jueves, 14 de julio de 2011

Y ustedes, ¿Cuándo es que me van a responder a Mi?


No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas de Satanás. Yo no soy de este mundo, y tampoco ellos lo son. Tu mensaje es verdad; haz que al escucharlo, ellos se entreguen totalmente a ti. Los envío a dar tu mensaje a la gente de este mundo, así como tú me enviaste a mí. Toda mi vida te la he entregado, y lo mismo espero que hagan mis seguidores. Juan 17:15-19

“Señor, ¿Cuánto falta para que me quites este dolor?”, “Dios mío, ¿Cuándo me darán el ascenso en mi trabajo?”, “Papá, ¿Cuándo tendré mejor relación con mi familia?”, “¿Cuándo me libraré de todo lo que me impide crecer?”. A veces parece que cuando le preguntamos estas cosas a Dios, Él no responde. Yo creo que a veces los que deberíamos de responder somos nosotros. Siempre esperamos que Dios nos responda inmediatamente, pero nosotros no le respondemos inmediatamente a Él.

Hace unos días, pensaba en las situaciones por las que pasé y en las que estoy atravesando, y me daba cuenta que en cierto punto le exigimos a Dios respuestas. Constantemente imaginaba cómo sería Dios, no como un hombre anciano de barba blanca y todo vestido de blanco, sino como una figura que de tanta luz no sea posible verlo, algo totalmente sobrenatural pero que sin duda lo podemos sentir. En ese momento, de repente escuché que Él me preguntó: Y ustedes ¿Cuándo es que me van a responder a Mi?

No entendí a lo que el Señor se refería, en mi interior pensaba “¿Qué es lo que debo responderle?”. Allí entendí que lo que debemos de responderle a Dios no es una pregunta, sino que debemos responder a Su llamado. Déjame explicarte. Jesús un día estaba hablando con sus discípulos, siempre enseñándoles y guiándolos hacia la verdad. Dice la Biblia, que cuando terminó de hablar con ellos, miró al cielo y empezó a orar lo siguiente:

“No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas de Satanás. Yo no soy de este mundo, y tampoco ellos lo son. Tu mensaje es verdad; haz que al escucharlo, ellos se entreguen totalmente a ti. Los envío a dar tu mensaje a la gente de este mundo, así como tú me enviaste a mí. Toda mi vida te la he entregado, y lo mismo espero que hagan mis seguidores.”

¿Por qué Jesús no pidió a Dios que nos quite del mundo? Porque para eso fuimos llamados. Si Dios hubiera querido quitarnos del mundo, desde el momento en que aceptamos a Cristo hubiéramos sido arrebatados y listo, fin de nuestra misión en la tierra. Entonces ¿Para qué nos dejó en este mundo? Jesús en su oración lo ha dicho claro: “los envío a dar tu mensaje a la gente de este mundo, así como tú me enviaste a mí”. Estamos acá para responder Su llamado, estamos en esta tierra porque fuimos elegidos, y no sólo eso, sino que estamos con la Protección de Dios; ¡Jesús hace más de dos mil años pidió a Dios que nos protegiera del enemigo!.

La Palabra de Dios, el mensaje de Dios es VERDAD y la verdad te transforma. Jesús decía: “Haz que al escucharlo, ellos se entreguen totalmente a ti”. La Palabra de Dios es diferente a cualquier otra palabra: Es viva. Cuando escuchamos el mensaje de Salvación de Cristo, algo tuvo que haberse movido en nuestro corazón, tuvo que haber accionado en nuestro interior un deseo por vivir más como Jesús, una pasión por conocer más a quien nos creó y nos salvó. Nuestra misión es hacer que más personas conozcan lo mismo que se nos dio a conocer a nosotros.

Estamos llamados a entregar totalmente nuestra vida a Dios. ¡Eso es lo que Dios quiere que respondamos! Responder, según el diccionario, significa: Corresponder con una acción a la acción de otra persona; mostrarse agradecido; dar una persona muestras de que ha oído una llamada. Dios nos llama a enviar su mensaje, es tiempo de que respondamos. Es tiempo de mostrarnos agradecidos por lo que Él ha hecho por nosotros, es tiempo de accionar, tenemos que demostrarle que estamos dispuestos a obedecer Su llamado.

Cuando empezamos a ocuparnos de lo que Dios nos está pidiendo, Dios empieza a ocuparse de lo que nosotros le estamos pidiendo. En Lucas 12:29-31 dice “Así que no se afanen por lo que han de comer o beber; dejen de atormentarse. El mundo pagano anda tras todas estas cosas, pero el Padre sabe que ustedes las necesitan. Ustedes, por el contrario, busquen el reino de Dios, y estas cosas les serán añadidas.” Ya deja de atormentarte con las situaciones o ataduras que tienes en tu vida, y empieza a ocuparte más de los asuntos del reino de Dios porque para eso fuiste llamado. ¡Deja que Dios se ocupe a Su tiempo de tus asuntos, y tú ocúpate de los de Él porque para eso te eligió!. Cuando empiezas a vivir para Dios, en vez de perseguir bendiciones como lo has hecho hasta ahora, las bendiciones te empezarán a perseguir a ti.

Dios nos está llamando y nos pregunta con amor: Y ustedes ¿Cuándo es que me van a responder a Mi?

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