Imaginemos que se estrena una película llamada “El diario íntimo de Dios”. Los protagonistas son tú y tu Padre celestial. La sinopsis de la película es: Dios tiene un diario íntimo, en el que describe cada día de tu vida. Dios escribe todos tus pensamientos, tus sentimientos y tus actividades en ese cuaderno o libro. Ahora bien, prestemos atención a cómo sería “El diario íntimo de Dios”:
Día Lunes: Cuánto Te amo
Hoy mi hijo/a se despertó temprano para comenzar con sus actividades semanales. Debe pensar como dice el dicho “Al que madruga, Yo lo ayudo”; eso es una mentira, debería de saber que Yo siempre lo ayudaré y que me alegra que madrugue porque Me demuestra que no lo domina la pereza (Proverbios 6:6-11). Me dijo al levantar “Buenos días Papi, encomiendo mi día a Ti, guíame hoy Señor y que se haga tu Voluntad”; ¡Qué feliz me hace mi hijo/a! ¡Ay si supiera cuánto lo/a amo!. Lo/a he llamado/a HIJO/A < ¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! > (1 Juan 3:1). Lo/a amo desde antes de que existiera, pasé días y noches enteras planificando metas, sueños y proyectos para depositar en él/ella. Lo/la he hecho único/a, he hecho diferente a cada uno de mis hijos. Luego llegada la noche se que piensa “¡Uf! Qué día agotador, y eso que es sólo Lunes”, pero Hijo/a no te olvides que he dicho: “Venid a mi todos los que están trabajados y cargados y Yo los haré descansar” Mateo 11:28.
Día martes: No te rindas
Hoy mi hijo/a se levantó con sus fuerzas renovadas como el águila, ¡Cada día le doy lo mejor! (Salmos 103:5). Llega a su trabajo, a su universidad… vaya, ¿Qué es lo que veo? Creo que mi Hijo/a se ha cruzado con un ayudante de Satanás. Ese ayudante por fuera parece una persona de bien pero no lo es (2 Corintios 11:14-15). No me gusta cuando esto sucede, esas personas les dicen “No podrás hacerlo”, “No eres capaz de hacer nada bien”, “No sirves para hacer tal cosa”, “Eres muy joven y fallarás”. ¡No escuchen nada de lo que estas personas les digan! HIJO/A tú eres mi ELEGIDO/A (Juan 15:16). Tú eres mi especial tesoro, he puesto en ti dones que ni tú mismo conoces, te he hecho fuerte, valiente e inteligente. ¡Te he dado poder para pisotear y derrotar a Satanás y a sus ayudantes, NO te rindas! (Lucas 10:19). Sí Hijo/a, qué bueno que lo hayas recordado, qué bueno que hayas recordado cuando en Juan 14:27 te digo < La PAZ les dejo; mi PAZ les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.>. Qué lindo es escucharte hablar en la noche y me digas < En PAZ me acostaré y así mismo dormiré porque sólo Tú Jehová, me haces vivir confiado/a >. Claro que te cuidaré mientras duermes, Yo siempre estoy despierto cuidando a cada uno de mis Hijos, no temas.
Día miércoles: Pídeme y te daré
Hoy ha sido un día muy tranquilo. Mi Hijo/a ha estado ayunando y orando por la salud de su familiar. Sí Hijo/a, escucho con mucha atención y te concedo los deseos de tu corazón cuando te deleitas en Mí (Salmos 37:4). Cuando tú clamas a mi, yo te libro tus angustias, yo cumplo tus peticiones (Salmos 34:17; 107:19-20). Yo conozco todas tus necesidades, Yo conozco todo lo que tú me quieres pedir aunque no te atrevas a hacerlo, ya no debes preocuparte por esas cosas, Yo te las daré (Mateo 6:31-33). Ya enjuagaré cada lágrima de tus ojos (Apocalipsis 21:4). Todo lo bueno lo recibes de mi, Yo soy quien te Ama y actuaré siempre en tu favor, nunca cambiaré (Santiago 1:17). Gracias por Confiar en Mí hijo/a, eso me agrada mucho. Verás que pronto ese familiar tuyo, ese amigo tuyo, estará sano nuevamente.
