo lo anterior debes saber que hay limitantes
cuando aun no has rechazado, dejado las estructuras del pasado, ¿Por qué hay
iglesias muertas que no viven ni entienden la plenitud del Espíritu Santo? ¿Por
qué hay creyentes de años que luchan con los mismos pecados y nunca avanzan en
su vida espiritual? ¿Por qué hay familias que viven enfermas? ¿Por qué hay
dones, ministerios y capacidades que nunca se han manifestado en todo su
potencial y plenitud? ¿Por qué un montón de experiencias espirituales nuevas
son vividas con culpa?
La respuesta es: por las estructuras limitantes y
frustrantes del pasado. Dios anhela que
vivas una vida plena, eso habla de una completa libertad en tu vida, no dejemos que nuestro pasado defina nuestro futuro. Nuestro futuro está en
las manos de Dios
(1º R.19:19-21) Eliseo se despide de sus padres. Ellos
representaban su pasado. Y sigue a Elías. Él representa lo nuevo de Dios para
Eliseo.
Otro ejemplo es: Génesis 19:17, 24-26) La mujer de Lot. Ella se dio vuelta
para mirar. ¿Por qué lo hizo? Porque
añoraba lo que estaba dejando atrás. Terminó como estatua de sal, sin vida.
El
pasado te hace vivir apegado a las cosas que viviste y tuviste como si fueran
únicas. Y te priva de vivir lo nuevo de Dios. Nuevas revelaciones, nuevos
ministerios, nuevos sueños, nuevos logros, nuevos éxitos.
No
recordéis las cosas anteriores ni consideréis las cosas del pasado. He
aquí, hago algo nuevo. (Isaías 43:18) Ahora acontece; ¿no lo percibís?
Aun en los desiertos haré camino y ríos en el yermo.
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