domingo, 4 de diciembre de 2011

Hablemos de la primera


Pues la Biblia también dice: "Dios salvará a los que lo reconozcan como su Dios." Pero, ¿cómo van a reconocerlo, si no confían en él? ¿Y cómo van a confiar en él, si nada saben de él? ¿Y cómo van a saberlo, si nadie les habla acerca del Señor Jesucristo? ¿Y cómo hablarán de Jesucristo, si Dios no los envía? Como dice la Biblia: "¡Qué hermoso es ver llegar a los que traen buenas noticias!" Romanos 1:13-15

Se habla mucho de la Segunda venida de nuestro Señor Jesús. En la Biblia se nos anuncia que vendrá para reinar, y que Dios nos dará la vida eterna a todos los que en Cristo creemos. A pesar de todas las supersticiones, calendarios, estudios científicos, la Biblia lo aclara: NADIE sabe la hora ni el día en que Jesús vendrá, pero debemos prepararnos.

El hecho de saber que nuestro Señor vendrá pronto, no significa "Ok, yo ya estoy salvo, ahora espero a mi Señor y me voy con Él". Si en verdad eres cristiano, esa frase tendría que ser cambiada por "Ok, yo ya estoy salvo, pero mucha gente aún no, si mi Señor viene pronto, trataré de acercar a cuantos pueda a Él".

Debemos esperar atentos el día en que Jesús vuelva, pero no quietos. Mucho se habla de la Segunda venida, cuando en realidad la mitad del mundo aún no se ha enterado de la primera. ¿Ha de sorprenderme esto? Claro que no. Muchos cristianos creen que su labor como tales es servir en la iglesia, ser líderes, pastores, estar en alabanza, o tal vez evangelizar una vez la mes. Pero no todo se trata de la iglesia. La iglesia somos tú y yo, y Cristo es la cabeza.

Es tiempo de hacer crecer esta iglesia. Cristo fue uno sólo y revolucionó la historia, convirtió a miles en hijos de Dios. ¿Y qué hacemos nosotros? Somos millones de cristianos, pero hay miles de millones de personas en el mundo. Dejemos de hablar entre hermanos de la segunda venida, y esperémosla hablando de la primera a quienes aún no la conocen.

Las personas deben saber, así como a ti te lo hicieron saber, que Jesús vino a salvar al mundo, no a condenarlo. Deben saber que hay un Dios que los ama y que les quiere dar un sentido a sus vidas. "Porque Dios no me envió a este mundo para condenar a la gente, sino para salvarla". Juan 3:17. Dejemos un poco el egoísmo de lado. Créeme que yo también quiero estar pronto con mi Señor y disfrutar el paraíso que nos espera, pero aún así sé que hay mucho por hacer en el mundo.

Los cristianos debemos ser luz. Cristo no salvó a los cristianos, salvó a los pecadores, a los borrachos, a las prostitutas, a los enfermos, a los pobres. En la Biblia nos da cientos de ejemplos de conversiones. Ninguna persona es imposible de volver al Señor, pero nosotros debemos ser sus mensajeros. "Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado por todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero". 1 Timoteo 1:15. Tú también eres pecador, cuando Jesús puso en tu camino un mensajero que te muestre la Verdad, tu vida cambió totalmente.

Ahora es tu turno. Es tu turno de cambiarle la vida a alguien por medio de Jesús. Cada vez que hables de la segunda venida, recuerda que hay muchos que aún no han oído de la primera. Predica el mensaje de Dios, si es necesario, usa palabras, porque recuerda: tu vida es el mejor testimonio.



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