Día Jueves: Hombre probado
Hoy mi Hijo/a ha estado enojado conmigo. ¿Qué acaso no entiende que lo Amo y que mi amor es Eterno? (Jeremías 31:3). Lo que sucede es que no le gusta que lo ponga a prueba. Hijo/a, yo amo la rectitud y por eso pruebo tu corazón (1 Crónicas 29:17); debes entender que lo hago con amor hacia ti para ver si tú me amas. Cuando yo te pongo a prueba, es para purificarte y perfeccionarte, no para dañarte (Salmos 26:2; 66:10). A veces quiero que tú mismo te pruebes, que te examines para que veas si realmente me tienes en tu corazón (2 Corintios 13:5). Hijo/a, debes entender que las pruebas producen Constancia (Santiago 1:3). ¿Qué es la constancia? La constancia es la paciencia, la perseverancia; las pruebas te ayudarán a fortalecerte para no caer. Hijo/a, me gusta cuando me dices < Dios mío, mira en el fondo de mi corazón, y pon a prueba mis pensamientos. Dime si mi conducta no te agrada, enséñame a vivir como quieres que yo viva > (Salmos 139:23-24). ¡Claro que te ayudaré a superar esa prueba! ¡Claro que te enseñaré a vivir según mi Voluntad! Pero no te enojes, hazlo con un corazón humilde, sincero y transparente, eso es lo que quiero de ti.
Día viernes: Mi Propósito en ti
Hoy mi Hijo/a se ha sentido presionado. No me agradan algunas de sus amistades, lo ponen bajo presión a la hora de tomar decisiones y se olvidan de Mí primero. Quiero que te alejes de esas personas que obstruyen tu camino hacia mí, esas personas que te lastiman, que te desaniman, que te quitan energía. Te he dado la capacidad de elegir entre lo bueno y lo malo, entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición (Deuteronomio 30:19). Te di la capacidad de orar, de platicar conmigo, no la desperdicies. Pregúntame cuál es mi Propósito en ti antes de tomar una decisión, no preguntes a aquellos que se hacen llamar “tus amigos”. Entiende que < Yo sé muy bien los planes que tengo para ti, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza > (Jeremías 29:11). Yo tengo muchas cosas por revelarte, tengo muchos secretos que quiero compartir contigo, no tengas miedo y pregúntame cuál es mi propósito en ti, y te responderé (Jeremías 33:3).
Día sábado: Pasado pisado
Hoy mi hijo/a ha tenido un día excelente. Lo he acompañado desde que se despertó hasta que se acostó. Pero algo llamó mi atención: Mi hijo/a a la hora de dormir, una vez que ya estaba recostado en su cama, empezó a tener recuerdos de su vida pasada, su vida antes de aceptarme en su corazón. Recordaba aquellas amistades, aquellas salidas, aquellas películas que no debía ver y vio, aquel cigarrillo, aquella bebida alcohólica que tomó. Y esto lo angustia mucho, piensa que Yo, su Padre, no puedo perdonarlo. Hijo/a, ¿Cómo es que piensas que yo no tengo el Poder de perdonarte? Yo te AMO, envié a mi Hijo Jesucristo para borrar tu pasado, para perdonarte, para mostrarte mi Amor (Romanos 5:8). < Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! > (2 Corintios 5:17). Ya no quiero que pienses más en los errores que cometiste, no quiero que pienses más en lo que te has equivocado, yo nunca más me acordaré de esas cosas (Hebreos 10:17). Quiero que de hoy en más olvides lo que queda atrás y te esfuerces por alcanzar lo que está delante. (Filipenses 3:13).
Día domingo: No te olvides de Mí
Hoy termina la semana. Separé éste día para pasarlo contigo, < pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu Dios > (Éxodo 20:10). Cuando tú estás en el templo Alabándome, cuando tú extiendes tus brazos hacia Mí, no sólo estás ofreciéndote hacia Mí sino que también tus brazos extendidos significan que estás dispuesto a Recibir lo que quiero darte. No quiero que éste día te olvides de Mí. Y no hablo sólo de cuando tú estás en el templo. Déjame darte un ejemplo: Cuando recibes un abrazo de una persona que hace mucho tiempo no veías, ¿Acaso no soy YO quien te abraza?; Cuando tú recibes una mejoría en tu trabajo, ¿Acaso no soy YO quien te quiere dar esa mejoría?; Cuando tú sacas buenas notas en un examen, ¿Acaso no soy YO quien te ayuda?. Hijo/a, no te olvides de Mí ni en las pequeñas cosas. Éste último día de la semana, no quiero que lo utilices sólo para alabarme; a partir de hoy quiero que éste día recuerdes cómo estuve presente en toda la semana, quiero que recuerdes: CUÁNTO TE AMO, quiero que NO TE RINDAS, quiero que me PIDAS PARA DARTE, quiero que entiendas por qué te PONGO A PRUEBA, quiero que descubras MI PROPÓSITO EN TI, quiero que BORRES TU PASADO, y por sobre todo hijo/a, NO TE OLVIDES DE MÍ.
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