Absteneos de toda especie
de mal. Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro
Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará. (1
Tesalonicenses 5:22-24)
Dios en este pasaje da la
instrucción para encontrar paz y gozo; apartarte de la conducta equivocada y
permitir que Él mismo nos santifique, nos preserve, nos complete, nos guarde y
nos consagre.
Estos pasajes son el
llamado que Dios nos hace a una determinada clase de vida apartada para Él.
También son nuestra garantía de que no somos nosotros quienes producimos esta
vida, sino Él mismo, en quien confiamos y podemos acudir absolutamente para que
haga la obra en nosotros y por nosotros.
¿Cuál es nuestra parte
entonces? ¿Cuál es la obra que nosotros debemos hacer? ¿Qué requiere Dios de
nosotros?
Nuestra parte es Creerle y
no tirar la toalla. Nuestra obra es confiar en el Señor, y en medio de esto
buscarle. Su requerimiento es que nos apartemos y lo dejemos a Él obrar.
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