¿Y tu número uno?

Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos. Salmos 32:8


  




Ya ha empezado el año 2012. Mucha gente suele hacer listas con objetivos, sueños y metas para cumplir en el correr del año. Quizás esperes un aumento del salario, o un trabajo, o la oportunidad de entrar en la universidad. Tal vez sea formar una familia, casarte, emprender un negocio. ¿Tú tienes una lista en mente? Si es así, ¿Qué la encabeza, qué es lo número uno en tu lista? Si no has pensado en ninguna, te invito a que te tomes un minuto y elijas 3 metas u objetivos o deseos para este año. ¿Listo?  

¿Qué es lo número 1 en tu lista? 

Piénsalo muy bien...

¿Ya?

Ahora quiero que leas el número uno en mi lista. No te sorprendas si no coincidimos, hasta que yo no entendía lo que ahora escribo aquí, pensaba igual que tú. Allí va: 

1) "Tú eres mi Dios. ¡Enséñame a hacer lo que quieres que yo haga! ¡Permite que tu buen espíritu me lleve a hacer el bien! [...] Enséñanos a pensar cómo vivir para que nuestra mente se llene de sabiduría". (Salmos 143:10; Salmos 90:12)

Amén. Nuestro primer y único objetivo en nuestras vidas, en nuestro comienzo de año, debería de ser aprender a hacer la Voluntad de Dios. No te asustes si no lo pensaste así. Dios nos ama, pero quiere que le demos el primer lugar en nuestra lista. Tenemos que aprender a vivir para agradar a Dios. Con nuestras actitudes, nuestros objetivos, nuestros logros, nuestros sueños, nuestros frutos, todo debe estar primero guiado por el Espíritu de Dios. 

En Romanos 8:14 la Biblia nos enseña: "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios". Los que son guiados por el Espíritu de Dios, ESOS son hijos de Dios. ¿Qué es lo que te guía a ti? ¿Sentimientos, emociones, deseos personales? Aprendamos a ser guiados por Dios, Él nos dará sueños, victorias, batallas, quizás no los que queramos, pero sí los que nos llevarán a la victoria y nos darán verdadera felicidad. 

Quiero que el 31 de diciembre del 2012, tú estés diciendo "El 2012 ha sido el mejor año de mi vida. Las bendiciones superaron las dificultades. Las alegrías superaron las tristezas. Las sonrisas superaron las lágrimas. Los amigos superaron a los enemigos. Y mi Dios superó todo. Gracias por enseñarme que si te pongo a Ti primero Señor, si elijo hacer siempre tu Voluntad, seré totalmente un vencedor".

Pídele hoy dirección a Dios. Dedícale el primer día del año. Demuéstrale que desde el principio, desde el comienzo de este ciclo, tú quieres tenerlo presente en tus decisiones.

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