“Muchos pensamientos hay en el corazón del
hombre; mas el consejo de Jehová permanecerá.” (Proverbios 19:21)
Mediante nuestra vida transcurre, vamos
adquiriendo nuevas prioridades en ella. Es aquí donde comienza un proceso en el
cual tomamos muchas decisiones que son importantes para ir mejorando nuestro
diario vivir.
No importa si estamos jóvenes o ya somos
personas adultas, ese proceso de toma de decisión siempre está presente.
En nuestra vida siempre hay planes que
queremos desarrollar o sueños que anhelamos llegar a cumplir. Es por todas
estas razones que es muy importante que siempre consultemos a Dios antes de
poder tomar una decisión importante en nuestras vidas.
Sabemos que Dios es el único que conoce
nuestro camino, por lo tanto Él es el único que sabe lo que más nos conviene.
Muchas veces se presentan diferentes
situaciones a nuestra vida y no sabemos qué hacer, hay tantas cosas que se nos
vienen a la mente y no sabemos qué decisión tomar respecto a esa circunstancia
por la que estamos atravesando.
“Los pensamientos son frustrados donde no
hay consejo; mas en la multitud de consejeros se afirman”. (Proverbios 15:22)
Es importante que hablemos con Dios antes de
tomar esa decisión, ya que cada decisión debe tomarse siempre con sabiduría y
Él es la mejor guía para hacerlo de esa forma.
Sabemos que Dios nos habla de diferentes
maneras, por eso también es bueno que le comentemos a alguien de confianza la
situación por la que estamos pasando y comentarle que debemos tomar una
decisión. Pero no olvidemos que la persona que elijamos para contarle nuestras
cosas debe ser una persona prudente, madura y sobretodo debemos saber que esta
persona nos puede dar un consejo acertado a la situación por la que
atravesamos.
Muchas veces las circunstancias en las que
nos encontramos son bastante difícil; y sobrellevar ese problema en nuestro
interior puede ser un poco frustrante y necesitamos que también alguien más
aparte de Dios nos escuche para saber que contamos con el apoyo de amigos a
nuestro alrededor. Y necesitamos de
consejos que vengan departe de Dios para saber cómo reaccionar ante el problema
que estamos teniendo y de esta manera tomar la mejor decisión; la que vaya
conforme a la voluntad de Dios.
Por muy pequeñas que parezcan esas
decisiones no dejemos de hablar con Dios respecto a eso; nunca tomemos
decisiones apresuradas porque lo único que puede pasar es que nos equivoquemos
y vengan después consecuencias graves. Busquemos siempre el consejo de Dios que
es el mejor y es Él que nos va a guiar por ese camino perfecto que Dios ya a
trazado para cada uno de sus hijos.
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