“Porque
con gran vehemencia convencía públicamente á los Judíos, mostrando por las
Escrituras que Jesús era el Cristo”. (Hechos 18:28)
Me imagino que más de alguna vez has tenido la mente en blanco y no
has sabido que decir en consejería, no sabes qué decir en una meditación o
simplemente en una plática sobre la Biblia. A todos nos ha pasado, más de
alguna vez.
Ahora bien, te has preguntado cuál es la razón por la que nos quedamos
en blanco. Sabes, en muchas ocasiones somos un tanto atrevidos, incluso, en
hablar lo que Dios no nos manda a decir o no consultamos a Dios si eso es lo
que nos ordena.
Hay muchas veces que nuestra irreverencia por no tener intimidad con
él, nos hace que nos quedemos en blanco. Nunca podremos mostrar en público lo
que no tenemos en privado con Dios. Sin embargo, hay una gran razón que no
podemos ignorar, y es que queremos hacer el trabajo de Dios.
¿Hacer el trabajo de Dios? Sí. Debemos darnos cuenta que Dios lo que
nos manda en Su palabra es ir a hacer discípulos enseñándoles de Su palabra.
Dios en ningún momento nos ha mandado a hacer pronósticos de vida, a predicar
carros, trabajos, etc. Tenemos que entender que si Dios quiere nos da un
trabajo y si no quiere, no nos lo da.
Pero, ¿Por qué hacer el trabajo de Dios? Dios nos manda a que hagamos
discípulos, no ha que cambiemos a las
personas. Cambiar a las personas, esa es la parte que le corresponde a Él. Dios
nos manda a hacer discípulos de Él, no discípulos nuestros.
Debemos enseñar a las personas a seguir los pasos de nuestro Señor
Jesús, no ha hacer lo que a nosotros nos parece bien. Hechos
8:35 “Entonces
Felipe abrió su boca, y comenzando desde esta Escritura, le anunció el
evangelio de Jesús”. Si nos damos
cuenta, en los dos textos que tenemos, ambos versículos llevan a la instrucción
en la palabra de Dios, ninguno lleva a enseñar “lo que a nosotros nos parece
bien”.
Sólo Dios es el único que puede mostrar Su voluntad a Sus hijos,
median la Biblia. Nosotros debemos predicar la Biblia, instruir a las personas
en la Biblia, hacer discípulos de Dios mediante lo que la Biblia enseña.
2ª Timoteo 3:16-17 “Toda
Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, equipado para toda buena obra”. Insisto, la Biblia es la que
enseña al hombre para que esté equipado para toda buena obra, no somos los
seres humanos, no son nuestras historias, nuestras anécdotas, charlas de
motivación personal, etc. No, no es todo eso, sólo es con la bendita palabra de
Dios.
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