Habla la verdad y de la Verdad

“¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?  En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?” (Romanos 6:1-2)

“Ve haz lo que quieras”, “Ni importa, si para ti está bien, hazlo”, “Eres joven, disfruta la vida”, “Pero vamos, si uno no hace daño”, “No te está viendo el pastor, hazlo”, “A Dios no le enoja nada, Él es amor”, “Es por gracia la salvación, haz lo que quieras”, “Me tomo una cerveza, eso no tiene nada de malo”, “Ya le cumplí a Dios, ya fui a la iglesia”, “Dios no se enoja porque fornique o adultere”, “Un tirito a cualquiera se nos va”.

Esas palabras son pecado, todas y cada una de ellas. Esas palabras sólo llevan a la mediocridad y a que te condenes en el infierno. Pueda que este devocional parezca duro, pero la Biblia nos manda a predicar la verdad, no nos manda a predicar un evangelio diluido.

La Palabra de Dios es clara y directa, hay que decir no al pecado por completo. No estoy hablando de perfección, estoy hablando de fe, sumisión, amor, etc., Perfecto sólo es nuestro Dios.

Basta de evangelios diluidos, eso es pecado. Ese evangelio suave que se predica en muchos lugares es pecado. Debes estudiar la Biblia, debes pesar con la Biblia si lo que te están enseñando es palabra de Dios o palabra de hombres. Si son palabras de hombres, yo te digo que salgas de ahí.

Dios no se delita en el pecado, Dios no disfruta el pecado, Dios no se alegra en la mediocridad, Dios no festeja nuestras excusas. Dios se deleita en su hijo tres veces Santo: Jesús. Dios se delita en lo que Jesús hace en nuestras vidas. Nosotros tenemos entrada al Padre por la gracia de Jesús. Podemos llegar a Él porque el Padre ve a Jesús en nosotros.

El pecado es aberración delante de Dios, debemos entender eso. No podemos seguir viviendo igual, no podemos seguir hablando igual, no podemos seguir pensado igual. Si seguimos actuando como antes de reconocer a Jesús como nuestro Señor, debemos revisar si en realidad somos salvos o no.

No digo que nos vamos a dejar de equivocar, yo estaría pecando si digo eso. Pero, lo que sí digo es que ya no vamos a disfrutar el pecado, ya no vamos a buscar pecar, ya no vamos a asistir a los mismos lugares, ya no más.

“¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ningún modo!” (Romanos 6:15)

“Así también vosotros, consideraos muertos para el pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús.” (Romanos 6:11)

“y Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados.” (1 Pedro 2:24)

“El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha pecado desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir las obras del diablo.” (1 Juan 3: 8)

Claramente la Biblia habla de dejar el pecado. Debemos entregarnos en las manos de Dios por completo. Ya no podemos seguir viviendo como a nosotros nos parece bien. Hay que tener cuidado porque desde el legalismo hasta el liberalismo, ambas cosas son pecado delante de Dios. A Dios no se le glorifica agradando hombres, a Dios se le glorifica cumpliendo Sus mandamientos.

“Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14:15)

“El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él.” (Juan 14:21)

“Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.” (Juan 14:23)

“Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.” (Juan 15:10)

“Y en esto sabemos que hemos llegado a conocerle: si guardamos sus mandamientos.” (1 Juan 2:3)

“Porque este es el amor de Dios: que guardemos sus mandamientos, y sus mandamientos no son gravosos.” (1 Juan 5:3)

Basta de predicar mentiras, basta de predicar cosas que no están en la Biblia. Si queremos ver si en realidad hemos nacido de nuevo, veamos si amamos y cumplimos los mandamientos que la Biblia dice, no lo que los hombres establecen. No estoy hablando que no obedezcas a tus líderes, eso es aparte de lo que te hablo. Porque si amas y cumples los mandamientos de Dios, te someterás a tus líderes. Dios es el que lleva a la obediencia.

Recuerda que la Biblia hay que estudiarla, creerla y vivirla. Dios te bendiga.

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