sábado, 20 de agosto de 2011

Pregunta



Jesús siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vez más gozaba del favor de Dios y de toda la gente. Lucas 2:52



Los cristianos siempre tratamos de responder a las preguntas que nos hacen nuestros amigos no cristianos. Pero nosotros también tenemos preguntas.


¿Está bien hacernos preguntas con respecto a nuestra fe? Grábate eso en tu disco rígido y nunca lo borres: ¡POR SUPUESTO QUE SÍ!


En la etapa de la juventud es el momento justo de hacernos preguntas: además, lo más probable es que ya las tengamos. ¿Cuáles son? Hazlas. Tu cerebro hoy tiene una capacidad de memoria que no volverá a tener, y además, acabas de desarrollar tu sentido crítico.


La mayor parte de los jóvenes cristianos entran a la adolescencia con una fe (creencia en Dios y en las cosas de Dios) que está bastante cerca de lo que sus padres creen. Pero luego deben comenzar a formar sus propias creencias acerca de todo, inclusive de Dios, y para eso es indispensable hacer preguntas.


Así que, ¡adelante, formula esas preguntas difíciles! Pregúntales a tus padres. Pregúntales a tus líderes. Pregúntale a tu pastor. Averigua en los libros. Y, definitivamente, pregúntale a Dios. Él, y su gente, te ayudarán a entender y desarrollar tu propia fe personal. El mismo Jesús a sus doce años se encontraba discutiendo temas de la fe con los sabios de su tiempo. ¡Eso es algo bueno! Lo tonto es no hacer preguntas y quedarse en la ignorancia.


¿Cuáles son algunas de tus grandes preguntas sobre Dios, la Biblia y el cristianismo? Elige una de esas preguntas y no pares de hacérsela a otros hasta que encuentres respuesta.




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